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Hace poco más de un mes, Pablo Bonina (17) se encuentra internado en el Sanatorio Sagrado Corazón en Ciudad de Buenos Aires. Previamente estuvo en la Clínica del Valle en Comodoro Rivadavia.
En CABA, el jugador de fútbol de Ferroviario Deseadense está acompañado por su mamá Carol Salcedo.
“En enero él empezó con dolores y moretones. Lo llevé varias veces a la guardia del hospital y parecía que era algo muscular, lo inyectaban y a la casa. Hasta que el 28 a la mañana lo llevé de vuelta a la guardia del hospital, lo ve la doctora, le pide análisis, los vuelve a pedir, tres veces repitió los análisis. Ahí me dijeron que posiblemente tenía leucemia“, recordó Carol, a La Opinión Austral, sobre cómo llegaron al diagnóstico actual.
En la ciudad de Comodoro Rivadavia, Pablo estuvo internado y en tratamiento durante varios meses. En uno de los últimos chequeos tuvo una recaída, por lo que el equipo médico consideró pertinente el traslado en avión sanitario a CABA, donde además se realizará el trasplante de médula para el cual el donante será Ulises, de 13 años, el hermano menor de Pablo.
“Llegamos a Buenos Aires el 20 de noviembre, ya hace un mes y estamos a la espera de la droga para el tratamiento que es previo al trasplante. Le han hecho quimioterapia para estabilizarlo así está bien para cuando empiece el tratamiento”, explicó la mamá.
La medicación por la que esperan es más especifica para el cuadro de Pablo. “Una vez que él arranca el tratamiento, lo van a tener controlado para ver cómo evoluciona”, acotó.
“Ahora estamos esperando que quizás el día lunes la droga esté acá. Si Dios quiere, ni bien llegue la droga, él arranca el tratamiento, así que estamos esperando eso y después sería más o menos un mes de tratamiento”, explicó sobre la próxima etapa.
Sobre cómo se encuentra su hijo, Carol afirmó: “Está estable, lo mantienen estable, tiene días malos cuando hace quimioterapia, pero él es fuerte, tiene mucha fuerza. Está cansado, esto es un proceso largo y complicado, lo pinchan todos los días para los controles, pero sabemos que tenemos un propósito que es el trasplante“.
“Nos queda un largo tratamiento todavía, el proceso es largo”, reconoció.
Acompañamiento
La distancia especialmente en época de fiestas pesa más. Los Bonina no pudieron pasar la Navidad en familia. “La pasamos los dos acá en el Sanatorio Sagrado Corazón, en año nuevo va a ser igual. Extrañamos, somos muy familieros y estar solos es difícil. A la distancia nos acompaña la familia siempre, los amigos, no faltan los mensajes que nos dan fuerza, las videollamadas, nos acompañan siempre, todos”, valoró.
Cerrando, Carol agregó “sólo me queda agradecer a todos por el apoyo de siempre, es muy lindo saber que están a la distancia. Vinimos para que él esté bien para su bien, sé que se va a recuperar y vamos a volver bien”.
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