Ya en enero de este año el virus azotaba las costas de Perú, mutando de aves a lobos marinos. La Influenza Aviar llegó a Sudamérica a finales de 2022 y se esparció en aves en Argentina en febrero y mutó a lobos marinos recién en agosto.
Desde el inicio del mes se han confirmado casos de esta gripe en los lobos marinos de un pelo en las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Buenos Aires. En nuestra provincia, los primeros casos confirmados se dieron tras un muestreo en Punta Loyola que arrojó positivo en dos especies.
“Venimos trabajando desde febrero, cuando se detectó por primera vez la enfermedad en aves silvestres, luego en agosto se cerraron los focos en lo que respecta a las aves, silvestres y de corral. Y ahora estamos trabajando para la prevención en cada una de las regiones donde se detectaron las infecciones”, explicaron desde el organismo sanitario nacional SENASA.
A partir de ahí, las cifras siguieron en alza. Así lo indicó a La Opinión Austral la directora de Fauna del Consejo Agrario Provincial, Amanda Manero, quien señaló que, al menos hasta el inicio de la semana, ya había más de 30 casos confirmados en distintas localidades y puntos, entre los que se suman Cabo Vírgenes, Caleta Olivia y Puerto Deseado.
La ciudad de El Gorosito es, en particular, una de las más afectadas. La zona de la lobería ya suma decenas y, acorde a lo que indicó Dante Álvarez, médico veterinario del Consejo Agrario Provincial, en diálogo con Radio LU12, la cifra seguirá en alza.
“Estábamos estimando un mínimo de un 10% de mortandad, así que ya estamos suponiendo. Sobre 728 lobos que contábamos en el último censo de hace 12 días atrás, esperamos una mortandad de 70 a 100 lobos. Esa es la realidad y eso es lo que está pasando”, puntualizó sobre el estado de situación actual.
De hecho, días atrás un lobo marino de corta edad apareció en la costanera de Río Gallegos, la marea lo llevaba y lo traía y las autoridades no lograban sacarlo del agua. “Va y viene en el agua, es pequeño, pero la marea lo lleva y lo trae muerto”, contó en la oportunidad.
Situación que volvió a repetirse este martes con otro lobo marino, esta vez de mayor porte, que llegó a la costa local. Tras conocerse el hecho, las autoridades del área de fauna del Consejo Agrario Provincial acudieron a la zona con el fin de retirar los restos. Con la colaboración del Municipio y maquinarias, lograron retirar el animal y luego hacer el entierro, acorde al protocolo que establece SENASA. Todo quedó registrado.
“En este caso, como se ha avistado al lobo en estas condiciones, se ha activado el protocolo; con el CAP y el SENASA, nosotros vamos a hacer una restricción preventiva para el resguardo, más que nada por seguridad”, indicó Alejandro Cheuqueman, titular de Bienestar Animal del municipio, en diálogo con el móvil de La Opinión Austral presente en el lugar.
“Vamos a estar a la espera, seguramente tengamos más casos, pero está controlado por las áreas provinciales y del SENASA”, agregó.
Al lugar también acudió Nicolás Pereyra, veterinario agente del área de Fauna del CAP, que por su parte contó al móvil de La Opinión Austral que todo el procedimiento se realizó acorde al protocolo previsto por SENASA.
“Hay que tratar de cuidar el tránsito por la zona, no acercarse a lobos marinos ni llevar mascotas sin correa. Esas son las recomendaciones más importantes, como evitar la circulación, sobre todo para pescadores y vecinos que salen los fines de semana a pasear”, indicó.
Si bien no se ha confirmado la mutación a otras especies, sugieren evitar acercarse a cualquier animal muerto que aparezca en la zona.
“Aplica para lobos marinos o aves con sintomatología extraña, como movimientos erráticos, hay que tratar igualmente de no pisar las heces, que son fuente de propagación”, señaló el veterinario del ente provincial.
Recordó que ya tenemos casos en Punta Loyola y la advertencia es seguir manteniendo los cuidados, que son los mismos cuidados del COVID, como lavarse las manos. “No hay que preocuparse, pero sí tomar medidas preventivas, no acercarse a aves u otras especies muertas y dar aviso a las autoridades rápidamente”, enfatizó.
Al animal encontrado muerto se le hizo el hisopado correspondiente al protocolo y el SENASA confirmará si es o no positivo, sin embargo, las autoridades sanitarias y de Ambiente recuerdan que cada animal fallecido será contabilizado como muerte por gripe aviar, de forma preventiva.
A nivel nacional
La situación sobre la salud de los animales ha hecho que sean distintas las recomendaciones para quienes se acercan a las playas, por esto desde Fauna Argentina recordaron que el contagio se da solamente por contacto, ya sea a través de materia fecal, mucosa u otra vía. Por ello la recomendación es no acercarse a los lobos marinos, ni mucho menos entrar en contacto con ellos, para minimizar los riesgos.
Lo preocupante de la situación hizo que la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca y el CESMAR enviara una nota al titular del SENASA Centro Regional Sur, suscripta por el capitán de navío (RE) Julio Hoffman (director del Centro de Estudios) y el secretario general de la asociación, capitán de pesca Jorge Frías.
Mientras que en las últimas horas de este martes, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) confirmó tres nuevos casos de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) H5, detectados en lobos marinos en Claromecó y San Blas, provincia de Buenos Aires, y en San Antonio Este, Río Negro.
El Laboratorio Nacional del SENASA tomó las muestras en lobos marinos que fueron encontrados muertos en las localidades mencionadas, según un comunicado del organismo nacional.
Hasta la fecha se detectaron casos positivos de la enfermedad en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego; en el Área Natural Protegida Punta Bermeja, Río Negro; en Necochea, Buenos Aires y Santa Cruz en las localidades antes mencionadas; en Mar del Plata, Buenos Aires, y en Puerto Pirámides, Chubut, y los tres de este martes en Claromecó y San Blas.
Sin embargo, contabilizar las muertes por el virus ha sido un problema por la cantidad de especies muertas que van apareciendo en las costas del país, por lo que, al momento, sólo se trata de cifras estimativas. Santa Cruz podría superar cómodamente las 200.
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