Después de que la gripe aviar encendiera las alertas en las costas de Santa Cruz a partir de la aparición de lobos marinos muertos portadores del virus, en los últimos días casos similares fueron detectados en mamíferos de la misma especie en Puerto Madryn, Chubut, y Sierra Grande, Río Negro, alcanzando de este modo un total de trece ciudades.
Luego de la primera aparición en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego, el Senasa recomendó no acercarse a las playas o a los lugares donde se hayan detectado animales afectados por gripe aviar. Esta recomendación alcanzó luego a Santa Cruz, con la aparición de casos en la colonia de la lobería caletense y más tarde, con el registro de cadáveres en Punta Loyola, al que se sumó otro animal encontrado este lunes en el predio ubicado detrás de la UNPA, en Río Gallegos.
Ya la semana pasada, las autoridades sanitarias solicitaron no pasear mascotas por la costanera, para evitar que pudiesen sufrir contagios que, a su vez, pusieran en peligro a las personas.
El brote de gripe aviar que ahora se da en mamíferos marinos no es nuevo, sino que desembarcó en nuestro país a fines del verano, cuando se desató en aves de corral, lo que significó un parate para la industria avícola. Así se declaró la emergencia mediante la Resolución Nº 147/2023 del Senasa.
Tal como viene informando La Opinión Austral, Santa Cruz actúa dentro del protocolo de toma de muestras y posterior entierro de los animales que aparecen.
Por otro lado, este lunes trajo tranquilidad la confirmación de que el virus no fue responsable de la muerte de un grupo de casi cincuenta guanacos.
Los animales fueron reportados a través de un video que rápidamente fue viralizado en el paraje Lemarchand, cuyas muertes fueron erróneamente atribuidas a la gripe aviar por los usuarios de las redes sociales.
Confirmaron que los guanacos murieron por falta de comida, no por gripe aviar.
A pesar que hasta el momento no existen antecedentes de presencia de Influenza Aviar en camélidos, se tomaron muestras para evaluar la presencia de la enfermedad en esta especie. Los resultados definitivos estuvieron ayer y concluyeron que la causa de muerte tuvo que ver con la falta de alimento, como consecuencia de un crudo invierno que mantuvo los pastizales bajo la escarcha durante largas semanas.
Vale mencionar que la tarea de prevención es conjunta, entre las instituciones municipales, provinciales y nacionales, a partir de un protocolo de intervención que coordina las tareas sanitarias para la contención del brote.
Es importante tener presente que no hay que acercarse a los animales muertos o con sintomatología sospechosa y notificar al Senasa si se identifica mortandad, signos nerviosos, digestivos y/o respiratorios en mamíferos marinos o aves, tanto silvestres como domésticas (incluyendo principalmente patos, gallinas, pollos, gallos, gansos y pavos).
Sobre la situación epidemiológica, es de aclararse que las recientes detecciones en mamíferos marinos no afectan al estatus zoosanitario declarado ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), donde Argentina sustenta su estatus de país libre de Influenza Aviar Altamente Patógena en aves de corral.
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