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El Gobierno nacional analiza la eliminación de los derechos de exportación al petróleo convencional producido en las provincias de Chubut y Santa Cruz, una medida que implicaría ceder recaudación fiscal por unos 60 millones de dólares anuales, pero que apunta a preservar la actividad productiva, el empleo y la inversión en los yacimientos maduros de la región.

El plan fue presentado oficialmente en la Casa Rosada por los gobernadores Claudio Vidal (Santa Cruz) e Ignacio Torres (Chubut), durante un encuentro con el jefe de Gabinete Guillermo Francos y los ministros de Economía e Interior, Luis Caputo y Lisandro Catalán.

En la reunión participaron las principales empresas con operaciones en la Cuenca del Golfo San Jorge, entre ellas Pan American Energy (PAE), Tecpetrol, Pecom y Crown Point, que serían las más beneficiadas por la medida, al explotar petróleo “pesado” tipo Escalante, utilizado tanto para la producción de gasoil en la refinería de Axion (Campana) como para exportaciones hacia Estados Unidos.

Petróleo convencional en crisis: el riesgo de perder producción y empleo

El esquema fiscal vigente —con retenciones a las exportaciones que reducen los márgenes de rentabilidad— aceleró el deterioro de los yacimientos maduros en la Patagonia. Según un estudio de la Universidad Austral, del que dio cuenta el diario Clarín, la producción de petróleo convencional cayó un 39% en la última década, y si no se modifican las reglas fiscales, Argentina podría tener que importar crudo pesado antes de 2030, afectando su autosuficiencia energética y su equilibrio social.

El petróleo convencional aporta más del 50% del crudo procesado por las refinerías locales y sostiene miles de empleos directos e indirectos en las provincias productoras. En Chubut y Santa Cruz, representa entre el 8% y el 13% del empleo privado formal, con salarios muy por encima del promedio nacional.

Su continuidad protege un entramado social y económico que no tiene reemplazo inmediato”, destacó el director del Instituto de Energía de la Universidad Austral, Roberto Carnicer, tras un encuentro con especialistas del sector y ejecutivos de empresas como CGC y Capex.

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El petróleo pesado de los yacimientos de la Cuenca del Golfo San Jorge son imprescindibles para refinar el crudo liviano del resto de las cuencas.

Santa Cruz: yacimientos maduros y la apuesta por reactivar producción

En el caso de Santa Cruz, la mayor parte del crudo pesado de exportación se produce en el norte provincial, dentro de la Cuenca del Golfo San Jorge, en zonas como Las Heras–Cañadón de la Escondida, Los Perales–Las Mesetas, Cañadón León–Meseta Espinosa, El Guadal–Lomas del Cuy, Cañadón Yatel y Pico Truncado–El Cordón.

Muchas de esas áreas habían sido abandonadas por YPF en su proceso de reestructuración, y quedaron bajo administración de la empresa estatal Fomicruz, que recientemente las adjudicó a siete nuevas operadoras privadas. En conjunto, estas áreas producen actualmente unos 850 mil barriles de petróleo pesado al mes.

El esquema de quita de retenciones mejoraría la ecuación de rentabilidad de esas compañías, al liberar recursos que podrían reinvertirse en mantenimiento, recuperación secundaria y desarrollo de nuevas tecnologías para aumentar la extracción.

“El compromiso fundamental será que cada dólar que no vaya al fisco se reinvierta en producción y empleo. Ese es el verdadero objetivo”, remarcó en su momento, el propio gobernador de Chubut y su par de Santa Cruz, estuvo de acuerdo.

Las principales refinerías de Argentina que demandan petróleo pesado son Luján de Cuyo en Mendoza  y Ensenada en La Plata (imágen).

Un esfuerzo fiscal con impacto productivo

El plan de desgravación representaría una pérdida de recaudación nacional de alrededor de US$ 60 millones anuales, pero a cambio, las petroleras deberían reinvertir esa suma directamente en los yacimientos de la Cuenca Austral y del Golfo San Jorge.

Las provincias argumentan que sin esa medida, la caída de la producción —agravada por los altos costos de extracción y la creciente proporción de agua en los pozos— podría derivar en una crisis económica y social de magnitud.

La decisión de YPF de retirarse de los campos convencionales para concentrarse en Vaca Muerta aceleró esa tendencia, dejando en manos de operadores más pequeños el desafío de sostener la actividad. Sin incentivos fiscales, advierten, muchas de esas empresas no podrían sostener sus operaciones.

El futuro del petróleo convencional en la Patagonia

Tanto Santa Cruz como Chubut impulsan un enfoque común: reducir las regalías y eliminar las retenciones para garantizar la continuidad de los yacimientos. Chubut ya dio el primer paso, bajando las regalías del 12% al 6% para el petróleo convencional, mientras Santa Cruz busca replicar un esquema similar, pero con eje en la reindustrialización energética y la defensa del empleo.

“Si no se hace algo ahora, el país corre el riesgo de importar petróleo pesado en pocos años”, alertó un consultor energético. “La quita de retenciones puede ser el punto de inflexión que permita mantener vivas las cuencas históricas del sur argentino”, agregó. Pero la clave es la reinversión, indispensable para que la producción se recupere.

Santa Cruz se prepara para una ley de incentivo para la actividad hidrocarburífera. En la misma, la baja de regalías seria clave para pozos poco productivos, pero también para fomentar “excedentes” de producción a precios más competitivos.

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