Tres suboficiales de la Armada Argentina que controlaban el sonar de la corbeta misilística Spiro durante los primeros días de búsqueda del ARA San Juan confirmaron ensus declaraciones testimoniales brindadas  en el Juzgado Federal de Caleta Olivia que registraron golpes efectuados contra un casco metálico desde las profundidades marinas. Dos de ellos admitieron altas probabilidades de que pudieron haber sido efectuadas desde el submarino.

 

*Corresponsalía Caleta Olivia.- Las afirmaciones fueron dadas a conocer ante la jueza Marta Yáñez por el cabo principal  de operaciones Federico Vázquez, quien declaró el martes y por otro suboficial del mismo rango, Sergio Tapia y el cabo primero Pablo Brighi, los cuales se presentaron ayer en audiencias separadas.

El caso de los misteriosos sonidos comenzó a cobrar cuerpo a mediados de abril cuando fue revelado  por un testigo de identidad reservada, el cual también era tripulante de la Spiro durante la misión de búsqueda, aunque no está en claro cuando se produjo el suceso ya que una versión de cuenta que ocurrió tres días después de la desaparición del ARA San Juan (15 de noviembre de 2017) y otra indica que ya habían transcurrido seis.

Lo concreto es que en base a ese testimonio, la magistrada citó a declarar a los tres suboficiales mencionados, a los que se les hizo escuchar una grabación de los sonidos, en tanto que hoy deberá presentarse una mujer que era la jefa de ese grupo de especialistas, la teniente Estefanía Moreno.

Por lo que se sabe, la corbeta Spiro iba a participar junto a otras naves de superficie y a los submarinos ARA Salta y ARA San Juan de la segunda etapa de los ejercicios navales que se habían iniciado días antes de ocurrida la tragedia frente a la Isla de Los Estados y en inmediaciones de Ushuaia.

 

Pudieron ser pedidos de auxilio

El “toctoc” que no era uniforme fue reconocido tanto por Vázquez, como por Tapia y Brighi. Los dos primeros dijeron que era altamente probable que pudieran haber provenido del submarino y el último consideró que era una posibilidad baja.

Sin embargo, Vázquez que es el más experimentado en analizar tanto ruidos como sonidos, habría descartado que pudieran haber sido emitidos por algún animal (por ejemplo ballenas) o tuvieran otro origen ya que parecían prevenir de “golpes” que se hacían contra un objeto metálico de una dimensión no inferior a los treinta metros a una profundidad de más de trescientos metros.

Se dice que este suboficial se mostró algo entristecido porque personalmente entendía que los golpes bien podrían ser pedidos de auxilio de la tripulación del ARA San Juan  y porque no se continuó con la búsqueda en ese sitio ubicado a unos 200 millas frente a la Península Valdés.

 

 

Polémica orden de retirada

En este punto vale señalar que los sonaristas que operaban en diferentes turnos reportaron toda su labor a la jefa del grupo (la teniente Moreni) y a su vez ésta lo hizo al comandante de  la corbeta, el cual posteriormente habría recibido la orden de retirarse de esa zona, la cual fue  impartida por el comandante de la Base de Alisamiento y Adiestramiento, el contralmirante Luis López Mazzeo.

Se dice que éste alto oficial -que días más tarde fue desplazado de su cargo-, habría justificado su directiva indicando que esos sonidos bien podrían haber sido emitidos por un dispositivo sumergible de un buque extranjero que también estaba afectado a la búsqueda.

A todo esto, ayer se supoque en el testimonio que brindó el martes ante la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación, López Mazzeo respondió con evasivas a las consultas que se le formularon, pero además generó una nueva polémica porque desmintió a su ex superior, el almirante Marcelo Srur, asegurando que el mismo conocía todos los detalles de los ejercicios navales.

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