Maestro del fútbol argentino, Carlos Timoteo Griguol murió este jueves mientras permanecía internado por dificultades respiratorias en el Sanatorio Los Arcos, del barrio porteño de Palermo.

 

El encargado de confirmar el deceso fue su yerno y exfutbolista Víctor Hugo Marchesini, quien a través de Twiter escribió: “Se nos fue Timo. Gracias por todo Viejito, imposible no tenerte presente minuto a minuto. Te voy a extrañar. QEPD”.

 

Nacido en Córdoba, en septiembre de 1943, el ex director técnico campeón con Rosario Central, Ferro Carril Oeste y River Plate tenía 86 años.

 

Su marca en el fútbol argentino

Después de cerrar su carrera como futbolista en Atlanta y Rosario Central, entre 1957 y 1969, Timoteo se lanzó a la dirección técnica en el “Canalla”, que rápidamente comprobó su sabiduría con el título de Primera División de 1973.

 

Dos años más tarde salió de Rosario, hizo su primera experiencia en el exterior, en Tecos de Guadalajara (1975-1977), regresó a Central y pasó por Kimberley de Mar del Plata antes de llegar a Ferro Carril Oeste, donde produjo una verdadera revolución.

 

En 1982, durante la plenitud de su carrera, Griguol el primer título con Ferro Carril Oeste, que dos años después repitió para consagrarse en un verdadero prócer del club porteño de Caballito. Esa primera corona venía precedida de dos subcampeonatos en 1981, uno logrado en lucha parejísima con el Boca de Diego Armando Maradona.

 

Esas conquistas con Ferro pusieron a Griguol en la consideración de muchos. Tanto fue así que hasta se lo candidateó a entrenador de la Selección Nacional luego de la frustración en el Mundial 1982 de España que forzó la renuncia del “Flaco” Menotti.

 

Amigo del recordado León Najnudel (inventor de la actual Liga Nacional de Básquet) Griguol copiaba y practicaba con éxito en el fútbol jugadas de marca y desmarque del básquetbol, un deporte también exitoso en el Ferro de los ’80.

 

El prestigio acumulado en aquellos años le abrió la puerta de un gigante del fútbol argentino como River Plate (1987), donde levantó la Copa Interamericana con un equipo que había sido campeón de América y del mundo el año anterior.

 

Sin más éxito en el “Millonario”, Timoteo regresó a Ferro para un proceso de cinco años (1988-1993) en el que ya no tuvo posibilidades de pelear por la gloria pero que ratificó su sapiencia para armar equipos duros de roer.

 

Al promediar la mitad de los ’90 inició su historia en Gimnasia y Esgrima La Plata, club en el que tuvo tres ciclos y que fue otro de los grandes amores de su vida. Allí orilló la coronación en en 1995, 1996 y 1998 y le puso final a su carrera como DT en 2004.

 

Sus inicios en Atlanta como jugador (volante central) en 1957, su paso por la Selección que en 1959 ganó el Sudamericano y etapa en Central entre 1966 y 1969 le brindaron los fundamentos para una magnífica carrera como entrenador. Una experiencia en el Betis de España (1999) y Unión de Santa Fe (2002) también fueron parte de su currículum.

 

 

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