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La noche del cierre de la 62 Asamblea de ADEPA en Posadas, Misiones, tuvo su momento emotivo con el homenaje y reconocimiento a Guillermo Willy” Ignacio. Su amigo José Claudio Escribano (representante de La Nación y expresidente de ADEPA en los períodos 1996-1998 y 2000-2002) le dedicó palabras conmovedoras e hizo un repaso, entre la nostalgia y la realidad, de su tremenda trayectoria y destacó, especialmente, su férrea defensa de los principios fundacionales de la entidad en relación a la libertad de expresión y de prensa.

“¿Qué decir, ‘Willy’? ¿Qué decir, amigos de ADEPA, de alguien que lleva 60 años en esta institución? ‘Willy llegó a ADEPA cuando las revistas estaban produciendo una verdadera revolución en el periodismo que llevó al cambio de los diarios. No solamente se trataba de informar, sino también de interpretar las noticias.

‘Willy’ llegó aquí hace 60 años, cuando todavía las fotos que recibíamos del exterior venían por radio fotos, es decir, por impulsos eléctricos. Y según eran las condiciones meteorológicas, las fotos eran legibles o en las fotos no había cara alguna que se distinguiera, por importante que fuera el personaje.

‘Willy está acá desde que los argentinos no teníamos televisión en color, desde que viajábamos con nuestras Olivetti y en cada llamada telefónica, cuando íbamos al interior del país y queríamos hablar con nuestro lugar de origen, eran tres horas… era la telefonista que nos pegaba un chirlo y nos hacía temblar, si podíamos hacer llegar la información a tiempo para la edición el día siguiente.

En la figura de un hombre que lleva 60 años en ADEPA se encarna el período más revolucionario en la historia del periodismo, no solamente argentino, sino mundial. ‘Willy’ vivió con intensidad ese cambio de los años 80 en que nuestros diarios dejaron edificios, dejaron de ser aquellos edificios que tenían forjas para reconvertir el valor del plomo con el cual se hacían las impresiones. ‘Willy’ vio desaparecer oficios enteros como el del linotipista. ‘Willy está acá desde antes de que se inventara el fax y que la primera computadora se pusiera en una redacción, como fue en el caso de La Nación, no para que fuera usada, sino para que al principio los redactores la tocaran y comprobaran que la computadora no mordía.

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EMOTIVO. El saludo previo a un gran abrazo entre dos amigos y colegas: José Claudio Escribano y Guillermo “Willy” Ignacio. Junto a ellos, Carlos Jornet, presidente Comisión de Libertad de Prensa e Información en Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Daniel Dessein, actual presidente de la comisión de libertad de prensa de ADEPA.

Willy vivió y dio luchas importantísimas en favor de la libertad de prensa. Como representante de un diario chico del interior de la provincia de Buenos Aires (Ecos Diarios), pero que en ese mismo hecho está condensado el ideal federal de esta institución. Los diarios más chicos no tienen menos derechos que los diarios más importantes del país.

‘Willy’ acompañó el proceso de la democracia iniciado en 1983 y fue un denodado luchador en la reforma de la Constitución de 1994. Era bueno tener el ojo atento a la primera parte de derechos y garantías individuales de la Constitución, sino que se incluyera una cláusula que en la doctrina judicial estaba muy discutida -si teníamos o no el derecho al secreto de nuestra fuente- y ustedes saben que sin secreto de la fuente prácticamente no hay información valiosa ni investigación que pueda prosperar, sobre todo en relación con los poderes públicos.

Son muchos años en ADEPA, pero también muchos años en la Sociedad Interamericana de Prensa y en la más grande organización que aglutina a los medios de prensa, como ha sido la Asociación Mundial de Periódicos.

Tenemos una deuda de agradecimiento inmensa con vos y sos el ejemplo que encarna a tal punto los ideales de ADEPA y lo que ADEPA es y debe seguir siendo. Y debe seguir luchando.

ADEPA no es una agrupación gremial. Si a veces ocupamos o desarrollamos ese papel es porque el prestigio de ADEPA nos lleva a acompañar a instituciones hermanas en la defensa de situaciones que pueden ser muy comprometidas, en particular para la viabilidad económica de diarios, revistas y medios digitales que hoy han recreado esta institución”.

Después de sus palabras, escuchó atentamente a Guillermo Ignacio. Lo miró casi con ternura. Con el movimiento de su cabeza, asintió al discurso de agradecimiento de su amigo.

El periodismo los une, la vida los une; sobre todo, una amistad de más de 60 años.

EN ESTA NOTA ADEPA Guillermo Ignacio

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