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Las transferencias desde Nación hacia las provincias cayeron un 24,8% real interanual en agosto, promediando lo ocurrido con las que se desprenden de la coparticipación y las discrecionales, tanto corrientes como de capital. La recesión, por su impacto la recaudación coparticipable, y el ajuste fiscal, que a la vez retroalimenta a la baja de la actividad económica, explican el fenómeno. Aunque lo sufrieron absolutamente todas las provincias, las menos perjudicadas desde los números fueron algunas de las gobernadas por Juntos por el Cambio, alineadas con el Gobierno. Además hubo ajuste del 22% interanual a las transferencias a las universidades, 21% a los gastos en personal estatal, casi 30% en subsidios económicos, como energía y transporte, y 10% en jubilaciones y pensiones.
Según consignó el portal BAE Negocios, desde Vectorial explicaron que los recursos transferidos desde el Gobierno nacional a las provincias tuvieron un retroceso del 24,8% interanual, una caída similar a la de los meses previos, con un retroceso de 25,8% en julio y 28,5% en junio. Se trata de un resultado que es producto de sumar las caídas de las transferencias automáticas, que sufrieron un recorte de un 18,5% e incluye también a la coparticipación; con las transferencias no automáticas, de carácter discrecional, que se desplomaron un 78% interanual, en línea con la tendencia en lo que va del año.
A pesar de que no hubo provincia que no haya mostrado una pérdida significativa de recursos en la comparativa contra 2023, la consultora destacó que aquellas gobernaciones que menos perdieron tienen en común su alineamiento con el gobierno que encabeza Javier Milei. “La dependencia heterogénea de las provincias respecto a los fondos enviados desde nación pareciera no ser una variable tenida en cuenta por la administración de Milei para racionar el ajuste en dicho gasto. En todo caso, las afinidades políticas podrían ser un ligero bálsamo para algunas jurisdicciones que se ven menos desfavorecidas que las opositoras”, afirmó.
Por ejemplo, La Rioja, con caída de 28,1% interanual en agosto, y Buenos Aires, con 26,2%, “alineadas políticamente al peronismo”, fueron las provincias que más recursos totales perdieron. Luego le siguen Neuquén, con 21,4%, y Santa Cruz, con 20,8%, con gobiernos de partidos provinciales. “En la otra punta de la distribución, quienes tuvieron menores pérdidas relativas son cinco provincias gobernadas por la Coalición de Juntos por el Cambio”, argumentó Vectorial: Jujuy con una merma de recursos de 15,3% interanual, San Juan (15,8%), San Luis (16%), Mendoza (16,1%) y Chubut (16,3%).
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Con una tónica similar, la consultora Epyca explicó que la política fiscal contractiva que lleva adelante el equipo económico a cargo del ministro de Economía, Luis Caputo, “implicó licuación y reducción de gastos relevantes”, entre los que resaltaron las “jubilaciones, planes sociales, transferencias a Provincias y Universidades Nacionales, obra pública y subsidios a tarifas de servicios públicos”.
De acuerdo a datos de la Oficina de Presupuesto Público (OPC), los gastos en las prestaciones sociales cayeron un 12,7% interanual durante agosto. Desagregado ese dato, se observa que las jubilaciones y pensiones cayeron un 10,1%, mientras que planes sociales como el Potenciar Trabajo y las Becas Progresar se desplomaron un 72,6% y 78,5%, respectivamente.
Además, los subsidios económicos cayeron un 29,2%, las transferencias a las universidades lo hicieron un 22,8% y la obra pública se contrajo un 65,9% contra agosto de 2023. “Con semejante impacto en subsidios y transferencias a los hogares (jubilaciones, planes sociales, salarios públicos), el superávit del sector público se traduce en un fuerte ‘déficit’ de los ingresos de los hogares”, planteó Epyca.
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