Osvaldo Aguirre es un ex combatiente de Malvinas, que fue tripulante de los guardacostas que estuvieron en pleno escenario de guerra durante 1982. Su historia emocionó a oyentes y lectores. Momento en que relató cómo recuperó la gorra que había perdido en aquella época, en el medio del combate.
Además, como veterano de Malvinas, dialogó sobre la actualidad, la pandemia y la responsabilidad social de los argentinos.
El ex combatiente recibió la gorra y una emotiva carta después de 27 años
“Tuve contacto con el soldado inglés que nos bombardeó desde un helicóptero y me devolvió la gorra de Prefectura que usaba”, comienza su relato en diálogo con Radio LU12 AM680 y FM Láser 92.9 Río Gallegos.
La historia se remonta a 1982 cuando, a poco de desatarse la Guerra de Malvinas, dos embarcaciones de la Prefectura Naval partieron desde Buenos Aires hacia las islas para defender la soberanía argentina.
Navegaron más de 600 millas náuticas hasta que finalmente llegaron a las aguas del frío y ventoso Atlántico Sur.
A poco de desatarse la guerra, embarcaciones argentinas partieron a Malvinas
Casi un mes después del desembarco argentino en las islas, se presentó el primero de los hechos que marcó la historia de la Prefectura.
Los hechos
El 1 de mayo, los tripulantes del guardacostas “Islas Malvinas” pasaban por Bahía de Anunciación cuando a lo lejos se escuchó el eco de las hélices de un helicóptero.
Se trataba de un Sea King inglés que se acercaba a toda velocidad a la embarcación argentina.
Fue un enfrentamiento cara a cara, donde los británicos atacaron sin piedad con potentes ametralladoras.
Hirieron a un cabo y dañaron la nave argentina, que no podía desplegarse por un ancla atascada.
Finalmente, luego de repeler la agresión con uñas y dientes, los ingleses huyeron.
En primera persona
Aguirre explicó que, aquel día, “empezaron a atacar los británicos en Puerto Argentino con bombas”.
El tripulante del guardacostas y jefe de los veteranos de Prefectura de Malvinas relató que, ellos, “veíamos todo desde afuera”.
Como si fuera ayer, Aguirre recordó el momento en que terminó la guerra y expresó que pasó 30 días como prisionero en las Malvinas.
“Un capitán del ejército inglés nos tomó el barco y fuimos a parar a una barraca”, relató.
Un tripulante nos sacó dos jinetas, un escudo y una gorra mía
Más tarde, “durante el confinamiento, un tripulante nos sacó dos jinetas, un escudo y una gorra mía”, contó.
El tiempo pasó, pero las secuelas de los crudos combates quedaron grabadas en su mente.En 2009, Aguirre recibió un inesperado mensaje desde Gran Bretaña.
Era el teniente del helicóptero con el que aquel primero de mayo había combatido desde el guardacostas, a sólo 15 metros de distancia.
El diálogo
Luego de un intercambio de palabras, y en un intento de cicatrizar la herida, el británico le pidió sus datos para enviarle un correo.
Tiempo después, las jinetas, el escudo y la gorra que le habían arrebatado llegaron desde Gran Bretaña.
La sorpresa fue casi tan grande como la emoción, el teniente había agregado una carta escrita en inglés.
“Nos saludamos para año nuevo y charlamos vía Facebook. Hoy, tengo una relación con él”, reveló Aguirre.
“Los ingleses nos respetan”, reflexionó sobre el final de la nota. “No dejar caer la gesta de Malvinas es la batalla más difícil”, concluyó Aguirre.
El segundo ataque
Si bien la hazaña del primero de mayo será eternamente recordada, la batalla que se libró el 22 del mismo mes fue elegida para conmemorar la actuación de la Prefectura en Malvinas.
En aquella oportunidad, el guardacostas Río Iguazú zarpó con destino a Puerto Darwin para trasladar soldados del ejército y municiones.
Los que vivimos Malvinas, no pensamos vivir una pandemia
En el camino, el temor de un nuevo ataque aéreo se concretó. Dos aviones Sea Harrier volvieron a atentar contra la Prefectura que respondió a tiempo.
El cabo Julio Omar Benítez murió después de bajar un Sea Harrier, y otros tres resultaron heridos.
Su visión hoy
Aguirre fue protagonista de lo más difícil de la historia argentina. En otro tramo, contó a La Opinión Austral cómo es la vida hoy y cómo pueden compararse dos sucesos totalmente distintos, pero que vuelven a colocar al pueblo argentino en un escenario difícil.
Remarcó que es optimista en cuestión de consciencia y destacó las medidas sanitarias que tomaron las autoridades.
El soldado expresó, en primer lugar, que la pandemia “nos afectó a todos”.
Remarcó sobre los ex combatientes: “Nosotros que somos personas de riesgo, con más de 60 años, nos vimos confinados en nuestras casas”.
Para el ex combatiente, el contexto actual “es duro”.
No dejar caer la gesta de Malvinas es la batalla más difícil
“Nosotros y aquellos que ya hemos vivido situaciones extremas en nuestras vidas, no pensamos que nos íbamos a encontrar con una situación semejante”, continuó el ex combatiente.
Aguirre fue protagonista de las etapas más difíciles de la historia argentina
Sin embargo, agregó: “Me parece que las medidas que se han implementado fueron y siguen siendo las correctas”.
“Es muy doloroso”
Aguirre señaló que la situación actual en el país es compleja. El ex combatiente vive, actualmente, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde la situación difiere ampliamente de la que vivimos en nuestra provincia.
Nos saludamos para año nuevo y charlamos vía Facebook
Con una multiplicidad de casos y zonas del Gran Buenos Aires atravesadas por la pandemia, Aguirre se mantiene optimista.
Sin embargo, apuntó a una gran consciencia social para poder contrarrestar los efectos causados por el contexto.
“Acá las medidas se extreman. Cada uno de nosotros ya estamos bastante concientizados con las medidas de higiene, eso hace que seguramente esto se disipe y en poco tiempo volvamos a tener una vida normal”, sostuvo.
Para el soldado de Malvinas, lo que se vive hoy “es muy doloroso y muy costoso”.
“Esperemos que este pico que está llegando a su punto máximo disminuya y que todos podamos estar en condiciones de disfrutar de la vida, de la amistad, de los hijos”, remarcó Aguirre.
Entendiendo la responsabilidad que requiere la pandemia, el ex combatiente señaló que han extremado las medidas sugeridas por autoridades sanitarias.
Confía que la consciencia social colabore para que esta etapa “disminuya” y se pueda volver a la normalidad.
Además, indicó que las autoridades nacionales y provinciales se encuentran trabajando en pos de la salud de la población, algo que resaltó y consideró importante.
“Extremamos las medidas para tratar que este mal no se expanda, y nosotros estamos tranquilos en el sentido de que las fuerzas de seguridad están trabajando conscientemente y codo a codo con la población”, resaltó.
Para concluir, y en relación a quienes salen de sus hogares, recomendó a la población que sea consciente y señaló: “La gente tiene que entender que se debe cuidar, extremar sus medidas para que pronto podamos vivir en paz”.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia