Your browser doesn’t support HTML5 audio
En un emotivo acto de solidaridad y dedicación hacia un perrito, un grupo de vecinos en Río Gallegos unió fuerzas para mejorar su calidad de vida.
El drama comenzó a desarrollarse el año pasado cuando los residentes del Pasaje Mouesca notaron el deteriorado aspecto del perro de uno de sus vecinos. Sin embargo, tras charlar con la dueña, se descubrió que el perro no estaba en esa situación debido al abandono o maltrato, sino a su comportamiento naturalmente hostil, lo que complicaba cualquier intento de ayuda.
“Anteriormente habíamos intentado buscarlo para llevarlo a la peluquería, pero era imposible por su comportamiento, nos quería comer vivos. Intentamos de todas las maneras y no pudimos”, indica Agostina Perea, quien compartió habló con La Opinión Austral y compartió la historia a través de un conocido grupo de animales de Río Gallegos.
Después de varios intentos fallidos por parte de la comunidad para acercarse al animal, coordinaron con un veterinario local para llevar a cabo una peluquería de emergencia en el domicilio del perro, dado su comportamiento peligroso cuando se lo intentaba trasladar- “Era indomable”, dijo Agostina en comunicación con La Opinión Austral.
“Tuvimos que organizar con el veterinario para sedarlo. Al principio no podía ni acercarse el veterinario asique optamos por sedarlo con comida. Una vez sedado, seguía queriendo atacar por lo que tuvimos q llamar a los enlazadores”, indica la publicación.
El proceso fue todo menos sencillo. La tarea de limpieza y cuidado del pelaje del perro demandó hasta cinco horas de arduo trabajo, durante las cuales el equipo debió trabajar con extrema cautela para evitar cualquier incidente. Sin embargo, gracias a la dedicación y determinación del equipo, lograron tener éxito en su misión.
“Quiero agradecer al veterinario, al señor Millapel y a los enlazadores por habernos ayudado”, comentó Agostina en referencia a quienes fueron fundamentales para garantizar la seguridad de todos los involucrados.
La Fundación Narices Frías también desempeñó un papel crucial en esta historia de rescate, proporcionando ayuda y recursos financieros para cubrir los costos de la atención veterinaria.
Gracias a esta notable muestra de colaboración y compasión, el perrito del Pasaje Mouesca ha experimentado una transformación significativa en su calidad de vida.
Las imágenes adjuntas muestran el proceso de rescate y cuidado del perro, sirviendo como testimonio visual de esta historia.
Leé más notas de Nicolás Farias
Compartir esta noticia