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Este miércoles, una tragedia sacudió a Río Gallegos: Roberto Antonio Román, bombero retirado de 52 años, perdió la vida mientras jugaba al pádel en la cancha de Mundo Pádel, ubicada en la calle Corrientes al 200. Durante un partido con tres compañeros, sufrió un infarto repentino y, a pesar de los esfuerzos por reanimarlo, falleció en el lugar.
Su hermano, el Suboficial Escribiente Fabián Román, integrante de la Superintendencia de Bomberos, estuvo presente durante el fatídico episodio y compartió un desgarrador testimonio a través de su cuenta de Facebook. “El partido más difícil de mi vida”, escribió en varios tramos de su mensaje para describir lo ocurrido y reflexionar sobre las fallas en la atención médica.
Fabián comenzó su publicación expresando: “Quiero agradecer a todas las personas, familiares, amigos, padeler@s y compañeros de trabajo. Que fueron a darle el último adiós a una gran persona como lo es Roberto Antonio Román. Que con 52 súper jóvenes años falleció realizando una actividad deportiva que amaba”.
Continuó relatando lo sucedido en la cancha: “Me tocó jugar el partido más difícil de mi vida junto a 2 compañeros más que hicieron todo lo que tenías a mano para que Robert no se muera, para los amigos de la cancha de atrás que también se pusieron a disposición automáticamente”.
Con profundo dolor, describió los desesperados intentos por salvarlo: “Entre incertidumbre y miedo puse en marcha lo aprendido en el paso del tiempo en la profesión de Bomberos, reanimando 2 veces a mi hermano que ya hacía tendido en el suelo”.
“La falta de preparación es notoria”
Fabián mencionó igualmente las deficiencias en la respuesta del personal de emergencias: “Se agradece la colaboración del personal del complejo, los cuales activaron el sistema de emergencias rápidamente. Pero aquí comienzan las fallas del personal médico que llega al lugar sin preparación y con una innumerable cantidad de dudas”.
Detalló irregularidades como “un desfibrilador que no usaron, murmurando (sin carga) un botellón de oxígeno vacío, y un resucitador autoinflable (ambu) que tampoco usaron”.
Criticó además que colocaron a Roberto en una camilla blanda que imposibilita continuar con el RCP, en vez de una tabla rígida: “No realizaron la empaquetadura de la víctima, lo que provocó el mal traslado de la persona hacia la ambulancia”.
Sobre el aviso al hospital, expresó: “Cuando se brinda la información por teléfono al hospital se avisa de un desmayo, un posible infarto y que se estaban realizando el masaje Cardio pulmonar y bajaron preguntando ‘¿cuál es el hombro dislocado?'”, y reclamó: ¡La falta de preparación es notoria mal!”.
Agregó que si bien “no debería estar hablando así ya que soy un prestador de un servicio público como el de Bombero”, también insistió en la necesidad de que se tomen medidas para evitar situaciones similares: “Las autoridades tomen cartas en el asunto y brinden las capacitaciones correspondientes para poder estar a la altura”.
En tal sentido, el hermano del vecino fallecido remarcó que “se debe tratar una ley de habilitación comercial donde en los complejos educativos, deportivos, gimnasios, locales nocturnos y donde concurre gente de forma masiva, se encuentren equipos DEA y un personal por turno con la capacitación correspondiente de uso y asistencia”.
Fabián cerró su relato con una emotiva reflexión: “Nada que no se merezca alguien que el mismo día de su deseos estaría colaborando en un incendio de basura en nuestra ciudad. Gracias a todos y en especial a vos Robert (pelado) por todo lo que hiciste en esta vida. Espero sirva para que algunas cosas cambien !!! (El partido más difícil de mi vida)“.
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