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La lucha de Graciela Suárez aún no termina. Luego de haber sido sometida a dos cirugías para remover una grave infección renal, la querida vecina de Río Gallegos deberá volver al quirófano este martes a las 18 horas debido a complicaciones en su recuperación.

Desde el sábado, Suárez permanece internada en el Sanatorio Anchorena de Buenos Aires. Nunca recibió el alta médica porque no dejaron de bajarle la fiebre ni los dolores. En las últimas horas, su cuadro se complicó aún más: su riñón izquierdo acumuló líquido, lo que la obliga a someterse a una nueva intervención.

“No doy más del dolor”

Desde la habitación 208 del sanatorio, Suárez habló con La Opinión Austral y relató con crudeza el difícil momento que atraviesa:

“Me hicieron las dos cirugías para poder sacarme todo lo que tenía dentro. Me hicieron la del corte en la espalda y por abajo, con láser. Me colocaron dos sondas. El domingo me sacaron una y solo me quedó la de la espalda porque ya no tenía dolor”, explicó a La Opinión Austral.

Sin embargo, su situación dio un giro inesperado en las últimas horas. “Ayer empecé a levantar fiebre con 38, 39, y hoy a la mañana (martes) ya amanecí hinchada. ¡No sabés cómo estaba! Es la parte del riñón izquierdo. Se ha acumulado líquido”, describió angustiada.

Ante este nuevo cuadro, los médicos decidieron intervenirla nuevamente para colocarle nuevas sondas que ayuden a drenar la zona afectada. “Voy a entrar al quirófano de nuevo. El doctor me dijo que me pondrán otras sondas para que drene toda esa zona. No doy más del dolor”, expresó.

Una recuperación complicada y semanas de lucha

Desde hace semanas, Graciela Suárez enfrenta una batalla médica y económica en Buenos Aires. A mediados de enero, viajó junto a su hijo Mauro para ser tratada por una infección grave en su riñón izquierdo y una piedra de gran tamaño en la vía urinaria.

Su cirugía estaba programada inicialmente para el 3 de febrero, pero fue suspendida por falta de insumos médicos. Finalmente, fue operada el 8 de febrero, aunque la autorización de su obra social llegó apenas diez minutos antes del procedimiento, generando gran angustia.

La intervención consistió en dos cirugías simultáneas, una con corte en la espalda y otra con láser, para remover por completo la obstrucción y la infección. Aunque parecía que su recuperación avanzaba, las complicaciones surgieron rápidamente.

El apoyo de la comunidad sigue firme

A lo largo de este proceso, la comunidad de Río Gallegos ha estado acompañándola con una impresionante muestra de solidaridad. Apenas se conoció su situación, se organizó una campaña de recaudación con la que se logró reunir $120.000 en menos de 24 horas para ayudarla con los gastos en Buenos Aires.

Suárez, fundadora de la Red de Mujeres Solidarias, siempre dedicó su vida a ayudar a los demás. Hoy, es ella quien necesita apoyo. “Estoy acostumbrada a ayudar, ayudar y ayudar, pero nunca he sentido el cariño de la gente tanto como ahora”, había dicho días atrás con emoción.

Una batalla que aún no termina

Mientras se prepara para entrar nuevamente a cirugía, Suárez enfrenta otro desafío en su recuperación. La intervención de este martes será clave para evitar nuevas complicaciones y permitirle finalmente mejorar su estado de salud.

Desde Río Gallegos, amigos, vecinos y quienes han seguido su historia continúan enviándole fuerzas y apoyo en este difícil momento. Su lucha aún no ha terminado, pero la solidaridad de toda una ciudad sigue acompañándola en cada paso.

EN ESTA NOTA Graciela Suarez

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