Allegra, la perrita rescatada que se convirtió en la sensación de una tienda

Allegra, fue rescatada en una toma junto a sus hermanitos por la protectora de animales Pocas Pulgas y fue adoptada por Carina, una mujer que hacia poco había perdido a una mascota. Rápidamente, se convirtió parte de la familia, pero también del staff de Cham’s, una tienda de indumentaria donde se compró a toda la clientela.

“Rescataron a 3 perritos y como sabían que yo andaba triste, me los trajeron para que elija uno. Estaban dentro de una caja de cartón. Al principio no quería volver a encariñarme pero la verdad que en el fondo, si era por mí, me quedaba con los 3… Eso no se podía y me pesaba la decisión. Entonces dije, ‘el primero que salga de la caja se queda’. Fue Allegra la que asomó la cabecita y sacó las patitas afuera. Y realmente de allí en más me alegró la vida”, comentó Carina, la dueña de una mascota a LM Cipolletti.

La cachorrita, llegó para llenar el vacío que había dejado Chloe, una maltés blanca que falleció y, aunque ella no es de raza, posee una belleza natural y elegancia innata que la convirtió en la modelo del local.

Aun así, sus dueñas aseguran que la imagen fue mejorando con el tiempo: “Al principio tenía los pelos parados, una oreja más larga que la otra… La estética no era su fuerte, pero obvio que nos parecía hermosa igual por el cariño que sentimos por ella desde el primer día”.

Además, Allegra compra con su carisma. Le encanta posar en la vidriera junto a las prendas del momento y “chusmear” hacia fuera. No hay día en que no llame la atención de los peatones que se arriman por curiosidad y sonríen al percatarse de su presencia.

Y si alguien entra al local, enseguida ‘atiende’ a esa persona y le pide mimos. Aunque también puede ser un poquito invasiva; si bien los vendedores suelen acercarse a preguntar a los clientes cómo le quedó tal prenda, Allegra directamente entra a los probadores para comprobarlo.

Lo cierto es que Allegra cambió la vida de sus dueñas Carina y María y, como una cenicienta del mundo canino, pasó de la oscuridad de una toma donde ya no tenía lugar, a ser el foco de las luces de una tienda en el centro de Cipolletti.