Esta semana, la indignación de una vecina de Puerto Deseado se hizo oír en las redes sociales. Se trata de Elizabeth Segundo, mamá de Samira, una niña de 10 años que padece una Encefalopatía Crónica desde que nació y está atravesando un difícil momento en la Ciudad de Buenos Aires.

La primera derivación de la pequeña deseadense fue tan solo con 5 meses, y a partir de allí, los viajes a Capital Federal fueron frecuentes. No obstante, hace tres años dejaron de trasladarla dado a que los aerolíneas comerciales no querían transportarla

Elizabeth Segundo junto a su hija Samira. (FOTO: GENTILEZA ELIZABETH SEGUNDO)

“Los vuelos particulares no la querían subir porque tiene una traqueotomía, un botón gástrico y ella solo puede ir acostada”, comentó Elizabeth a La Opinión Zona Norte.

Por este motivo, la familia se limitó a llevarla a Comodoro Rivadavia para realizar los controles médicos pertinentes. Lamentablemente, el pasado 14 de julio la niña contrajo COVID-19 y su estado de salud se complicó.

Dramática derivación a CABA

A raíz de esto, fue necesario un nuevo traslado a Buenos Aires el 31 de julio. “Nos derivan al sanatorio Sagrado Corazón y empiezan con todos los estudios a buscar qué le podían dar para estabilizarla y poder bajar el nivel de tensión que tenía”, explicó la madre.

En ese momento, la esperanza de la familia era que pudieran operar a Samira de su columna, dado que desarrolló una esclerosis múltiple. Lamentablemente, dado al estado de salud de la niña, la cirugía no es viable.

No tenemos más opciones, no se puede hacer nada más por ella. No tengo más nada para hacer y los médicos tampoco, más que estabilizarla y llevármela a mi casa“, lamentó la mujer.

El calvario de Samira con la obra social

Ante este panorama, Elizabeth planeo volver con su hija a su hogar en Puerto Deseado. Desde el sábado pasado tienen el alta y desde la clínica se hizo el pedido para el traslado en avión sanitario. Sin embargo, pasaron los días y hasta el momento no obtuvo ninguna respuesta de la obra social.

“Fui hasta la oficina central de OSECAC y no me dieron ninguna respuesta. Incluso me decían es que Samira no es prestadora de esa obra social, cuando ella la tiene desde que nació“, remarcó la mamá.

Además, la pequeña tiene una internación domiciliaria desde el año 2014 en la qué ya había tenido problemas con esta obra social. “Presenté recursos de amparo porque no cumplían con el alimento y los pedidos médicos que tenía no llegaban a tiempo”, relató.

Otro episodio tuvo lugar en 2019, cuando Samira atravesó una operación de cadera en la ciudad de Trelew.

“OSECAC no se quería hacer cargo de la cirugía que salía 550 mil pesos. Empezamos a juntar fondos con mi familia y amigos pero se nos hacía eterno llegar a ese monto. Tuve que encadenarme a la oficina de la obra social en Trelew hasta que conseguimos que la reconocieran”, manifestó Elizabeth.

Como si esto fuera poco, la mujer compartió un mail que recibió de la empresa donde indicaban que el traslado se iba a realizar en ambulancia desde Buenos Aires hasta Santa Cruz.

“Tenemos más de 2000 kilómetros de distancia, ¿en qué cabeza cabe? Les pido que se pongan un poco en mis zapatos, no es fácil ver a mi hija en el estado en el que está”, expresó la mujer.

Por el momento, Elizabeth no tienen ninguna certeza de cuándo podrá volver a su hogar donde sus otros dos hijos esperan ver a su hermanita. “A veces te dan ganas de tirar todo, 10 años la llevo peleando y la burocracia de la obra social ya te cansa”, señaló.

“¿Por qué esperan a que se tengan que hacer todas estas cosas? Uno la está pasando mal y tiene que ser fuerte para seguir peleando“, concluyo la mamá.

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