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En diálogo con Radio LU12 AM680, Natacha Belén Rodríguez —profesora de física en escuelas secundarias de El Calafate, Santa Cruz— relató su entusiasmo por integrar una campaña científica coordinada por la NASA (y la ESA) para estudiar el cometa 3I/ATLAS.

La docente explicó que se postuló junto con su universidad para participar en observaciones astrométricas, tareas que miden la posición, la órbita y la velocidad del cometa, y que fueron aceptadas por el comité coordinador. Aclaró que, contrario a lo informado en otras entrevistas, no cursa dos maestrías, sino una con doble titulación en Astronomía y Astrofísica en la Universidad Internacional de Valencia (España). Se encuentra en la etapa final de su cursada, dedicada especialmente a las prácticas observacionales.

Rodríguez contó que su participación será totalmente remota: no viajará a un observatorio, sino que solicitará noches de observación en telescopios mediante su universidad, que evalúa los informes científicos para asignar tiempo de uso.

Reveló además que está en proceso de compra de un telescopio más potente para su uso personal en la villa turística. “Yo necesito algo más sofisticado y estoy en ese proceso porque me va a ayudar mucho con con mi carrera”, indicó, destacando que la baja contaminación lumínica de la región ofrece condiciones privilegiadas para la astronomía.

En ese sentido, habló con nostalgia sobre un viejo observatorio entre El Calafate y El Chaltén —situado camino a la estancia La Leona— cuyo resurgir ella sueña gestionar con colegas y estudiantes como centro de educación astronómica.

3I/ATLAS proviene de una región antigua de la Vía Láctea, y podría tener 10 mil millones de años, más del doble que nuestro sistema solar.

3I/ATLAS: un visitante interestelar que despierta pasiones

Explicó que su interés por el cometa 3I/ATLAS nace tanto de su formación académica como del debate público alrededor de él. Este objeto fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema ATLAS en Chile, y fue clasificado como interestelar por su trayectoria hiperbólica, lo que indica que proviene de fuera del Sistema Solar.

Según datos de la NASA, su perihelio (punto de máxima cercanía al Sol) tuvo lugar el 29 de octubre de 2025. La distancia mínima con la Tierra se estima para el 19 de diciembre de 2025, a unos 270 millones de kilómetros, por lo que no representa un riesgo para nuestro planeta.

¿Cometa, nave o fósil interestelar?

Uno de los motivos de fascinación por 3I/ATLAS es que, aunque la mayoría de los científicos coinciden en que se trata de un cometa natural, algunas voces prominentes —como la del astrofísico Avi Loeb (Universidad de Harvard)— especularon que podría tratarse de una “nave alienígena” o un “fósil tecnológico”. Natacha relató que siguió a divulgadores tanto que defienden esta teoría como a quienes la descartan. Ella misma se define más cercana a quienes sostienen una visión científica rigurosa pero abierta.

Quedan hipótesis abiertas porque es un cometa que recién está ingresando y obviamente es desconocido, nadie sabe nada de su naturaleza y queda investigar mientras esté pasando por todo el sistema solar. Estos cometas interestelares pasan una sola vez y no vuelven (…) están viniendo de otra zona de otro sistema y traen demasiada información, que puede ser un resto fósil de otras formaciones en otras galaxias”, esbozó.

Datos científicos que aportará su campaña

En su rol dentro de la campaña coordinada por la NASA/ESA, Rodríguez participará de tareas de astrometría: “Vamos a medir posiciones, de órbita y velocidades de objetos de movimiento”, explicó. Esa información es clave para mejorar los modelos sobre cómo se mueve 3I/ATLAS y qué tan precisa es su trayectoria esperada.

Más allá de la astrometría, la comunidad científica destaca que el cometa tiene características particulares: por ejemplo, observaciones del Telescopio James Webb (JWST) indican que su coma (la envoltura de gas y polvo que rodea al núcleo) está dominada por dióxido de carbono, con una proporción CO₂/H₂O muy elevada en comparación con cometas del Sistema Solar.

Otros estudios también detectaron actividad de agua a grandes distancias (más allá de 3 UA), e identificaron emisiones de radicales OH (hidroxilo), lo que apunta a procesos de sublimación inusuales para un objeto interestelar. A su vez, existe evidencia de que la superficie del cometa fue procesada por rayos cósmicos galácticos, lo que podría explicar esta composición química tan particular.

Para Natacha, su participación no solo es científica sino también educativa. Como docente, ve una oportunidad para inspirar a sus alumnos al compartir su experiencia con el cometa más mediático de este año. Ya planea ofrecer talleres astronómicos en verano en El Calafate, aprovechando cielos limpios y su pasión por enseñar. Además, difunde sus avances en su cuenta de Instagram verificada (@natachabelenrodriguez), donde comparte explicaciones, imágenes y conocimientos astronómicos.

3I/ATLAS fue descubierto el 1 de julio por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) (ATLAS/Universidad de Hawái/NASA)

Una mirada desde Santa Cruz al cosmos

La historia de Natacha Rodríguez muestra cómo el cielo patagónico se vincula con la ciencia internacional: una profesora de escuela secundaria, formada de manera virtual desde España, participa en una campaña de la NASA para observar un cometa proveniente de otro sistema estelar.

Su voz es un puente entre la astronomía de alto nivel y la educación local, con la convicción de que compartir el conocimiento del universo también puede sembrar nuevas vocaciones científicos en su provincia.

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