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En el marco de la 110° Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2024 y con el lema “Dios camina con su pueblo”, el equipo de la Pastoral Migratoria de la Diócesis de Río Gallegos comenzó el Mes del Migrante con una misa en la catedral de Río Gallegos.

Las comunidades migrantes del Centro GallegoBoliviaParaguayPerú, República DominicanaMéxicoPanamá y Corrientes aportaron todo el colorido de sus vestimentas, advocaciones de la virgen y santos y banderas de sus lugares de origen.

 

Con una misa en la catedral, se inició el Mes del Migrante. Foto: gentileza Pastoral Migratoria

Seguidamente, en procesión y portando sus imágenes y banderas, se trasladaron al izamiento, como una forma de hacer visibles sus identidades culturales, oportunidad en la que la comunidad boliviana presentó un baile típico.

Desde la Pastoral Migratoria, que cumple 24 años de actividad, expresaron que “durante este tiempo, la Pastoral Migratoria ha sido fiel a su misión de ‘acoger, promover, proteger, integrar y celebrar’ la vida de cada persona que llega a nuestra tierra”.

Migrantes panameños participaron de la jornada. Foto: Juan Palacios/La Opinión Austral

A lo largo de estos años, sostuvieron: “Hemos tejido puentes entre culturas, celebrado la diversidad y animando la integración. Nos hemos esforzado por ser una voz que promueve la dignidad y los derechos de los migrantes”.

Además, destacaron que así como han sido “testigos de historias de esperanza y resiliencia, acompañando a quienes llegan con sus mochilas cargadas de sueños y desafíos”, también “hemos sido testigos de tratos injustos hacia los migrantes“, situaciones que señalan se han observado “tanto en organismos públicos responsables de su acogida como en ámbitos privados”.

La comunidad boliviana presentó un baile típico. Foto: Juan Palacios/La Opinión Austral

Asimismo, marcaron: “Nos preocupa el cierre de oficinas migratorias de El Calafate, lo cual complica e impide la integración de los migrantes. Estas situaciones nos recuerdan la importancia de nuestra tarea y la necesidad de seguir abogando por políticas que faciliten y no obstaculicen la integración de nuestros hermanos migrantes”.

“Nuestra experiencia nos ha enseñado que la migración, antes de ser ‘un problema’, es una realidad que nos invita a crecer en fraternidad. Se trata de no excluir a nadie, de comprender que hay lugar para todos porque “todos somos parte de una misma familia humana’, como menciona el papa Francisco en la Cara Encíclica Laudato Sí”, manifestaron .

Con la imagen de la virgen de los Milagros de Caacupé. Foto: Juan Palacios/La Opinión Austral

Cabe mencionar que el Mes del Migrante cerrará el 26 de octubre con el Encuentro de Comunidades Migrantes, donde cada comunidad compartirá su gastronomía en una cena compartida con bailes y música típica.

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