Ariel Arnaldo Ortega nació en la ciudad de Ledesma, Jujuy, un 4 de marzo de 1974. El ‘burrito’, jugaba como enganche o delantero. Actualmente es Coordinador del Selectivo Infanto-Juvenil de River Plate.
Se lo reconoce igualmente como uno de los jugadores más desequilibrantes de la historia del fútbol argentino. Se destacó por su gran calidad técnica y facilidad para la gambeta, con un estilo muy particular basado en repentinos enganches y cambios de ritmo a la hora de eludir rivales, caracterizado como el quiebre de cintura, además de su facilidad para definir de vaselina.
Tuvo una importante etapa como habitual jugador de la selección de fútbol de Argentina, con la que jugó 88 partidos y anotó 17 goles, disputó tres mundiales y fue subcampeón de la Copa Confederaciones 1995. A nivel olímpico, ganó la Medalla de oro en los Juegos Panamericanos de 1995, la Medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 1996 y el Torneo Preolímpico de 1996.
También es uno de los grandes ídolos de la afición riverplatense, club en el que tuvo cuatro etapas: entre 1991 y 1996, donde se transformaría en una de las apariciones más importantes de la década para el fútbol argentino, consagrándose campeón de numerosos campeonatos locales: los Aperturas de 1991, 1993, 1994 y 1996 y de la Libertadores de 1996.
Su segunda etapa, entre 2000 y 2003, se dio después de un irregular período de tres temporadas y media en el fútbol europeo, en las que defendió los colores de Valencia, Sampdoria y Parma. Más experimentado, Orteguita se volvería uno de los líderes futbolísticos del conjunto de Núñez, junto a una gran generación de cracks de la talla de Saviola, Pablo Aimar, D’Alessandro y Fernando Cavenaghi, entre otros.
Dirigido técnicamente por Ramón Díaz, tendría un nivel otra vez brillante, consagrándose como uno de los mejores jugadores de América y validando su titularidad en el seleccionado albiceleste. Conseguiría un nuevo torneo local, el Clausura 2002.
También jugó en el Fenerbahce turco donde tuvo problemas por adaptación, solo estuvo un año. En Newell’s Old Boys demostró un gran nivel, donde ganaría el Apertura 2004 y tendría un gran rendimiento, en 2007, volvería otra vez al conjunto millonario. En esta tercera etapa, el club tendría acentuados problemas institucionales y deportivos. Pese a esto, esta tercera etapa estaría colmada de grandes actuaciones de El burrito, que sería el símbolo y manija del equipo pese a su avanzada edad, todo esto sería consagrado con la obtención del Clausura 2008, dirigidos técnicamente por El cholo Simeone.
Pero una vez terminado el campeonato, Simeone tendría varios problemas y pensó en borrarlo del plantel, por lo cual se barajó en mandarlo a préstamo a otro club, aunque finalmente no se dio. Al año siguiente , Simeone no seguiría y el club será dirigido técnicamente por su amigo Leonardo Astrada. En esta etapa sus apariciones fueron más esporádicas que en las etapas anteriores.
En enero de 2011, Ortega sería nuevamente sacado de la plantilla, esta vez por Juan José López, debido a su indisciplina e inasistencias en los entrenamientos, por lo que marcharía a jugar un año en condición de préstamo a All Boys, a fin de esa temporada, River Plate sufriría su histórico descenso.
Para la siguiente temporada, el nuevo director técnico de River, Matías Almeyda, no lo tendría en cuenta para buscar el ascenso a Primera División, por lo cual resolverían darlo nuevamente a préstamo, esta vez por un año a Defensores de Belgrano, de la Primera B Nacional. Una vez terminado el préstamo y con River Plate otra vez en primera, Almeyda decidiría no tomarlo en cuenta para la siguiente temporada, por lo que El burrito Ortega, el 8 de noviembre de 2012, decidiría hacer oficial su retiro del fútbol profesional.
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