El economista José Luis Espert precisó a Santa Cruz Produce que es incierta la “onda expansiva de la crisis cambiaria”. No obstante, diagnosticó que la economía y la actividad industrial se enfriarán, mientras que los salarios quedarán por debajo de la inflación.

El martes 15 de mayo último vencieron en la República Argentina más de 600 millones de pesos en títulos de deuda a corto plazo emitidos por el Banco Central de la República Argentina (BCRA conocidas como Lebac.

En aquella jornada el Banco Central renovó el 100 por ciento de los bonos de deuda y colocó $ 5.000 millones adicionales en el mercado, según los especialistas este escenario se desarrolló en medio de una corrida cambiaria dinamitando las reservas del BCRA, perdiendo 9 mil millones de dólares.

El economista José Luis Espert (autor del libro La Argentina Devorada) alertó en una entrevista con Santa Cruz Produce que aún no se conocen los verdaderos límites de la onda expansiva de esta nueva crisis cambiaria.

Pues con un dólar que se encareció un 25% en lo que va del año, las tasas a un 40% generando un encarecimiento de 13,6 puntos promedio en sus costos operativos de reabsorción de pesos y una inflación anual que podría trepar hasta un 30%, la economía se enfriará y el impacto en el sector industrial será negativo.

Déficit

Espert sostuvo que las actuales turbulencias económicas que padecemos los argentinos son producto de continuar con las mismas acciones de los últimos 70 años en materia fiscal, que es “gastar y alimentar el déficit hasta que la sangre llegue al río. Si bien se puso un freno antes, el déficit creció hasta que la situación externa no dio para más y Argentina no pudo acceder a más crédito”.

De acuerdo a datos oficiales, en febrero de este año la recaudación fiscal aumentó 37,7% alcanzando los $ 235.666 millones. En marzo los ingresos a las arcas públicas totalizaron $ 238.836 millones y en la comparativa interanual marcó una mejora del orden del 12,5% interanual. En abril ascendió a $ 236.227 millones y representó un incremento del 25,7% respecto a igual mes del año pasado según la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Sin embargo, a pesar de que la recaudación fue positiva y si bien podría marcar un proceso de reacomodamiento de las finanzas públicas, “Argentina llegó al límite de lo que el mundo estaba dispuesto a prestarle, fue el mayor colocador de deuda durante dos años en el mercado de capitales. El mundo experimentó una serie de cambios y ello generó que dejen de prestar dinero al país”, explicó Espert a Santa Cruz Produce.

Al cerrarse estas puertas de financiamiento, el presidente Mauricio Macri decidió ir al Fondo Monetario Internacional buscando generar un piso de estabilidad junto a las acciones llevadas adelante por el Banco Central y el Ministerio de Finanzas que se vieron en la obligación de salir “en dos jornadas consecutivas a ofrecer US$ 5 mil millones a $ 25 pesos como lo hizo el Banco Central”.

En paralelo, la moneda estadounidense marcó una suba histórica en un sola jornada con un 7% mientras se acentuaba a venta de Lebac.

Disparidad cambiaria

En este escenario se prestó atención a la voz del sector industrial del país, en los últimos años demandaron a la Argentina hacer la corrección del precio del dólar respecto al peso, los industriales históricamente demandaron un valor superior de la moneda norteamericana, y muestra de ello fue lo expresado por el presidente de Fiat Argentina, Cristiano Ratazzi, el pasado 11 de mayo, indicando que lo conveniente sería que un dólar equivalga a 26 pesos.

Sobre este punto, Espert dijo que en caso que la corrección fiscal necesaria no sea realizada por el Estado argentino, el dólar se va a encargar de hacerlo por sí solo. “Es lo que ha pasado en estas últimas semanas, pues hace un mes estaba a 20 pesos y ha llegado a rondar los 26 pesos”. “Si el acuerdo con el FMI no prospera el dólar hará su trabajo”, y enfatizó “el mayor problema que tenemos hoy es que el mercado ha dejado de prestarnos”.

Impacto

En otro orden el economista indicó que el nivel de Inversión Directa ha sido nulo y las que llegaron no fueron lo suficiente para el fortalecimiento de la actividad industrial. Con una dura crítica a los tiempos actuales, Espert postuló que “las únicas inversiones que vinieron fue para comprar Lebac y hacer bicicleta financiera mediante la venta de dólares caros y ponerlo en pesos generando ganancias grandes”.

Al ser indagado sobre el impacto que genera el presente financiero del país en la actividad industrial, recordó que la economía experimentó crecimiento en periodos consecutivos debido a que se había logrado frenar la fuga de capitales en diciembre del 2016, fortaleciendo la demanda interna.

Sin embargo, aseveró que no estamos en condiciones de precisar la “onda expansiva de la crisis cambiaria que tuvimos, pues la tasa de interés al 40% y el dólar a 25 pesos traerá magullones importantes en cuanto a que vamos a sufrir un golpe negativo en la actividad y en la tasa de inflación”.

De este modo, Espert indicó que el nivel de actividad se enfriará, por lo que aquellos sectores que podían crecer lo harán a un ritmo menor del esperado, mientras que, los que no generaron las condiciones de crecimiento, tienen un gran riesgo de afrontar una caída de la actividad.

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