Las empanadas argentinas celebran su día internacional y su impacto en el país y el mundo es impresionante. Según un estudio realizado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, cada argentino consume en promedio 1,4 kg de tapas frescas de empanadas al año, lo que se traduce en la sorprendente cantidad de 6.301.000 millones de empanadas que se comen en Argentina todos los días. Con un número tan impresionante, no es sorprendente que las empanadas sean una comida adorada en el país, y cada vez más elegida también en el exterior.
Según la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas de la República Argentina (APYCE), las empanadas son el segundo plato más pedido en Argentina después de la pizza. Las empanadas de “carne suave” son las más populares, seguidas de cerca por las de “jamón y queso”. En tercer lugar se ubican las empanadas de “pollo”, seguidas de las de “carne a cuchillo”.
Pero la popularidad de las empanadas no se limita a Argentina. A medida que la diáspora argentina se ha expandido por todo el mundo, las empanadas se han convertido en un alimento popular en muchos otros países, desde México hasta España y Australia. La versatilidad de la empanada, junto con su portabilidad y facilidad de consumo, la convierten en una opción popular para cualquier persona que busque una comida rápida y sabrosa.
La historia de las empanadas es muy interesante. Surge de la necesidad de solucionar varios problemas como ensamblar, conservar, transportar, vender, fraccionar, presentar y, por supuesto, comer de manera práctica y sin utensilio. Los responsables de su aparición en América fueron los conquistadores y/o colonizadores españoles, lo que demuestra la presencia de su nombre en libros de cocina anteriores a la época de Cristobal Colón. Si nos remontamos al año 1810, hay registros de que cuando había eventos de carácter político, había señoras que elaboraban en sus casas empanadas calientes y concurrían a venderlas a la Plaza de Mayo en canastas de mimbre.
Las empanadas también presentan una gran variedad de sabores y rellenos regionales en toda Argentina. Por ejemplo, en algunas provincias como Catamarca, Jujuy, La Rioja y Salta, se mezcla carne con cubitos de papa, y en Tucumán, el relleno de matambre vacuno es muy popular. En el NOA y parte del Litoral, se agrega charqui, y en algunas regiones, como Santiago del Estero y San Luis, se usan pasas de uva y aceitunas. En todas las variantes de empanadas, la cebolla cumple un rol fundamental ya que absorbe los condimentos y genera una combinación perfecta con los otros ingredientes.
En resumen, la empanada argentina es un plato icónico y delicioso que se disfruta en todo el país y en el extranjero. Con su amplia variedad de sabores y ingredientes regionales, es fácil encontrar una empanada que satisfaga cualquier paladar.
Top 5 de las mejores empanadas argentinas:
Empanada de carne suave: Esta empanada es la favorita de la mayoría de los argentinos. Su relleno es una mezcla de carne de vaca picada, cebolla, huevo, aceitunas y pasas de uva. Es un relleno jugoso y sabroso que se complementa perfectamente con una masa fina y crujiente.
Empanada de jamón y queso: Este es otro sabor clásico y muy popular. El relleno consiste en una mezcla de jamón cocido y queso, con una pizca de cebolla y pimiento para darle un poco de sabor. Es una empanada sencilla pero deliciosa, especialmente si se utiliza un buen queso.
Empanada de pollo: La empanada de pollo es una de las más versátiles ya que se puede combinar con muchos ingredientes diferentes. El relleno típico incluye pollo desmenuzado, cebolla, morrón y un toque de curry para darle sabor. También puede incluirse queso crema o champiñones para una variante más cremosa.
Empanada de carne a cuchillo: Esta empanada es perfecta para los amantes de la carne. El relleno está hecho con carne de res cortada a cuchillo, cebolla, huevo y aceitunas. La carne se cocina lentamente para que quede tierna y jugosa, y la mezcla de condimentos le da un sabor intenso y delicioso.
Empanada de humita: La empanada de humita es una delicia para los vegetarianos y los amantes del maíz. El relleno se hace con choclo (maíz) triturado, cebolla, morrón y queso. Es una empanada suave y cremosa que combina perfectamente con una masa dorada y crujiente.
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