Este jueves, se dio a conocer la trágica noticia del fallecimiento de Silvina Luna. La modelo y actriz, que perdió la vida a los 43 años, llevaba una década luchando contra una insuficiencia renal que desarrolló tras un procedimiento estético que le realizó el doctor Aníbal Lotocki en 2010.

Este hecho generó la indignación de muchas personas, pero sobre todo de las otras víctimas del cirujano que en febrero de 2022 fue condenado por el Tribunal Oral y Correccional 28 de la Ciudad de Buenos Aires a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina por varios casos de mala praxis.

A pesar de la sentencia, el hombre continúa en libertad ya que la pena aún no está firme, a la espera de que la Cámara Nacional de Casación Penal revise su condena.​ No obstante, a raíz de la muerte del panelista televisivo Mariano Caprarola, el Tribunal hizo lugar a una medida cautelar y le impuso la prohibición de ejercer la medicina.

Una de las personas que se operó en diversas oportunidades con él para mejorar el aspecto de sus pechos, glúteos y piernas y que hoy en día padece graves problemas por causa de los productos que le colocó en el cuerpo, es Pamela Sosa, quien también fue su pareja a lo largo de 8 años.

La vedette se acercó hasta la casa de Lotocki en la localidad bonaerense de Vicente López y, en medio de un llanto desconsolado, descargó su frustración y exigió justicia por la muerte de Silvina. “Hijo de p…, lo quiero matar”, expresó a los gritos, frente a las cámaras de televisión en el lugar.

“No puede ser que haya un asesino suelto libre, que ya mató a un montón de personas, necesitamos que alguien nos ampare”, manifestó. Asimismo, reclamó que “veníamos peleando con Silvina hace 5 o 6 años, pero nadie nos cuida, sometiéndonos a estudios y un montón de cosas que son horribles y que nadie sabe”.

Sosa contó que a raíz del tratamiento al que se sometió como paciente de Lotocki, se enfermó de diabetes, como una de las principales consecuencias. “Yo tengo diabetes, que lo llevo bien, pero que no tendría que tener, y tengo por culpa del veneno que me puso este hijo de p…”, repudió.

Respecto a los dichos de Ileana Lombardo, la abogada del acusado, quien aseguró que el fallecimiento de la modelo no afectaría la situación procesal de su defendido, afirmó que “la Justicia tiene todas las pruebas”, y que “hay una sentencia firme”.

“No tenía ni idea de lo que nos ponía, y creo que nadie de las que entraron a ese quirófano sabíamos lo que nos ponía”, exclamó.

Qué es el Metacrilato, la sustancia que provocó la muerte de Silvina Luna

Luna arrastraba complicaciones desde 2011, producto de una mala praxis en una cirugía estética llevada a cabo por el cirujano Anibal Lotocki. A raíz de dicho procedimientos Silvina sufrió una intoxicación de metacrilato, la cual le provocó una hipercalcemia y una insuficiencia renal.

El polimetacrilato (PMMA) es un producto sintético compuesto por microesferas de acrílico y, en la medicina, la resina de este plástico se utiliza para la fabricación de prótesis óseas y dentales. En nuestro país, el uso del metacrilato está prohibido desde 2001 en determinadas cirugías, como aumento de glúteos o pantorrillas, a raíz del alto riesgo que tiene de presentar complicaciones en la salud. A su vez, es utilizado para cubrir ciertos comprimidos para retardar la absorción de las drogas.

Algunas de las consecuencias que puede presentar la introducción de metacrilato en el cuerpo es la migración de las microesferas a ciertos órganos, embolias pulmonares, insuficiencia renal o cardíaca y cansancio generalizado.

“El metacrilato es un producto sintético, es un plástico que se utiliza hace más de 100 años en medicina para cementar las prótesis de las caderas, por ejemplo. Y en pequeñas proporciones también se utiliza como material de relleno hace 25 años”, explicó el cirujano Guillermo Blugerman a Noticias Argentinas.

“Cuando uno coloca una gran cantidad de Metacrilato, el organismo lo identifica como un cuerpo extraño y fabrica alrededor de ese elemento extraño un granuloma, que es una reacción inflamatoria crónica con células inflamatorias. Luego el granuloma toma una función similar a la de las glándulas paratiroideas -son las que producen el equilibrio del calcio en el cuerpo humano- y estos granulomas al suplantar a la paratiroides crean una especie de hormona similar que hace que se reabsorba calcio de los huesos y ese calcio pase a la sangre, circulando por la sangre”.

“Como los riñones son los encargados de la filtración de la sangre, el calcio al llegar ahí en mayor cantidad de la necesaria, se transforma en cálculos renales, que son como piedritas de calcio que quedan dentro del riñón y, a larga, provocan lo que le pasó a Silvina Luna, que es una insuficiencia renal. Es decir, que los riñones dejan de cumplir su función de filtro de la sangre y para eso hace falta usar filtros externos que reemplacen a los filtros internos que dejaron de funcionar”, concluyó Blugerman.

En definitiva, el metacrilato puede ocasionar reacciones alérgicas, migración hacia otra parte del cuerpo, infecciones, dolores, necrosis e hipercalcemia.

Con estos síntomas tuvo que convivir Silvina Luna y otras famosas, que acompañaron su causa judicial contra el cirujano Aníbal Lotocki, como Pamela Sosa, Stefy Xipolitakis y Gabriela Trenchi.

La rosarina esperaba un trasplante de riñón por una insuficiencia renal crónica que la obligaba a tener que someterse a diálisis tres veces por semana, durante cuatro horas por día.

En el año 2010, Silvina Luna se sometió a una cirugía con Aníbal Lotocki. Su idea era hacerse una liposucción para sacarse grasa corporal e inyectarse un poco en los glúteos, pero según expresó ella misma, el doctor le sugirió agregarle metacrilato para que el efecto sea más duradero.

Luego de aquella intervención, Silvina Luna comenzó a tener serios problemas de salud. Tuvo que empezar a tomar corticoides, que provocaron una baja en sus defensas y un deterioro de su cuadro de salud, al punto de necesitar un trasplante de riñón, que se vio demorado por la aparición de una bacteria que no pudo combatir.

El doctor Aníbal Lotocki carga con un extenso historial de denuncias por mala praxis y pesa sobre él una condena a cuatro años de prisión. Solo basta con recordar algunas de las figuras públicas que pasaron por su consultorio y tuvieron consecuencias en su salud, como fueron los casos de Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis y Pamela Sosa.

 

 

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