La pandemia de Covid-19 ha paralizado muchos aspectos de la vida cotidiana, pero hay algunos a los que ni el virus más fuerte puede parar: la solidaridad. En estos tiempos, donde el aislamiento social pareciera alejar más a la gente, algunos vecinos demuestran que, a pesar del distanciamiento físico, están más cerca que nunca.

Por eso, en los barrios de Río Gallegos se vienen desarrollando distintas actividades solidarias que buscan ayudar a las familias más vulnerables. Desde la Asociación Pro Ayuda del Barrio San Benito vienen realizando almuerzos y meriendas solidarias para colaborar con aquellos vecinos que más lo necesiten.

Petrona López, es la presidenta de la Asociación Pro Ayuda de ese barrio y contó a La Opinión Austral cómo están trabajando en esta época tan compleja. Un grupo de mujeres y miembros de la comisión directiva de la asociación está colaborando con el objetivo de cumplir con la labor solidaria.

FOTO: Asociación Pro Ayuda del Barrio San Benito, Río Gallegos.

“Todo lo que hacemos es a pulmón con la ayuda de algunos comercios y vecinos” aseguró Petrona y resaltó la solidaridad de las personas que realizan donaciones de manera desinteresada para ayudar a los que menos tienen.

La referente comentó que a raíz del esfuerzo realizado logran brindar dos almuerzos solidarios a la semana, repartiendo un total de 160 porciones a las familias más necesitadas. Además, entregan todos los días la merienda para los vecinos del barrio. Petrona explicó que esto es gracias a las donaciones de Desarrollo Social de la provincia y la panadería Libertad del barrio San Benito.

Foto: Asociación Pro Ayuda del barrio San Benito, Río Gallegos.

El inmenso esfuerzo de estos héroes y heroínas se logra gracias a la impresiona labora de tres cocineras y dos colaboradores que se ponen la tarea al hombro. El reducido número de personal colaborando se debe a la necesidad de cumplir con todas las medidas de prevención, para evitar contagios de coronavirus.

A pesar de estas restricciones, desde la Asociación Pro Ayuda preparan 45 litros de chocolatada todos los días para repartir entre los niños y las niñas del San Benito. Además, según contó la presidenta, llevan un control de los vecinos que se acercan a la sede a buscar retirar el almuerzo y la merienda. Esto último, es para evitar la acumulación de personas y proteger la salud de la comunidad.

Estas acciones demuestran que el esfuerzo mancomunado de vecinos, comerciantes y organizaciones interesadas en los demás, generan un verdadero impacto en la vida de las familias que lo necesitan. Sin dudas, estos ciudadanos dan un gran ejemplo de empatía y solidaridad.

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