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Río Gallegos sigue sumida en el dolor y la indignación tras el asesinato del empresario Nelson Ariel Romero, de 56 años, cuyo cuerpo fue encontrado semi enterrado en un descampado a las afueras de la capital santacruceña. Romero, quien había estado involucrado en política y era dueño de la empresa de seguridad “Romero Sistemas“, fue brutalmente asesinado por José Cabrera, un suboficial del Ejército Argentino que ahora se encuentra detenido en la Comisaría Primera.

Este domingo, tras una semana de profunda angustia, familiares y amigos de Romero dieron el último adiós al empresario en la cochería Rams de Río Gallegos. El velatorio comenzó esta mañana cerca de las 8 de la mañana y continuó hasta horas del mediodía. En las inmediaciones de la sala velatoria se pudieron ver los vehículos de la empresa de seguridad y a un grupo importante de allegados que se acercaron a despedir al empresario.

Según pudo saber La Opinión Austral, los restos del empresario asesinado no descansarán en la capital santacruceña, sino que serán trasladados hasta Villa de Merlo, localidad ubicada en San Luis, provincia natal de Romero.

El viernes por la noche, tras tres días de intensa búsqueda, los restos de Romero fueron hallados en un terreno sin lotear, cerca de las calles 38 y 63, en la periferia de Río Gallegos. El cuerpo estaba semi enterrado, con solo el rostro visible. Los primeros indicios señalaban que había sido ejecutado con un disparo en la cabeza, lo cual fue confirmado posteriormente por la autopsia, que determinó que la causa de la muerte fue una “hemorragia intracerebral por proyectil de arma de fuego”.

A pesar de la confesión del suboficial Cabrera, el Juzgado de Instrucción N°2, a cargo de Fernando Zanetta, ha ordenado nuevas medidas para esclarecer completamente las circunstancias del crimen. Durante el fin de semana, una comisión de la División de Investigaciones (DDI) y Criminalística allanó la vivienda de Cabrera en busca de evidencias adicionales. Las pruebas realizadas con luminol revelaron rastros de sangre en la bacha de la cocina, el lavarropas y en una campera negra, evidencias que el sospechoso habría intentado ocultar.

Además, se secuestró un chip de teléfono que podría estar relacionado con el celular de Romero, descartado por Cabrera tras adquirir uno nuevo con dinero transferido desde la cuenta del empresario. A pesar de la confesión, los investigadores aún intentan reconstruir el recorrido de la camioneta de Romero, que fue hallada estacionada cerca de la casa de Cabrera con signos de haber sido manipulada, lo que añade más interrogantes al caso.

Mientras la comunidad de Río Gallegos clama por justicia, la familia de Nelson Ariel Romero enfrenta una pérdida irreparable. Iris Romero, hermana de la víctima, expresó su dolor y gratitud en redes sociales: “Ariel siempre estará en nuestros corazones; te amaremos por siempre“, escribió en un emotivo posteo que rápidamente se llenó de mensajes de apoyo.

El brutal asesinato de Nelson Ariel Romero ha dejado una profunda herida en Río Gallegos, una ciudad que ahora enfrenta la oscura realidad de un crimen que ha estremecido a todos. La justicia sigue su curso, mientras una comunidad entera espera una condena ejemplar para el responsable de tan atroz acto.

EN ESTA NOTA Nelson Ariel Romero

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