Como resultado del segundo encuentro convocado por el “Encuentro de Recicladores”, se resolvió conformar la primera Comisión de Vecinos por el Medio Ambiente de Río Gallegos. La intención es seguir de cerca la problemática del Vaciadero y qué sucede con la obra para su traslado a Punta Loyola, además de otros temas inherentes a la salubridad.

Ayer por la tarde, en las instalaciones del Jardín N° 35, se llevó a cabo la segunda asamblea abierta por el basural a cielo abierto de la ciudad de Río Gallegos, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.

El encuentro tuvo lugar entre las 18 y 21 horas y fue convocado desde el espacio “Encuentro de Recicladores”. Se contó con la participación de varios grupos sociales que trabajan la temática ambiental y de salud pública, así como también comunidad en general interesada.

Luego de escuchar las posturas de los diferentes oradores, se determinó conformar la primera Comisión de Vecinos por el Medio Ambiente de Río Gallegos para seguir de cerca la situación con respecto al Vaciadero Municipal, sus constantes incendios (accidentales e intencionales) y el hasta aún hoy proyecto inconcluso de traslado a Punta Loyola que sigue siendo una incógnita, así como también la planta de transferencia que sigue sin avances.

Hoy, a varios años de que se iniciaran las gestiones para dejar de tener un basural a cielo abierto, con un constante conflicto municipal que hace aflorar aún más los incendios, la problemática se evidencia cada vez más cuando los gases tóxicos (dioxinas y furanos) llegan a la ciudad como un manto de neblina.

Más allá de representar una problemática ambiental, el basural a cielo abierto es un problema sanitario grave, y esto es sufrido mayormente por los barrios y sectores aledaños adonde este se encuentra, pero también por toda la comunidad de Río Gallegos cuando se generan los focos ígneos y el humo es propagado por los intensos vientos.

Rita López, de la agrupación social Río Vida, contó detalles de la asamblea a La Opinión Austral. La intención es que dentro de la comisión de vecinos haya varias áreas, desde la educación ambiental, un área legal, otra de control de instituciones y empresas, de salud, comunicación, forestación, entre otras, comentó.

El primer paso será conformarse y delinear el plan de acción para seguir de cerca distintos temas inherentes a la salud y el medio ambiente, que van más allá del basural, como por ejemplo “qué área se va a encargar de pedir informes, no sólo al Municipio sino a entes provinciales”.

Se destacó la participación de mucha gente, además de varias organizaciones, y se determinó, aprovechando la presencia de varios profesionales, en un futuro cercano poder comenzar a hacer investigaciones con respecto a problemáticas respiratorias de niños y a la calidad de agua que se ingiere, por nombrar sólo dos ejemplos.

Asimismo, López valoró la presencia de un vecino que reside en cercanías al Vaciadero y que también trabaja allí, quien puso de manifiesto y en conocimiento los faltantes que hay en dicho sector para llevar adelante el trabajo idóneo que se requiere.

Se agradeció al equipo directivo del Jardín N° 35 por su compromiso con la comunidad y el medio ambiente, además de la presencia de más de 50 vecinos que se acercaron a manifestar su postura. También a las organizaciones sociales y ambientalistas.

Obras paradas

En su último contacto con este medio, el secretario de Ambiente de la provincia, Mariano Bertinat, dijo que lo más importante hoy es volver a gestionar ante Nación el traslado del Vaciadero al nuevo sitio, “parar de discutir cosas como si hay gente, recursos o no, hay que sacarlo”, ya que “hace dos años que la obra está parada”.

También, sostuvo que desde la cartera aún se espera el estudio de impacto ambiental de la nueva planta de transferencia. “Desde que empezó la gestión actual estamos esperando, para habilitar se necesita el estudio”, señaló con respecto al proyecto que posee a la planta de transferencia como el lugar intermedio que estaría entre el actual Vaciadero y la obra del relleno sanitario nuevo, camino a Punta Loyola.

Es de recordar que en 2016 la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) certificó irregularidades y que no se había construido la planta de transferencia (la que aún hoy no está concluida entre otras obras inconclusas que se preveían en la primera etapa, en el marco del proyecto que preveía el traslado del basural a cielo abierto a Punta Loyola.

El traslado representa un trabajo de gran envergadura y de vital importancia para la salubridad de la ciudad, principalmente de los barrios más cercanos al Vaciadero, que sufren cada vez que éste es prendido fuego o se genera algún foco ígneo de manera accidental.

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