En las últimas horas, en medio del conflicto bélico que desató Rusia contra Ucrania, la corresponsal de guerra del diario La Nación en Europa, Elisabetta Piqué, se volvió tendencia por el incómodo momento que vivió mientras trasmitía en vivo para sus colegas en Argentina.
En su salida al aire, comenzó a sonar una sirena de emergencia, por lo que rápidamente Piqué comenzó a moverse del lugar donde estaba. En ese momento, el periodista Diego Laje, sentado desde el estudio, comenzó a “explicarle” cómo debía refugiarse.
De manera casi condescendiente, el conductor intentaba darle indicaciones, como si la periodista nunca hubiera estado en una zona de riesgo. Cabe destacar que Elisabetta es corresponsal de guerra desde hace más de 30 años, además de ser autora del libro “Diario de Guerra. Apuntes de una corresponsal“.
En este sentido, comenzó a circular en redes un fuerte cuestionamiento hacia Laje y su actitud para con Piqué. Este último está enmarcado en lo que se llama “mansplaining“, un término que tomó fuerza en el último tiempo con el movimiento feminista en el mundo.
El video se hizo viral en redes, con cientos de comentarios de mujeres que contaban experiencias similares que atravesaron particularmente en ámbitos laborales, con compañeros varones.
Qué es el mansplaining y de dónde proviene el término
“Dejame que te explico“, es la frase que puede encuadrar en síntesis la actitud de los hombres hacia las mujeres que es cuestionada por el llamado “mansplaining“. El término proviene justamente de las palabras en inglés “man” y “explaining”, que traducido sería “hombre explicando“.
En rasgos generales, se utiliza para referirse al hombre que, en forma paternalista, condescendiente o simplemente parado desde un lugar de superioridad, le explica algo a una mujer, dando por hecho que sabe más que ella, por una mera cuestión de género.
En estos casos, al hombre que “explica” no le interesa si la mujer parada frente a él sabe más del asunto, como es el caso de Elisabetta Piqué. Si bien la corresponsal no necesitaba indicaciones en ese momento, el rol que se atribuyó el periodista varón fue el de explicarle paso a paso lo que, según él, estaba bien hacer en esa situación.
El concepto “mansplaining” comenzó a utilizarse a raíz de una anécdota de la escritora Rebecca Solnit. Ella narra cómo en una cena, cuando hablaba de su último libro (el sexto de su trayectoria), un hombre la interrumpió para referirse a un libro increíble del mismo tema y que también había salido ese mismo año.
Cuenta que aunque le dijeron tres o cuatro veces que era el mismo que ella había escrito, el hombre no hizo caso y siguió hablando con suficiencia del libro que ella “debería conocer”. Al final, cuando le insistieron en que tenía frente a él a la autora, quedó enmudecido.
Si bien se trata de un ejercicio de “poder” que se ve a diario en espacios de trabajo, el término posee un trasfondo cultural y patriarcal, trascendiendo al plano académico, cultural, económico, científico, deportivo y hasta en las relaciones interpersonales. Es una manera “invisible” de querer demostrar poder sobre otra persona.
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