Entre todos los temas urgentes que exige el manejo de la macroeconomía, el presidente, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Sergio Massa, abordaron en un encuentro a solas en la Casa Rosada la controversial Ley de Alquileres. Durante un almuerzo que tuvo lugar el último lunes al mediodía evaluaron los escenarios posibles mientras la caída histórica de la oferta en los centros urbanos distorsiona los precios. Se barajó la posibilidad de la suspensión de la norma que los actualiza a partir de un promedio entre la inflación y los salarios. “El Ministro trajo la idea, es algo que está analizando con su equipo en el Palacio de Hacienda, por ahora no hay nada definido”, indicaron fuentes de Casa de Gobierno a Grupo Crónica.
Es un tópico sensible, a punto tal que “Ley de Alquileres” estuvo entre las principales diez tendencias ayer durante todo el día en la red social Twitter. Sobre el manto del 100% de inflación anual que desordena cualquier intento de estabilización de un precio, la renta de inmuebles para la vivienda suma varios males de muchos años tanto para locadores como locatarios. Las inmobiliarias, bien se sabe en los pasillos del Poder Legislativo, estuvieron siempre en contra de la norma aprobada en diciembre de 2019 por el Congreso Nacional.
El principal beneficio para los inquilinos es que la ley vigente establece que los contratos se firman por tres años como mínimo. Antes ese lapso era de dos años. Además, fija que la actualización del precio es anual. Hasta entonces era semestral y gran parte de los dueños de los departamentos o casas en oferta establecían subas trimestrales como condición para cubrirse de la inflación. E incorporó una regulación más, que fue el principal punto de discordia entre las agrupaciones de inquilinos y las inmobiliarias antes del debate legislativo, durante y después: el índice de actualización. Un ancla que era un reclamo histórico de los locatarios en un país que arrastra dos décadas de alta inflación para no quedar a merced de la voluntad de los locadores.
De acuerdo a la Ley de Alquileres, el actual índice de actualización se publica en la página del Banco Central de la República Argentina, en la sección “Principales Variables”. Y surge de un promedio entre la inflación (Índice de Precios al Consumidor del Indec) y los salarios (RIPTE: la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores en relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses).
Hubo intención por parte del bloque del Frente de Todos de regular también los incrementos a la hora de renovar el contrato pero, con ese punto, la ley no lograba la mayoría necesaria y se desestimó.
Como contraparte, el resultado de la ley que se encamina a cumplir los tres años ha sido la caída de la oferta que vaticinaron las inmobiliarias. Muchos locadores migraron, además, al negocio del alquiler temporario. Todo contribuyó a una disparada del precio inicial, así como también, a un impulso a la informalidad en el sector. No sólo en cuanto a la declaración de los contratos sino, peor aún, a la de la inexistencia de contratos. Todo de palabra, donde el más fuerte tiene la última.
En ese margen, Fernández y Massa dialogaron el último lunes sobre cómo ordenar el mercado de los alquileres para la vivienda, una cuestión central para las familias que se ven imposibilitadas a acceder a un crédito hipotecario. El ministro de Economía se había referido al asunto un año y medio atrás cuando era presidente de la Cámara de Diputados. Por entonces, se estudiaba la suspensión de la ley por tres meses. Ahora, en año de elecciones nacionales, el problema podría volver a tomar protagonismo. Los equipos del Palacio de Hacienda ultiman la propuesta final.
¿Qué pasa con los contratos?
“Ese acuerdo entre las partes no se modificaría para nada. Se mantiene igual hasta su fecha de finalización”, aseguró Marta Liotto, titular del Consejo Profesional Inmobiliario, al ser consultada por el portal cronica.com.ar.
La dirigente empresarial celebró que “el Gobierno tenga en agenda la gran problemática” de la Ley de Alquileres. Una norma que, según su opinión, “no benefició a nadie”. “Ahora nos interesa saber hacia dónde apuntarán una vez que se suspenda esta ley. Estamos ansiosos por conocer dónde estamos parados”, expresó.
“La oferta se encuentra en mínimos históricos y continúa cayendo”, advirtió Liotto. Y lanzó un alerta en ese sentido: “La triste estimación que hacemos es que, de no mediar ningún cambio normativo, en muy pocos meses podríamos ver un mercado sin unidades en alquiler en la Ciudad de Buenos Aires”.
Leé más notas de Florencia Golender
Compartir esta noticia