No puedo seguir callando esto que estamos pasando”, comienza Diana, una de las 417 personas que fueron despedidas de YCRT, luego de la asunción de Aníbal Fernández como interventor de la empresa.

Con críticas a Fernández, a Zeidán, a Macri y a Olga Reinoso, Diana descargó toda su frustración.

“Hoy (por el sábado) se suponía que nos iban a pagar la liquidación final y el mes de febrero. Pero hay compañeros que se encontraron con depósitos de $ 6.000 ó $ 9.000, ¡como si una liquidación final o un mes de trabajo pudiera ser eso! ¡Se siguen burlando de nosotros!”, clamó.

En medio de una catarsis, Diana lanzó: “Lo que más bronca me da es que pareciera que si no sos peronista o no sos macrista no podés trabajar en ningún lado, sino ‘perteneces’ no podés trabajar”.

“Yo soy trabajadora, no me gusta hacer política a nadie, ni pegar carteles para tener un trabajo, y me da bronca”.

Le reclamó a Macri que así como pide por los argentinos varados en el exterior, luego de dejar “la miseria que dejó después de cuatro años, porque no pide por nosotros”. De Zeidán recordó que “durante dos años no le pagó la jubilación a mi abuelo, cómo alguien puede creer que le voy a militar”.

También contestó a quienes enfatizaron sobre las remuneraciones abultadas: “para los que hablan y dicen que cobramos tremendos sueldos, eso tampoco es verdad”. Mostrando el papel a la cámara, afirmó: “Mi recibo de sueldo es de 25 mil pesos, con él, tengo que mantener mi hogar, soy madre soltera”.

Diana reiteró su cansancio y también su bronca “yo no me quedo en mi casa esperando un plan, yo quiero trabajar. Nací en Río Turbio y me críe en Río Gallegos, y me echan”, planteó.

ATE no quedó fuera de su crítica y le habló directo a Olga Reinoso, la secretaria general “Ud. dice que no tiene la lapicera para echar a nadie, sin embargo, el 16 de diciembre hizo una presentación para que nos echen, ¿por qué no le militamos a Ud?, ¿o a la Cámpora?, ¿o a Macri?” lanzó y remató: “No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que usted quería que nos despidieran”.

Finalmente, Diana se quebró al expresar su impotencia por la indiferencia “no entiendo cómo pueden mirar para otro lado”. Yo sólo pido trabajar, mi hijo llora de verme todos los días llorar”.

“Estoy cansada que sigan abusándose con los derechos de las personas. Hoy somos más de 120 mujeres que no tenemos con qué bancar a nuestras familias. Señor Aníbal Fernández, no le pedimos que nos regale plata, nosotros pedimos trabajo”, concluyó

 

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