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La exprimera dama Fabiola Yáñez denunció ayer al expresidente Alberto Fernández por violencia física y el delito de hostigamiento durante su convivencia en la Quinta de Olivos. Tras esta acusación, el juez Julián Ercolini decidió prohibirle a Fernández la salida del país y dictó “medidas de restricción y protección”.
Diversas figuras del ámbito político se manifestaron respecto al escándalo. La exlegisladora de Unión por la Patria, Ofelia Fernández, calificó a Alberto de “psicópata” y se disculpó por “haber creído tanta basura”. Por su parte, la diputada Amalia Granata sostuvo que “el abogado de Fabiola negoció” con el exjefe de Estado.
Ahora, fue el presidente Javier Milei quien se pronunció acerca de la denuncia por violencia de género que pesa sobre su predecesor. En una extensa carta publicada en su cuenta de X y titulada “La hipocresía progresista”, el líder de La Libertad Avanza afirmó que “a pesar de sufrir constantes ataques y difamaciones, siempre tuvimos el coraje de decir la verdad”.
“Sin importar las consecuencias. Porque ese es nuestro compromiso con la sociedad. Compromiso que cumplimos el día 1 de gobierno, terminando con esta estafa que titularon ‘políticas de género’”, criticó, y agregó que la cartera, inicialmente encabezada por Elizabeth Gómez Alcorta, era una “una estafa de la cual se beneficiaron unos pocos, pero que financiaron todos los argentinos”.
En ese mismo tenor, aseguró que “la solución para la violencia que ejercen los psicópatas contra las mujeres no es crear un Ministerio de la Mujer, no es contratar miles de empleados públicos innecesarios, no son los cursos de género y definitivamente tampoco es adjudicarle a todos los hombres una responsabilidad solo por el hecho de ser hombres”.
Y agregó: “Décadas de estudios científicos son prueba de ello. La única solución para bajar el delito es ser duros contra quienes los cometen. Aumentar la burocracia estatal es una estafa moral, fiscal y política. Es aprovecharse de un problema grave para hacer negocios. Siempre sostuvimos lo mismo y, como fuimos los únicos en denunciar esta estafa, todos ellos nos acusaron, sin ninguna prueba, de ser machistas, violentos y misoginos”.
El primer mandatario argumentó que “utilizaron esta problemática no solo para hacer negocios, sino también para hacer política. Las causas nobles en las que se embanderan como la igualdad de género, son una excusa para justificar sus negocios. Porque cuando vamos a los hechos, los de ellos siempre son buenos y los nuestros siempre son monstruos”.
En el cierre del escrito, Milei ironizó: “No importa que haga cada uno. Ellos pueden golpear, maltratar, violentar, robar y cualquier otra atrocidad pintados de verde y mostrándose como aliados. Mientras que nosotros, que valoramos a cada individuo como un fin en sí mismo, somos los que venimos a cortar derechos, somos los violentos, etc. El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones”.
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