Hace más de 15 días que la opinión pública sumó a su vocabulario cotidiano un término que hasta hace poco solo era de uso exclusivo entre los inversores. Cinco preguntas para entender de qué se trata.

¿Qué son? Según la definición del propio Central: “Acrónimo de Letras del Banco Central. Son emisiones de deuda a corto plazo del Banco Central de la República Argentina con el objeto de regular la cantidad de dinero de la economía. Estos títulos se emiten con descuento por lo que pagan tanto los intereses como el capital al vencimiento”.

¿Para qué sirven? Es una herramienta financiera que se utiliza para “sacar” pesos del mercado y, de esa manera, contener en parte el aumento de precios y, por lo tanto, la inflación. Esto se hace colocando una tasa de interés para este instrumento que sea atractiva para los inversores y los haga “quedarse” en pesos y no pasar sus tenencias a dólar. Para esta última renovación, y en medio de la crisis cambiaria.

¿A quién están destinadas? El abanico es muy amplio: tanto grandes bancos como ahorristas individuales. Las provincias y municipios, por caso, también las compran.

¿Desde cuándo existen? Las primeras salieron al mercado en 2002, luego de la crisis político-económica de un año antes.

¿Qué pasó hoy? Como todos los segundos martes de cada mes, vencían y se re-licitaban las Lebac. Esta vez por un total de $617.000 millones, que fueron renovados en un 100%. Además, el Banco Central recibió ofertas por otros $4.000 millones.

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