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Hace poco más de un año, en agosto del 2022, la falta de una marca de ansiolíticos en farmacias puso en agenda la salud mental. Sucedió luego de que pacientes y profesionales de la salud advirtieran que el Rivotril no se comercializaba en el país.
De hecho, a principios de octubre, la directora de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la OMS, Dévora Kestel, señaló que tras la pandemia aumentó un “25 % la gente con depresión y ansiedad” en el mundo y alertó sobre el impacto del “cambio climático en la salud mental” de los jóvenes “preocupados por un futuro incierto”.
Los datos y las estadísticas hablan por sí solas. Santa Cruz, es de recordar, es una de las provincias con un alto índice de suicidios y de consumo problemático de sustancias, pero apenas si existen datos concretos.
Sólo para considerar algunas cifras en el último año: en números, sólo una de las farmacias céntricas de Río Gallegos vendió durante el 2021 un estimado de 1.820 cajas del fármaco (Rivotril) que, por lo general, se presenta en cajas de entre 15 y 60 comprimidos de entre 0.25 y 2 miligramos.
Las benzodiazepinas son medicamentos psicotrópicos con efectos sedantes, ansiolíticos, antiepilépticos, amnésicos y miorrelajantes. Entre las más comunes se cuentan el diazepam (Valium), el alprazolam (Xanax) y el clonazepam (Klonopin, Rivotril).
Las mismas actúan sobre el sistema nervioso central, producen sedación, sueño, alivian la ansiedad y los espasmos musculares y previenen las convulsiones.
En números
Si de obras sociales hablamos, la Caja de Servicios Sociales de Santa Cruz registra cifras que, cuanto menos, son para analizar.
Desde el 1 de enero del 2023 a septiembre, la obra social estatal prescribió 5.732 Alprazolam, un fármaco de la familia de las benzodiacepinas que se utiliza para el tratamiento de los estados de ansiedad. Esto implicó una facturación de 14 millones 200 mil pesos.
Más datos indican que, en el mismo lapso, se recetaron 10.515 Clonazepam en toda la provincia, cifra aún mayor que la monodroga anterior. Para eso, se destinaron casi 19 millones de pesos.
Estas cifras monetarias incluyen lo que cubre la Caja de Servicios Sociales y el porcentaje que abona el afiliado que, dependiendo si tiene Certificado Único de Discapacidad o es paciente crónico, la cobertura alcanza el 100 % o el 70 %, siendo el mínimo de cobertura del 50 %.
Otras drogas, como el ácido valproico, un fármaco estabilizador del estado de ánimo, alcanzan las 2.281 prescripciones en lo que va del año, alcanzando más de 18 millones de pesos. La Levomepromazina, un fármaco perteneciente al grupo de las fenotiazinas antipsicóticas, sumó 1.126 prescripciones por un costo de 4 millones 600 mil pesos.
Todas estas cifras responden a la provincia en su totalidad, pero no considera, además, obras sociales privadas y pacientes particulares. Por lo que las cifras escalarían aún más.
“Yo creo que la gente no es consciente de la cantidad de medicamentos que se expiden, que se prescriben, que se venden y la plata que representan”, señaló una fuente farmacéutica a La Opinión Austral.
Estos medicamentos, en muchas oportunidades, se recetan combinados con otros fármacos, dependiendo el diagnóstico.
“Del listado de los 10 medicamentos más vendidos en la República Argentina, en los 5 primeros, hay dos medicamentos psicotrópicos que son benzodiazepinas, el Clonazepam y el Alprazolam, el famoso Alplax o el Clonagin o el Neuril, hay diferentes marcas”, señaló el psiquiatra Mauro Morelli a La Opinión Austral.
“Como sociedad no estamos teniendo una dimensión de la gravedad de la situación de la automedicación en benzodiacepinas“, señaló.
“Con benzodiazepinas vienen auto-medicados, yo propongo la deshabituación de benzodiazepina, que es un tratamiento frecuente y fácil de hacer, y hay mucha resistencia por los años o la costumbre, es decir, la habituación al consumo de esos medicamentos”, agregó.
Sin embargo, coinciden en que se debe trabajar más en la prevención de la salud mental y naturalizar la psiquiatría despojada de estigmas. Es que lejos de demonizar el uso de fármacos, hay que poner el tema en agenda.
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