En una entrevista exclusiva con el portal “La Nación” comentó con detalles, la relación que tenían con su padre y el amor que compartían por el periodismo; “Siento un vacío muy grande” afirmó.

“Lo extraño tanto, no te das una idea, es difícil explicarlo con palabras. A veces me pongo a escuchar audios para oír su voz o veo videos que tengo de él, miro sus fotos, me consuela, me calma. Hay gente que cuenta que logra comunicarse con seres amados que perdió. ¿Sabés? Él decía que era hiper pragmático o hiper práctico, y yo heredé eso, también soy así. Sé que no me voy a poder comunicar con él de ninguna otra manera” comenzó contando Viale.

Durante la entrevista, Ivanna Viale brindó detalles muy íntimos, no solo de lo que le sucedió a su padre, sino en especial de cuánto se querían y lo compinches que eran. Explica que se sintió devastada, invadida por la tristeza, pero que de a poco intenta levantar su ánimo de la manera que puede, refugiándose principalmente en el amor de sus hijos y su familia.

Aaron tiene 14 años, fue su primer nieto, el más mimado, el más consentido, el que tuvo más relación, de visitarlo también en los programas, iba a todos lados detrás de su abuelo. Lo mensajeaba todo el tiempo. Eso lo perdió y me lo dice, que lo extraña porque él lo alentaba, como hacía con toda la familia. Justo había entrado en la escuela ORT y eso lo tenía muy feliz. Hoy siente un vacío muy grande”, describe entre sentimientos de satisfacción y dolor, que se entrecruzan todo el tiempo.

“Con Lucas, mi hijo más chiquito es más difícil. No quiere ir a su casa porque no está el abuelo. Al principio lo buscaba. No podía entender lo que pasaba, iba a su habitación. Hasta hoy todavía me cuesta mucho explicarle, es muy pequeño. Me pregunta por ‘el abuelo loco’, así lo llamaba por la hermosa, genial y divertida relación que tenían. La otra vez me consultó: ‘¿El abuelo ya no existe más, no?’. Imagínate mi cara, se transformó. No sabía qué decirle, se me empezaron a caer las lágrimas. Solito lo entendió muy bien a su manera”.

-Ivanna, me contabas en la previa que desde muy chica trabajabas y acompañabas a tu padre y lo compinche y “cómplices” que eran…

-De chica entraba de su mano a las radios, a Canal 7, me crié en los medios de comunicación. Era muy compinche de mi papá. Te cuento algo más que íntimo. No había cosa que él no supiera de mí, le contaba todo, hasta el mínimo detalle, lo más íntimo también. Recuerdo en mi casamiento que estaba muy feliz, en un momento yo tambaleaba y le decía que tenía miedo, y él me tranquilizaba. Me sentía tranquila con su presencia y su palabra. Cada duda que tenía, quizás él no tenía la respuesta correcta ni sabía todo, pero siempre trataba de aportarme lo mejor, de guiarme, hacía silencio y siempre me escuchaba. Vivíamos a una cuadra de distancia y sabiendo que él estaba ahí yo dormía tranquila.

-Siempre se habló de su rol de protector con la familia, ¿era así, tan profundo?

-Mirá, otra intimidad. Cuando me casé y me fui de casa, elegimos el departamento juntos, era como que no nos podíamos separar. Alexis, mi marido, me conoció así, pegote con mi papá, y empezó a trabajar como productor con él estando de novio conmigo, así que todo fue fluyendo de manera muy natural. Nos cuidaba mucho, era una protección para todos. Hoy recuerdo cuando por ahí le decía ‘Papá, otra vez otro mensaje. Ahora me preguntó de qué me estaba quejando’. Extraño tanto sus WhatsApps, como que me llene de mails la casilla. La verdad es que lo extraño muchísimo.

-También lo acompañabas en la radio, otra de sus pasiones.

-Desde muy chica empecé a trabajar con mi papá como productora en América y también en radio Uno los sábados con un programa de tres horas, de 7 a 10, los dos solos. Lo pasábamos muy bien, nos divertíamos mucho. Era distendido, relajado. Lo disfrutábamos. Después vino la pandemia y nos cuidamos. Él tenía un miedo muy profundo, y vaya si tuvo razón en tener temor. Ahí nos distanciamos, pero para cuidarnos, pero nunca nos dejamos de hablar por celular, quinientas veces por día, ya desde muy temprano. Después siguió en radio Rivadavia y quería que trabaje con él, yo por mis hijos me dediqué más a la crianza. Una vez que pasó lo de mi papá, me llevó a mí a cumplir con el deseo tan profundo que tenía de hacerme cargo del programa. No quería que dejara de estar. Me propusieron que siga El Gíglico -lenguaje inventado por Julio Cortázar en su libro “Rayuela”, a quien Mauro admiraba profundamente, que se interpreta como un juego que consiste en crear palabras combinando y mezclando partes de otras-.

-¿Dudaste o aceptaste enseguida? Porque continuar con su legado era un gran desafío…

-Al principio dudé, pero lo pensé, tomé toda la fuerza y dije que lo iba a hacer. Porque necesitaba que continuara, que no se cayera. De entrada me costó porque era sentarme en su lugar, en su silla, su micrófono, y tener que hablar como lo hacía él. Traté de hacer el mejor programa que pude, las notas salieron muy bien, siempre fue actualidad pura, último momento. Traté de imitar su estilo. Cuando pasó lo de él, dos semanas no estuvimos, después me animé y volví. Un par de domingos tuve un reemplazo, me tomé ese tiempo para ver qué me pasaba, para pensar y ver si tenía la fuerza, y a pesar de no saber si iba a poder me mandé y lo hice, lo logré.

-¿Ahora lo disfrutás?

-Ahora me fascina. Estuvimos durante ocho meses en Radio Rivadavia hasta que terminó 2021. Estoy ansiosa y preparándome para el próximo domingo 20 de marzo que recomienzo en la 990, emisora del grupo donde se hizo un relanzamiento muy importante. Vamos de 7 a 8 los domingos, me acompaña Lucas Mella. Para mí es una satisfacción hacerlo. Mi papá siempre decía que el periodismo es más que una pasión, es un estilo de vida. Estoy pendiente de todo con la información igual que él. El productor del programa es Alexis Selener, mi marido, que era su productor ejecutivo de toda la vida desde hace veinte años.

-¿No te ofrecieron reemplazarlo o trabajar en televisión?

-Nunca. Sus fieles seguidores me preguntan por qué no estoy en la tele y no tengo una respuesta, la verdad es que no me hicieron ninguna oferta. A mí me encantaría, pero no me lo propusieron. Ojalá me llamen de algún canal, me gustaría mucho trabajar como panelista, no es que quiero ser conductora ni mucho menos, no tengo aires, quiero laburar, entregarlo todo como lo hacía él” concluyó la periodista e hija del conductor fallecido el año pasado.

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