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Este jueves 4 de diciembre, la comunidad de la Cuenca Carbonífera vivió una jornada cargada de emoción al conmemorarse el Día del Minero y el día de su santa protectora, Santa Bárbara. Las celebraciones, que unieron tradición, memoria y acompañamiento institucional, incluyeron una misa, un acto central y múltiples homenajes junto al emblemático Monumento al Minero.
A las 11:00 horas se realizó la tradicional misa en la Iglesia Santa María de la Paz, en conmemoración de Santa Bárbara, protectora de los trabajadores mineros y de la Cuenca Carbonífera.
La ceremonia fue presidida por el obispo de la Diócesis de Río Gallegos, Ignacio Damián Medina, quien elevó oraciones por los mineros en actividad, por quienes perdieron la vida en cumplimiento de su labor y por las familias que sostienen el tejido social de la región.
También se incluyeron plegarias especiales por la seguridad, la protección y la unidad comunitaria.
Acto central junto al Monumento al Minero
Al mediodía, la conmemoración continuó con el acto central, que inició formalmente a las 12:30 horas al pie del Monumento al Minero.
Para dar inicio a la ceremonia, la Banda Militar de la Guarnición Rospentek, bajo la dirección del subteniente Darío González, interpretó el Himno Nacional.
En un gesto de memoria y respeto, se realizó la entrega de tributos florales al pie del Monumento al Minero, en honor a los trabajadores que perdieron la vida en cumplimiento de su deber. Representantes de la comisión directiva y el cuerpo de delegados de ATE caminaron junto al Centro de Jubilados para depositar la primer ofrenda.
Luego fue el turno de las autoridades de Luz y Fuerza, acompañando también a la comisión directiva de la Asociación del Personal, Trabajadores Profesionales y Técnicos de YCRT. Seguidamente, el intendente de Río Turbio, Darío Menna depositó el arreglo floral en la base del monumento, acompañado por legisladores de la provincia y autoridades del Honorable Concejo Deliberante de Río Turbio.
El recorrido continuó con el intendente de 28 de Noviembre, Aldo Aravena, junto a la presidenta del Honorable Concejo Deliberante, Yanina Rihl y el concejal Nicolás Chacón. La ceremonia avanzó luego con la participación del jefe de Gabinete de Ministros provincial, José Daniel Álvarez, que encabezó el último tributo en nombre del gobierno de la provincia, acompañado por los intendentes Menna y Aravena.
Finalmente, el cierre estuvo a cargo de Andrés Echevarría, en representación de la intervención de YCRT, marcando la presencia del organismo en una conmemoración que atravesó a toda la región minera.
Palabras de fe y reconocimiento
Durante el acto, el obispo Ignacio Damián Medina brindó un mensaje de unión, fe y protección para los trabajadores: “En este día de fiesta en que celebramos a la patrona Santa Bárbara, dejamos la bendición como lo hicimos también en el templo con la feligresía de Nuestra Señora de la Paz. Pedimos a Dios Padre que los bendiga. Hacemos memoria agradecida de aquellos que ya han partido, pero también pedimos por las intenciones de cada uno de los trabajadores y para que cada uno de nosotros podamos, junto a Santa Bárbara, participar de la gloria de Dios. Que el Señor los bendiga y los guarde a ustedes, trabajadores, en su día.”
Desde la Municipalidad de Río Turbio subrayaron el valor del esfuerzo minero para la región: “Aprovechamos este día para expresar nuestro más profundo agradecimiento y reconocimiento a cada minero y trabajador que, con su esfuerzo diario, impulsa el crecimiento de nuestra región. ¡Su labor es fundamental!”.
El recuerdo de un ex trabajador minero
El acto contó con una gran participación de vecinos y trabajadores de las localidades que conforman la Cuenca, reflejando la identidad y el arraigo de una comunidad forjada alrededor del carbón. También se hicieron presentes mineros jubilados, quienes volvieron a ocupar un lugar central en la ceremonia, sosteniendo la memoria viva del sector.
En ese marco, el histórico minero Juan Carlos Gerli —ya retirado, con 37 años de trayectoria en la empresa— brindó una entrevista a la radio LU14 Radio Provincia de Santa Cruz, donde compartió una mirada profunda sobre el valor de la fecha. “Este día es muy importante, significa lucha, resistencia, significa seguir acá en Río Turbio, en la Cuenca. Esperar que, de alguna vez, los políticos, sobre todo de Buenos Aires, se den cuenta de que acá hay muchas familias, muchos jubilados que decidieron quedarse en esta tierra. Amamos el carbón, amamos la mina. Es nuestra historia”, expresó.
Gerli recordó además sus inicios: llegó a la Cuenca en 1979, con 23 años, proveniente de Tierra del Fuego y anteriormente de la provincia de Buenos Aires. Aunque su paso por la mina fue breve, trabajó en distintos sectores como planta y superficie, desempeñándose la mayor parte de su carrera en el ferrocarril de la empresa, donde construyó amistades que continúan hasta hoy.
Con tono crítico, también comparó épocas difíciles del pasado con la situación actual de la empresa: “La época de Sergio Taselli -el empresario supo estar procesado por administración fraudulenta por su gestión ruinosa en yacimientos de Río Turbio, que terminó con un escándalo y la reestatización de la mina- fue muy mala para nosotros, pero no tiene comparación con lo que hoy están haciendo. Luchamos por tener la super usina y hace 10 años está parada. Tendría que estar produciendo energía para el país y para Santa Cruz, más barata y mejor para toda la Cuenca, y no pasa nada. Eso nos tiene preocupados y mal”, sostuvo.
Sin embargo, su testimonio cerró con una definición que resumió el espíritu de la jornada y el sentimiento compartido por generaciones de mineros: “La Cuenca es una familia grande. Somos hijos de la empresa madre que nos acobija. No bajamos los brazos porque es nuestra madre y así la defendemos”.
Las palabras de Gerli reforzaron la dimensión social, histórica y humana del homenaje, recordando que la minería es trabajo, pero también unión, pertenencia y legado compartido en la Cuenca Carbonífera.
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