Este lunes, se llevan adelante una serie de actividades en conmemoración por los 50 años de la Masacre de Trelew, que recuerda el fusilamiento de 16 miembros de organizaciones armadas ocurrido el 22 de agosto de 1972 en la Base Zar de Trelew.

A las 11 de la mañana se desarrolló el acto principal en el Centro Cultural por la Memoria. Se inaugurarón carteles y placas homenaje y se leyó un documento único elaborado por familiares, expresos políticos, organismos y sindicatos.

A las 13, en la Base Aeronaval Almirante Zar con acceso al Memorial, se colocó una placa aniversario y la reinauguración de paneles fotográficos.

En este contexto, Fernando Vaca Narvaja, exmiembro de la cúpula de Montoneros y único sobreviviente de la fuga de la Unidad 6 de Rawson el 15 de agosto de 1972 –evento que desembocó en la Masacre-, conversó con el medio trelewense Jornada y aseguró que “el principal legado de Trelew es la unidad con la particularidad de que mezclamos sangre además de convicciones. Era la ciudad con mayor información política de lo que estaba pasando en el país y ese protagonismo de la ciudad hizo que, a 50 años, tenga esta repercusión”.

Sobre el concepto de unidad explicó que “mezclar sangre y convicciones es indestructible, está a la vista en estos 50 años de lo que vuelve a convocar Trelew, realmente impresionante”.

Vaca Narvaja planeó y ejecutó la fuga del penal y en el momento que despega su avión junto a cinco de sus compañeros, puede ver que llegan los restantes 19 compañeros, entre ellos su compañera sentimental Susana Lesgart, fusilada el 22 de agosto.

“Junto a Santucho no sólo perdimos a nuestras compañeras sino que atacaron a nuestras familias, tenemos a mi padre desaparecido, a mi hermano lo fusiló Menéndez como pasó en León Suarez en los basurales; a nosotros nos tienen que asesinar como si fuésemos basura. Se hermanaron los compañeros de José León Suarez que vienen a Trelew para este 22. La ciudad tiene esa característica y capacidad de unificar todo este proceso de luchas populares, pero no en un sentido de derrota o fracaso sino en convocae a tener la audacia política de avanzar hacia un proceso de unidad reconociendo siempre que la dictadura busca meterte el miedo para inmovilizarte y perder la voluntad de lucha”.

“Frente a eso tenemos que hacer lo contrario y el legado en Trelew. Lo ves en Jornada con el reconocimiento a Emilser Pereira que tomó un registro fundamental para nuestra historia. Nos mandaron a Trelew para aislarnos política y geográficamente, se les invirtió la taba porque lograron el efecto contrario”.

Trelew era el lugar que tenía mayor información política de lo que pasaba en Argentina, porque ese grupo de abogados que teníamos, espectaculares y la mayoría desaparecidos, uno de ellos Mario Abel Amaya muy reconocido acá pero aún no revindicado a nivel nacional; permitía que cada vez que venía un abogado se reunieran la juventud y los compañeros y tuvieran actualizado lo que pasaba en el país. Ni Córdoba tenía ese nivel de información. Eso significó parte del crecimiento político de Trelew. Luego de 50 años vas a cualquier provincia y te señalan con el dedo donde está Trelew, eso tiene que ver con ese protagonismo del pueblo”.

“El principal legado de Trelew es la unidad en términos estratégicos; estamos de cara a un proceso electoral en el año 2023, en una situación espectacular en el continente latinoamericano y no podemos dejar a la Argentina fuera de ese contexto”.

En este sentido comentó que “en el proceso actual tenemos que profundizar el proceso democrático, tenemos que interpelar esta democracia porque no es participativa y no tiene un nivel de debate político y programático; lo estamos viendo con las limitaciones que tenemos dentro del frente de todos. Cualquier proceso de transformación en un país requiere de la unión del pueblo”.

Y agregó: “Llevamos 38 años de democracia y tenemos índice de pobreza de marginalidad, de pibes desnutridos superior a 72; quiere decir que si no interpelamos esa democracia estamos complicados”, dijo Vaca Narvaja.

Por último, Vaca Narvaja se refirió al reciente juicio civil contra el exmarino Roberto Guillermo Bravo, condenado a pagar una indemnización de 24 millones de dólares a familiares de las víctimas de la Masacre de Trelew a través de una corte del distrito sur de Florida, en los Estados Unidos. Y señaló la distancia temporal con la condenas a Carlos Marandino, Luis Sosa y Emilio Del Real.

“Diez años más nos llevó enjuiciar a Bravo, cayó el último que nos faltaba y esperemos que no falten diez años más para su extradición a la Argentina para que sea juzgado” ,explicó.

“La única posibilidad de derrota es cuando uno pierde la voluntad de la lucha y toda esta represión salvaje va a limarte toda esa voluntad; va a tratar de que no te metás y que no haya una continuidad de un proceso de cambio en la Argentina. Pr eso la salvajada que han hecho con todos nuestros familiares: muchos fueron asesinados y desaparecidos antes del golpe militar, eso quiere decir que ya tenían en la cabeza el genocidio como exterminio”.

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