La banda cometió durante años una serie de delitos que son investigados por la justicia federal en las últimas semanas. Contrabando de cigarrillos y tráfico migratorio, eran solo algunas de los delitos que los contrabandistas realizaban en la zona más austral de la Patagonia argentina y chilena.
Se trata de la banda que tiene más de cuarenta imputados de ambos lados de la cordillera y, si bien muchos están en libertad, otros trece están tras las rejas esperando que el Poder Judicial de nuestro país y el trasandino resuelva su situación procesal.
El caso es seguido por La Opinión Austral desde el primer momento. Cuando salió a la luz el megaoperativo binacional llamado “Alianza Austral” que las Fiscalías habían realizado en conjunto en la zona más austral del Cono Sur, con varios procedimientos en domicilios, empresas y hasta locales bailables ubicados en localidades de Bahía Blanca, San Martín de Los Andes, Puerto San Julián, Río Gallegos como puntos lejanos y la mayoría concentrados en la zona que une a la Cuenca Carbonífera con lo más austral de la provincia Última Esperanza del lado chileno.
Tal como lo adelantó este diario, los resultados de los allanamientos fueron altamente satisfactorios. Con un gran dinero incautado en moneda argentina, chilena, americana y de otros países limítrofes, los agentes de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y de la Policía de Investigaciones (PDI) del vecino país, las fuerzas de seguridad además secuestraron un gran cúmulo de documentación y equipos informáticos que darían cuenta de las maniobras que realizaba la banda pasando la frontera de manera ilegal.
Con cada día que pasa, aparecen nuevos datos sobre los antecedentes de la banda que llevaba cigarrillos, drogas, armas de fuego y dinero a Chile, además de traer cubiertas de auto para vender en Argentina. Tal como lo consignó el fiscal federal Julio Zárate a LU12 AM680, uno de las personas que llevaron adelante este golpe histórico: “hablamos de camiones llenos que cruzaban de manera ilegal los países. Además de la compleja ingeniería contable con la que operaban para que el dinero espurio ingrese al curso legal”, daba cuenta de las dimensiones de lo contrabandeado y la mecánica con la que “lavaban el dinero“.
Fuentes judiciales comentaron que, si bien las investigaciones propias para desbaratar a “Alianza Austral” comenzaron en noviembre del 2021, existen antecedentes que dan cuenta de la organización que, comenzó siendo pequeña, comenzó a incrementarse y, al mismo tiempo, complejizarse aún más.
Como si se trataba de una bola de nieve que va creciendo mientras baja por una montaña, este diario pudo saber que los integrantes de estas bandas -llamémosle los “socios fundadores“- comenzaron a contrabandear bienes allá por el 2018 o el 2019. Se trataba de cigarrillos que salían a bordo de un camión desde Argentina, iban a una estancia que está colindante entre Río Turbio y Puerto Natales, usaban un paso ilegal e ingresaban al vecino país.
Al ver que la impunidad estaba intacta, los “socios fundadores” comenzaron a llevar más cosas. El paso de la estancia “Los Tres Chorrillos“, un establecimiento rural ubicado en el sector Dos Lagunas de la provincia Última Esperanza, era un paso perfecto para no ser detectados por el largo brazo de la ley, al menos por un tiempo.
Uno de los cabecillas de la banda sería Guillermo “El Memo” Segundo Pérez Cano, oriundo de Puerto Natales. Una persona conocida en la zona más al sur de ambos lados de la cordillera. En sus redes sociales se muestra como un hombre campo. Con trajes de gaucho, tomando mate y andando a caballo, siempre con la estepa patagónica como escenario de sus fotos. También en otras fotos aparece con camionetas y animales de la fauna autóctona.
Junto a su hija han estado siendo investigados. Él como uno de los “socios fundadores” y propietario de una de las estancias, ha sido identificado hace unos años como el contrabandeador de cigarrillos “por excelencia” tal como lo adelantó La Opinión Austral, en su nota del viernes pasado.
Él mantendría comunicaciones constantes con, por ejemplo “Los Toledo” y Mauro Gasparini, de este lado de la cordillera. Los primero como los choferes y el último como el que tenía una distribuidora y acopiaba los bienes en Argentina.
Fruto de las transacciones de las drogas, las cubiertas, las armas y el mismísimo dinero, la asociación ilícita se habría encontrado en un brete: ¿cómo hacer que todo ese dinero sea lavado? los vehículos de alta gama, la compra de locales, bares y otros lugares, las casas de cambio de Puerto Natales con empresas “de papel” donde se hacía que el dinero vuelva a ser legal comenzaba a levantar sospechas.
Cuando el crecimiento y la presunta impunidad es inevitable, el crecimiento es inevitable. El imperio comenzó a expandirse y a zonas del norte de la patagonia de ambos lados. Según fuentes judiciales consultadas, los integrantes de Alianza Austral compraron o estuvieron a punto de comprar nuevos establecimientos rurales siempre cerca de la frontera para tener nuevos pasos ilegales hasta hace un poco más de una semana y media cuando la Justicia binacional dio el golpe histórico.
Como se decía más arriba, el crecimiento fue inevitable y la avaricia pudo más. Los contrabandeadores llegaron a tener un centro de acopio en San Martín de los Andes, y otro lugar en Bariloche fueron allanados. Por su lado, para la Justicia chilena hay fuertes indicios de algo parecido sacado de una serie de Netflix, donde se usaron embarcaciones para distribuir los bienes a la zona centro del vecino país.
Según pudo saber este diario, los cargamentos que llegaban a Última Esperanza luego eran distribuidos en embarcaciones hasta, al menos, el puerto de la emblemática ciudad de Puerto Montt. Tal como ocurre en las series de narcotráficantes en Centroamérica.
No se descarta que uno de los integrantes hizo algo digno de otro tipo de series: el de los inmigrantes ilegales de México que intentan ingresar a Estados Unidos persiguiendo el famoso sueño americano.
En este caso, en la investigación de la megacausa existe un hecho por demás particular. Uno de los acusados le hizo un “favor” a un matrimonio de jóvenes venezolanos que intentaban cruzar la frontera junto a su pequeño hijo de apenas un año y medio de edad. En aquella oportunidad, el hombre les cobró y además de hacer que crucen a bordo de un camión, luego hizo que ellos lo sigan a pie por la fría estepa patagónica junto a la criatura para que lleguen a destino.
Tal como lo adelantó este diario, en las audiencias de formalización que se hicieron en Chile, saltó a la luz algunas de las triquiñuelas que hacían los integrantes de la banda para no levantar sospechas: tales como lavar los autos luego de recorrer los caminos de tierra, como simular solamente ser gomeros que llevaban unos pocos neumáticos atados con una soga.
Pero, como le dijo su padre a este periodista “todo en la vida se paga” esto no fue suficiente para que la banda sea alcanzada por la Justicia y, ahora, ocho de ellos del lado chileno y cinco de este lado, aguardan por las resoluciones de la Justicia.
De manera exclusiva, La Opinión Austral conoció que a los que quedaron detenidos del lado chileno les dictaron prisión preventiva por los próximos cinco meses. Es decir, al menos hasta las Fiestas de Fin de año estarán detenidos. Casualmente, esas eran fechas que ellos elegían para no levantar sospechas a la hora de hacer de las suyas pasando bienes sin declarar.
De este lado, ahora el juez federal de Primera Instancia de Río Gallegos Claudio Marcelo Vázquez, tras el excelente trabajo que realizó Gendarmería Nacional y Prefectura Naval, tiene la tarea de comenzar a indagar a los acusados que no fueron detenidos durante los procedimientos. Como adelantó este diario, las mismas comenzarán la semana que viene y se extenderán, posiblemente, hasta mediados de septiembre.
Del otro lado
Cristian Crisosto es el fiscal de Magallanes. Licenciado especializado en anticorrupción, hace poco tiempo se asentó en Punta Arenas y, junto a Zárate llevaron adelante la investigación. En declaraciones a La Opinión Austral, el funcionario chileno destacó “este esfuerzo de la fiscalía es inédito. Lo importante acá es el mensaje social. Lo que importa y que tiene que entender la sociedad es que no importa donde el sujeto cometa un delito, el brazo de la justicia va a llegar. Siempre se va a llegar a la verdad. Ese es el mensaje” concluyó
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