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Las oficinas de Camuzzi Gas del Sur estuvieron colmadas este martes por vecinos que fueron a consultar cómo resolver la doble facturación de este mes, luego de que la Justicia levantara la medida cautelar y se aplicaran las subas.

Por otro lado, las organizaciones sociales, a las que se les está cobrando el servicio como comercios, también están sufriendo el embate de la facturación.

Para “sobrevivir un mes”, la Biblioteca Popular Kunfi Quirós necesita reunir, sólo para cubrir servicios e incluyendo teléfono y alarma, alrededor de 220 mil pesos.

En septiembre “llegó un poco menos, me da miedo”, señaló la directora Mirena Barrientos a La Opinión Austral sobre la factura de 93 mil pesos, comparada con la que llegó en agosto de 100 mil.

La biblioteca pagó la factura, pero Barrientos advierte que “lo que más me aterra es el corte de servicio porque sale el triple (la reconexión). Si llega otra factura al toque, nos mata”.

Recordó que los montos pasaron de 8 a 40 mil pesos y este ya es el tercer mes que ronda los 100 mil.

“Estamos esperando que salga la resolución del subsidio nacional para organizaciones, ya que descuentan hasta 30-40% para las que están inscritas en CENOC. Nuestra esperanza es que ya vengan las facturas de electricidad y gas con el descuento y nos alivie un poco“, sostuvo sobre la inscripción que ya realizaron.

Cerrando, Barrientos manifestó: “Ojalá pudiéramos desprendernos de estar gran parte del mes pensando en cómo pagar servicios y aprovechar ese tiempo para seguir pensando y generando más servicios y actividades para la comunidad”.

Para el Club de Leones la factura de este mes es de 355 mil pesos. La anteriores había sido de 280 mil. Sixto Robles, su presidente, manifestó a La Opinión Austral: “A nosotros se nos pone la chancha overa porque vamos a tener que hacer muchas actividades de recaudación para poder solventar el gas, sino la vamos a ver en figurillas dentro de dos o tres meses”.

“Nos tienen catalogados como si fuéramos un comercio y nuestra organización es sin fines de lucro, donde funciona un establecimiento educacional para chicos con discapacidad, dependiente del Consejo Provincial de Educación, de la EPJA N° 4 y después tenemos el salón donde organizamos bingos para recaudar para poder solventar todos los gastos que tiene el mantenimiento de la casa, pintura, jardines, pago de servicios, roturas que se ocasionan eventualmente”, explicó.

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