¿Hagas lo que hagas siempre escoges al equivocado? ¡Ya sé! A veces hasta parecemos imanes que sólo atraemos a las personas incorrectas. Todo esto tiene un porqué y esta vez te diremos qué es eso que estás haciendo mal y por qué atraes a este tipo de personas.

Cada vez te pasa lo mismo, tus amigos y conocidos intentan advertirte y decirte que no es la persona indicada para ti, pero tú no puedes hacer nada y caes una y otra vez en el juego de personas que no te convienen. Pareciera que ni siquiera una señal enorme que te diga “cuidado se trata de un/a rompecorazones” fuese capaz de detenerte.

Por qué escojo siempre las personas que menos me convienen

N° 1 Una cuestión de costumbre

Has pasado tantos años formando parte de una relación que no te conviene, que ya no eres ni capaz de ver que se trata de algo autodestructivo. Pasas la mayor parte del tiempo defendiendo a la persona y tapando todos sus errores con excusas. Le dejas siempre el camino libre para abusar de tu gentileza y no opones resistencia alguna.

Simplemente te dejas llevar, como si eso de ser parte activa de la relación no fuese cosa tuya. Sólo te das cuenta que has tomado una mala decisión y que la relación no te hace feliz cuando ya ha pasado mucho tiempo.

Es posible también que elimines posibles buenas relaciones simplemente por no tener nada de parecido con lo que ya has experimentado. Simplemente piensas que se trata de una amistad, pero no dejas que las cosas evolucionen. Es muy difícil salir de lo que ya conoces.

N° 2 Cuestión de familia

Muchas veces nos quejamos de la manera de ser de nuestros padres u otros familiares, pero luego terminamos cometiendo los mismos errores. La manera como se desarrollan las relaciones de los principales modelos que nos rodean es determinante a la hora de formarnos una imagen de cómo deben ser las cosas, y es posible que por ello repitamos algunos errores de nuestros padres u otros familiares.

Si toda tu vida has vivido en un ambiente lleno de conflictos puedes pensar que una vida así es normal y por ende en lugar de huir de las personas conflictivas las atraes y te esfuerzas por mantener una relación con ellos.

N° 3 Falta de amor propio

Las personas no pueden encontrar amor verdadero sin amarse a sí mismas. Es una verdad repetida, pero muy difícil de poner en práctica. Tienes que partir del principio que todos merecemos tener amor en nuestras vidas. Que todos merecemos ser tratados con ternura y consideración, tener alguien que nos escuche y nos ayude cuando lo necesitamos. Si tu pareja no hace esto por ti, no te merece.

Leé más notas de La Opinión Austral