Reuniones sociales, cenas abundantes y múltiples brindis. Cuando se acaban los festejos por el Año Nuevo, el cuerpo pasa factura y la salud se resiente. El organismo necesita desintoxicarse y así comienza la etapa de recuperación.
“Primero hay que entender que es importante comer saludable la mayor parte del tiempo y que salir de esa dinámica en momentos sociales no es algo grave, en tanto y en cuanto volvamos a la rutina habitual de comida post eventos. Tengamos en cuenta que la parte social también es importante y necesaria para el ser humano”, explica la lic. en nutrición Julieta Lupardo (M.N: 6858).
Para no sufrir las consecuencias de un atracón en estas ocasiones, el objetivo principal es estar lo más ordenado posible durante el día, sin saltearse comidas y aprovechar a consumir más frutas y verduras, que son los dos grupos de alimentos que no abundan en las mesas navideñas y de Año Nuevo.
Pasadas todas las situaciones de festejo, el objetivo es “retomar los hábitos saludables que tenemos diariamente, no es necesario hacer ningún tipo de “dieta detox” o restringir las harinas. Respetar las 4 comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y sumar colaciones en caso de ser necesario, hidratarse con agua y volver al consumo de frutas y verduras, tan presente en esta época de calor son algunos de los consejos”, advierte la nutricionista de Halitus Instituto Médico.
Algunas opciones saludables de desayuno para el día post festejos son:
- Infusión con leche + pan integral untado con huevo revuelto, queso, palta, queso, mantequilla de maní, etc. + fruta
- Yogur descremado con granola y fruta
- Infusión con leche + pancakes de avena caseros + fruta
En los almuerzos y las cenas deben estar presente cuatro grupos de alimentos:
- Proteína animal o vegetal (carnes, huevo, legumbres, quínoa),
- Hidratos de carbono complejos (legumbres, arroz integral, papa, choclo, masa de tarta, fideos integrales)
- Fibra (verduras crudas o cocidas, semillas),
- Grasas saludables (palta, frutos secos, aceite de oliva, aceitunas).
De esta manera el plato será completo y equilibrado sin tener que pasar hambre y volver a comer mucho después.
En la medida que se pueda, realizar algún tipo de actividad física que produzca bienestar también contribuye a sentirse livianos más rápido.
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