Si en algo hay consenso sobre la transición energética es que puede ser una gran oportunidad de desarrollo económico. En la Argentina, sólo por generación de energía a partir del viento habrá un ahorro en divisas equivalente a unos USD 1.888 millones, de acuerdo a lo estimado por la Cámara Eólica Argentina (CEA).

Cifra que surge, según el informe, en base a la proyección de la generación eólica estimada para este año y el costo promedio, en comparación con el precio de los combustibles fósiles y la demanda del sistema que deberá ser satisfecha por importación.
Desde la Cámara se marca que “la generación de energía eólica es clave para cumplir los objetivos de reducción de emisiones de carbono asumidos por Argentina, para acompañar la descarbonización de la industria y promover la lucha contra el cambio climático”.

Bernardo Andrews, presidente de CEA, indicó que la industria en torno a la energía eólica también “se transforma en un actor clave para reducir la dependencia externa de energía y para generar un ahorro concreto de divisas”.
De hecho, el informe de la CEA señala que entre 2016 y 2023 el ahorro a partir de la mayor oferta de generación eólica, que en el 2022 aportó el 13,33% de la energía total suministrada.

En ese contexto, el informe señala que entre 2016 y 2023, gracias al desplazamiento del consumo de combustibles fósiles por la mayor oferta eólica, el ahorro de divisas para el país superaró los USD 7.000 millones.
De la misma forma, señala que gracias a la generación eólica se evitaron pagos al exterior por USD 3.250 millones en 2022, USD 800 millones en 2021 y USD 1.300 millones entre 2016 y 2020.

La actualidad

La generación de energía a partir de fuentes renovables se mantiene, en lo que va de este 2023, en una virtual meseta, luego de haber cerrado un 2022 récord. Esto se debe en parte a la saturación de la infraestructura de transporte y también a una demanda que ha mermado en los últimos tiempos.

Buena parte de la energía verde fue aportada por los parques eólicos, que si bien alcanzaron su registro más alto del año en el mes de mayo, sigue siendo baja, no sólo comparada con el récord de 2022, sino también mirando los compromisos hacia el 2030.
Según el reporte mensual de mayo de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA), los parques eólicos generaron unos 1.163 GWh a lo largo del quinto mes del año. Representó un incremento intermensual del 9% respecto de abril.

El conjunto de los proyectos eólicos representan el 62% de la capacidad instalada renovable a nivel nacional. Es por esto que los altibajos que se registran en el segmento inciden fuertemente en el sector.
De acuerdo a lo publicado por CAMMESA en su informe mensual, la generación renovable de los primeros cinco meses del año totalizó 7.701 GWh. Este nivel equivale a una producción un 3,22% más baja, respecto a los 7.958 GWh que se generaron en el mismo período de 2022.

Una oportunidad

Por la pandemia y otras cuestiones de la macro global, hoy está retrasado el desarrollo de un pan de generación de energía renovable en todo el planeta.

Sin embargo, a partir de la crisis energética que provocó la invasión de Rusia a Ucrania, el mundo volvió a abrazar los compromisos adquiridos en la Cumbre de Cambio Climático hacia 2030.
En ese marco, el Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC) destacó el potencial de cinco países, entre ellos Argentina por su capacidad para desarrollar energía eólica y sus consecuentes beneficios.

Para el GWEC, el país podría generar 64.000 empleos, a partir del desarrollo de nuevos parques, lo que significaría un aumento del 57% en los empleos bajo el indicador FTE. Y eso implicaría, a su vez, la creación de más de USD 1.000 millones en VAB (Valor Agregado Bruto). Entendiendo que entre 2023 y 2027 aumente 31% la capacidad de generación eólica en el país.
El informe bajo el título “Capturar oportunidades económicas de la energía eólica en las economías en desarrollo” apunta a que en países en desarrollo, como el caso de Argentina, un fuerte desenvolvimiento de la energía eólica “podría desencadenar un rápido crecimiento económico bajo medidas de recuperación verde”.

La transición energética, así, “es una oportunidad para que los países de todas las regiones del mundo reconstruyan y hagan crecer sus economías sobre una base de energía limpia, empleos verdes y energía segura”, sostuvo el CEO de GWEC, Ben Backwell.
Y en ese contexto de transición, la energía eólica puede ser “una herramienta enormemente poderosa para los países en desarrollo que necesitan equilibrar el crecimiento económico con la seguridad energética y también desean cumplir sus objetivos climáticos”, se lee en el informe del Consejo.

Pero el propio GWEC advierte que para que ese desarrollo se pueda dar, se debe “trabajar en coordinación con la industria y los inversionistas”.

Si ese círculo virtuoso se cumple, el crecimiento de la energía verde significará “nuevos empleos, nueva fabricación de alta tecnología y crecimiento acelerado para las economías en desarrollo, como la de Argentina”.

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