La crisis económica afecta a todos los sectores y la suba de precios impacta de lleno en el bolsillo de las familias. Hacer las compras cuesta cada vez más y, con la actual situación, se agudizaron los problemas para llenar las heladeras y alacenas.
Días atrás, La Opinión Austral recorrió carnicerías locales y supermercados para conocer no sólo valores sino, también, el comportamiento que tienen hoy los consumidores.

“La gente siempre va a comer carne, eso no cambia, pero sí cambian de corte o bajan la cantidad, pero eso es así”, señaló un empleado de comercio en una de las carnicerías de la ciudad en esa oportunidad.

¿Qué es lo que llevan? Por ejemplo, lo que la gente suele consumir son mayormente cortes que son para milanesa o bife o bien carne picada, además de pollo, que es lo más económico en mostrador.

“En cantidades llevan menos, capaz. En lugar de llevar dos kilos, te llevan uno. La piensan mucho, o sea, la gente obviamente siempre piensa en lo que va a comprar, pero cuando viene y se encuentra con los precios, lo primero que hace es recular”, mencionó además.

En la verdulería el escenario es el mismo. Con los aumentos, el cambio en el hábito de consumo se nota mucho.

El aumento del combustible, además, es un factor clave para que la verdura pueda llegar a los comercios y supermercados con precios altísimos. En frutas, todo lo que llega desde afuera, como kiwi, ananá y paltas son los más caros, pero lo local o nacional no se queda muy lejos.

El kilo más económico no baja de 950 pesos, mientras que en varias ya alcanzaron los 1.500. FOTOS: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

“Se llevan cuatro papas en lugar de un kilo o dos. Los clientes son los mismos, pero llevan menos cantidad. Antes llevaban un kilo o dos de tomates, ahora llevan dos tomates. Así con todo, una zanahoria, un morrón y así”, contó un verdulero local.

En panaderías, sin embargo, el escenario difiere en el sentido en que el consumidor, por lo menos en Río Gallegos, compra la misma cantidad, sin importar el valor. Acorde a lo que indicaron desde los comercios, las harinas son un punto casi innegociable para los usuarios. “La gente viene y compra igual, es increíble, por ahí deja de comprar algunas cosas, pero el kilo de pan se lo lleva igual”, señaló una empleada de una panadería sobre calle Chacabuco.

En precios

En las verdulerías la suba se nota, con amplia diferencia, en esas frutas y verduras que vienen de afuera. Desde la banana de Ecuador a la palta de Chile, hasta la papa que llega desde Mendoza y Córdoba.

La papa oscila los 600 pesos por kilo de lo más elevado en verduras. FOTOS: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

¿Lo más caro? El morrón, por ejemplo, es una de las verduras más caras. En una verdulería alcanzó los 2.600 pesos el kilo de morrón rojo y amarillo y el verde a $ 2.100. Otra, más económica, tenía el kilo de morrón entre 1.200 y 1.900 pesos el rojo. Mientras que, por ejemplo, el kiwi ya está en $ 3.400.

La palta, por ejemplo, oscila en los 3.200 y 4.300 pesos el kilo, según si es nacional o traída desde Chile. Mientras que, por ejemplo, el kilo de mandarina está 630 pesos, el kilo de cebolla a 300, el kilo de papas a 600 pesos y la bolsa de papas ya está en 9.500 pesos. El maple de huevos superó los dos mil pesos hace varias semanas y ya está en 2.300 pesos.

La palta traída de Chile ya supera cómodamente los 4 mil pesos. FOTOS: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Las subas, coinciden, se dan según la producción, si en el mercado entra mucho tomate, el precio baja. La fórmula hasta ahí es bastante simple: ley de oferta y demanda. Hoy, por ejemplo, la papa está entrando desde Mendoza y Córdoba por las inundaciones en Buenos aires, por ende, la producción es menor y su precio, en consecuencia, mayor.

El aumento del combustible es un factor clave, coinciden los comerciantes de este rubro, para que la verdura llegara a precios elevados, porque el ingreso de mercadería es constante en este sector, es decir, el acopio no es tan elevado.

En frutas, todo lo que llega desde afuera, como kiwi, ananá y paltas son los más caros, pero lo local o nacional no se queda muy lejos. La diferencia, coinciden una vez más, es la cantidad que se llevan las familias.

El pan, sagrado

Empleados de este rubro coinciden que en términos de cambios de hábitos, esto no se da en cuanto a los panificados, a pesar de que, por ejemplo, la docena de facturas hoy está en 2.500 pesos. El pan varía apenas unos pesos, según el comercio.

Las panaderías que lo tienen más económico oscilan entre los 850 a 950 pesos. Sin embargo, no es la norma. La mayoría oscila en los 1.000 y 1.500 pesos. “Pero la gente compra igual, acá hay una costumbre muy arraigada y capaz se quejan o dicen algo, pero el pan se lo llevan igual y las facturas del domingo también”, dijo una empleada de una panadería céntrica, sobre la avenida San Martín.

El kilo de pan sigue subiendo pero se lleva igual. FOTOS: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

En balance

¿Cuánto cuesta comer para una familia? Si se piensa en un plato que integre carne, verdura y se suma el pan, los costos resultan altísimos.

Por ejemplo, tomando la referencia de carnicerías que, en sus precios, tienen el kilo de cuadril en cinco mil pesos, nalga a 4.900 pesos o el de cuadrada a 4.700 pesos y sumando el ticket promedio en una verdulería, que hoy no baja de los cinco a seis mil pesos. Y si se agrega el pan, por ejemplo, que suma otros mil pesos. Con este panorama, la compra para economía del hogar para un almuerzo o cena no baja de 10 mil pesos. El panorama de este modo es cada vez más complejo.

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