Este año, el Ejército Argentino cumplió 213 años desde su fundación, que data de un decreto de la Primera Junta, posterior a la Revolución de Mayo.
El Ejército en Santa Cruz tiene presencia tras la formación del 3er Batallón del Regimiento de Infantería 14, al mando del mayor Félix Targón quien, por Superior Resolución N° 12.053, fue nombrado Jefe del 1er Batallón del Regimiento 24.
Para dar cumplimiento al Plan General de Organización del Ejército, y por decreto del entonces vicepresidente de la Nación en ejercicio del Poder Ejecutivo, Ramón Castillo, se crea el 27 de junio de 1942 en Río Gallegos, el Regimiento de Infantería Motorizado Reforzado 24.
Desde ese entonces y hasta hoy, la fuerza tuvo un crecimiento fundamental a la par de la ciudad y sus habitantes y, actualmente, constituyen más de 3.600 soldados.
De hecho, la semana pasada, la XI Brigada Mecanizada del Ejército Argentino tuvo un emotivo acto de egreso del curso de formación de soldados, el cual fue encabezado por el coronel mayor Gustavo Adrián Sívori, en la Plaza de Armas.

En la ceremonia, además de entregar la certificación a los 16 jóvenes que se suman al Ejército Argentino, se hizo entrega de diplomas a unos 35 suboficiales y soldados voluntarios que han aprendido oficios, en el marco de un reciente convenio que se firmó con el Consejo Provincial de Educación, ubicando a la Brigada de la ciudad, como la única del país que está llevando a cabo un reconocimiento de este tipo a sus integrantes.
Entre ellos, se encuentran los soldados voluntarios deportistas Luciano Guillones , de 22 años, y Cintia Tolay, de 18 años, que, en diálogo con La Opinión Austral, contaron cómo vivieron el emotivo acto y qué los llevó a ese lugar. Ambos, empiezan esta semana a dar clases de kickboxing.

En principio, Luciano señaló que “llegamos por una oportunidad del deporte que nos abrió la puerta para poder ingresar, poder enseñar y seguir transmitiendo”.
Cintia contó que para ella, el deporte, “representa mucho, me enseñó muchas cosas y es también una defensa, así que estamos acá para demostrar lo que sabemos”. Sobre sus expectativas, marcó que busca “seguir para adelante y también quisiera elegir una carrera para seguir esto que me gusta”.
Luciano expresó que llegar hasta acá es una alegría y una oportunidad gracias al Ejército; “y gracias al deporte también que hacemos porque nos abrió la puerta para poder llegar a esto”. Entre sus expectativas, indicó que espera que sea “larga, que dure y que nos deje buena experiencia y compañerismo y que podamos dejar bien transmitido lo que hacemos”.

El soldado deportista agregó que “significa responsabilidad también y lo que nos inculca nuestro profesor de ser una buena persona y saber lo que es disciplina y la defensa”. Agregó que “se van a empezar a sumar muchos en la escuelita, porque una linda escuela donde estamos creciendo y vamos a representar bien al barrio donde venimos, para dejar bien en alto nuestra institución”.
Una inspiración
Javier Lettieri es el profesor de los chicos y, en diálogo con La Opinión Austral contó que esto se da gracias “a un acuerdo que hemos realizado con el Ejército y lo que demuestra también es que se pueden interesar las instituciones con el deporte comunitario, con el barrio, apostar también de la misma forma que apostamos nosotros y que hace muy bien a los jóvenes”.

Sostuvo que están “muy contentos de que se va a poder transmitir ahora puertas adentro de esta institución lo que nosotros hacemos, como lo practicamos, como entrenamos y va a ser para bien”.
Para el profesor, “esto es el inicio recién de algo que se viene gestando para beneficio de un montón de jóvenes que se acercan y que se integran en nuestra organización social y deportiva”.
“Estamos festejando esta posibilidad que nace de una de una idea muy linda que pudimos pactar con Gustavo Sivori, jefe del Ejército en Río Gallegos, que tiene un corazón enorme y que entiende que esto puede beneficiar a las dos partes, ellos pueden transmitir los conocimientos, la disciplina, la voluntad que tiene un competidor”, aseguró.
Contó que los chicos, además de ser alumnos, compiten: “Tiene mucha entrega, honor, respeto, mucha marcialidad y es una voluntad enorme la que tiene un competidor a la hora de hacerlo”.
Recordó que, eso, “se puede retransmitir igual y hacerle muy bien a muchos chicos y jóvenes soldados que también vienen del barrio quizás como ellos y ellos están contentos de que van a representar al ejército de la misma forma y con el mismo orgullo que representan a su barrio”.
Adversidades superadas
Lettiere, en otro tramo, contó que “esto hoy va a favorecer y va a mejorar mucho sus vidas porque es muy importante también para estos jóvenes ser asistidos, tener un puesto laboral que también sea sustento para sus hogares todas esas cosas son muy importantes”.
En el balance, el profesor aseguró que “nosotros siempre decimos que ojalá esto sirva de ejemplo para que otras instituciones del mismo del mismo carácter abran sus puertas también a los deportistas al deporte comunitario, porque un deportista a veces tiene mucha más adversidad que realizar sólo el entrenamiento, sino que tiene que costear la necesidad básica que les toca para sustentarse en el día a día y es muy difícil muchas veces con mucha imposibilidad económica llegar a estar disponible para entrenar al 100 % cuando no se tiene nada quizá en la heladera”.
Es por eso que, reiteró, “estamos muy contentos nosotros, esto va a abrir la puerta para muchos jóvenes que vienen detrás y que toman a estos dos como ejemplo constantemente“.
Recordó que, de ahora en más, “ellos van a estar acá compartiéndole a los soldados constantemente su conocimiento como artistas marciales, ellos son alumnos instructores que pueden compartir lo que lo que nosotros hacemos diariamente y van a retransmitirlo a los soldados constantemente aquí adentro”.
Es por eso que, consideró, “van a ser agentes multiplicadores van a van a inculcar los valores de la marcialidad y de todas las cosas positivas que fomenta el deporte, trabajamos de una manera que creemos que es noble y sincera por sobre todo”, cerró el profesor emocionado.
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