Your browser doesn’t support HTML5 audio

En cada acto militar de Río Gallegos es habitual ver a un pequeño vestido con uniforme de soldado hecho a su medida. Se trata de Martino Báez, de 7 años, quien, desde hace tres años, se enamoró del Ejército Argentino tras conocer la historia de José Honorio Ortega, el único santacruceño caído en combate durante la guerra de Malvinas.

WhatsApp-Image-2024-12-12-at-17.57.40-1-728x485WhatsApp-Image-2024-12-12-at-17.57.40-1-728x485
FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Este miércoles, fiel a la tradición, Martino, acompañado de su familia, estuvo presente en la Plaza de Armas de la Guarnición del Ejército, donde el coronel de caballería Julián Andrés Massi Filippa asumió oficialmente el liderazgo de la XI Brigada Mecanizada. La imagen del nene con su uniforme fue captada por La Opinión Austral.

El día de ayer marcó el final de un ciclo para el coronel mayor Gustavo Adrián Sívori, quien concluyó su mandato de dos años al frente de la brigada. Para Martino, la jornada fue especialmente emotiva, ya que Sívori le regaló su uniforme militar e incluyó al niño en cada juramento y acto en el que la fuerza tuvo un rol protagónico .

El niño, que en enero cumplirá 8 años, acompañado de sus abuelos Carlos Cortez y Teresa, visitó los estudios de LU12 AM680 para recordar los inicios de esta pasión que cada día cobra más fuerza. También compartió las emociones que le provocó el evento de ayer, marcado por la despedida de un amigo.

Martino Báez en la despedida del coronel mayor Gustavo Adrián Sívori. FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL.

“Esto empezó hace 3 años, con esta historia de que le gustaba lo que era militar y esas cosas, y yo como abuelo le empecé a incentivar. Después él decidirá lo que quiera hacer el día de mañana, será cuestión de él. Pero me gustó que algo de eso le interesara”, comenzó explicando Carlos.

Además, aseguró que “empezó a escuchar las marchas de San Lorenzo, de las Malvinas. Se sabe todas las letras de ellas y así comenzó esta historia que no sabemos el final todavía, pero ojalá sea lo que a él le guste”.

En tal aspecto, Martino destacó a La Decana de la Patagonia que “fui a muchas marchas militares”, al tiempo que reafirmó que “desde chiquito escuchaba siempre las marchas y sí desfilé, yo hacía el saludo uno”, conocido como saludo de orden.

Su gran interés por el Ejército, según precisaron sus abuelos, comenzó por las Malvinas, más precisamente por el heroico accionar de José Honorio Ortega, quien perdió la vida en la guerra de 1982.

FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

“Lo que le atrae mucho a él es el soldado Ortega, porque le han contado en la escuela. La verdad que de parte nuestra, de la madre y el padre, no somos militares ni mucho menos”, aseveró su abuelo.

Este interés particular por el único santacruceño caído en el conflicto del Atlántico Sur llevó a Martino a hablar con los padres de José Honorio, Sonia Cárcamo y José Ortega, con quienes compartió un entrañable momento. El niño, visiblemente emocionado, recordó: “Sí, conocí a la mamá y papá del soldado Ortega y le dije a la mamá: ‘Quédese tranquila porque él está descansando en paz‘”.

“Él abrazó a la mamá y lloró. Fue mi hija la que fue con él y me contó”, añadió su abuelo. Teresa, por su parte, destacó que “se despertó la vocación, se está inclinando al Ejército”.

Respecto al fuerte vínculo que Martino y su familia crearon con Sívori, Carlos, quebrado por la despedida, comentó: “Ayer se fue un amigo. Con él empezamos. Le empecé a contar la historia de mi nieto y él se entusiasmó”. A propósito, relató cómo su nieto consiguió su traje militar gracias al coronel mayor.

El coronel mayor con su pequeño amigo Martino Báez en el acto por el Día de la Bandera en 2023. FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

“Él empieza a ir a los actos con su ropita que tenía: buzo de camuflado, campera camuflada. Y ahí lo conoció a Sívori. Fue él quien me llamó para hacerle el uniforme como tenía que ser, le pusieron las insignias del Ejército Argentino y le dieron una boina”, remarcó.

En ese mismo tono, Martino aseguró: “Yo soy amigo del coronel Gustavo Sívori hace tres años” y enfatizó su deseo de “ser militar”. De hecho, en el acto de este miércoles, se emocionó hasta las lágrimas al despedir a Sívori. “Es muy sensible en esas cosas y es chiquito todavía”, mencionó su abuelo, y agregó: “Esas cosas te llegan en el alma”.

Recordó también que “en todo evento donde estaba el coronel, él iba. Y si ves fotos de las juras, Sívori lo ponía al costado o al frente de él. Era un invitado que iba siempre”.

Finalmente, indicó que, aunque su nieto no tuvo la oportunidad de conocer al coronel Julián Massi Filippa, quien asumió oficialmente el liderazgo de la XI Brigada Mecanizada, “yo creo que va a seguir yendo a los actos mientras no lo prohíban, porque es lo que le gusta, pedir permiso e ir”.

Leé más notas de La Opinión Austral

Noticias relacionadas

El coronel Julián Massi Filippa asumió el liderazgo de la Brigada XI

El coronel Julián Massi Filippa asumió el liderazgo de la Brigada XI

El Coronel Gustavo Sívori finaliza su mandato en la XI Brigada Mecanizada: quién lo reemplazará

El Coronel Gustavo Sívori finaliza su mandato en la XI Brigada Mecanizada: quién lo reemplazará

Ver comentarios