En la plataforma de streaming “Flow”, se encuentra disponible el show que brindó Tini Stoessel en el “Club Hulinghan”, donde presentó su disco “Un mechón de pelo”, el cual es su pieza más personal ya que habla sobre cómo estuvo anímicamente y dio detalles acerca de su vida privada. En conjunto, también sacó una entrevista con el psicólogo Gabriel Rolón y, durante la nota, profundizó en las letras de su nuevo álbum y habló sobre su padre Alejandro, quien atravesó un complicado cuadro de salud.

Todos los detalles sobre la entrevista de Tini Stoessel y el psicólogo Gabriel Rolón

Tini, aseguró: “Este disco, tiene todas las emociones de lo que sería un duelo; por eso, elegimos empezar a contar esta historia, con ese shock tan grande, que fue lo que le pasó a mi papá. Pensé que lo perdí, porque nos lo avisaron; nos dijeron que “no había posibilidad de que siguiera”.

Y, continuó: “A partir de situaciones extremas, que puede vivir cualquier persona, alguna transformación hay. Me di cuenta, que lo de mi papá fue la gota que rebalsó un vaso lleno de agua. Me encontré en lugares oscuros; no sabía qué nombre ponerle, ni a quién recurrir y no sabía si contarlo o no; me daba vergüenza. Fue muy rápido el desalme de sentir morir a mi papá a tener que estar arriba de un escenario sonriendo”.

“Cuando llegaba a mi casa, no entendía qué me estaba pasando; no sabía lo que era la ansiedad, ni un ataque de pánico y, tampoco, lo hablaba; entonces, me di cuenta que, en realidad, no había hablado un montón de cosas que me habían pasado a lo largo de mi vida. Fueron muchas gotas que fueron rebalsando ese vaso y, finalmente, fue mi alma la que explotó. Un día, ya no podía levantarme de la cama y no porque no tenía fuerza física, sino porque mi alma me dijo “no podés más”. Me metí en un lugar de sensaciones y sentimientos que creí que no iba a poder superar, que me iba a quedar para siempre en ese lugar oscuro”, sumó Tini.

A raíz de esto, Rolón se quedó con la frase que mencionó Stoessel sobre el duelo. “El duelo es esa lucha dolorosa que debe llevarla adelante todo aquel que pierde algo que ama, porque te abismas a un lugar que es tu propio infierno, donde están tus miedos, inseguridades…”, expresó.

Luego, la artista, manifestó: “Mi cabeza se había creído ‘fuiste a un colegio privado, bilingüe, nunca te faltó un plato de comida’ ¿Cómo vas a estar mal? ¿Cómo te lo vas a permitir? Las redes sociales arrancaron, justo, en ese momento, en donde aparece “Violetta” y, en la cabeza de cualquier adolescente, la exposición, más la responsabilidad tan grande como lo fue ese proyecto, los comentarios positivos y negativos… todo eso, me lo creí”.

Ante esto, se culpó a ella misma. “¿Cómo hago para poder revertir esto? Para sacarme unas etiquetas que no me puse yo, que me creí de alguien que no me conoce, que no está en mi casa, que no sabe qué pasó. ¿Por qué fui tan injusta conmigo misma? En una de las canciones digo “perdonarte a ti”… fue un montón de tiempo el fondo que toqué; yo, permití todo eso, que entrara. Me costó amigarme conmigo misma, permitirme estar mal, levantar el teléfono y decir “esto no lo puedo hacer o se suspende porque no estoy bien’”, dijo.

Por otro lado, Gabriel mencionó una frase del tema “Posta” que dice “no existe lo que no se nombra”. “En realidad, sí existe, pero en un lugar inconsciente, que, a lo mejor, se le escapa a las palabras cotidianas pero que, desde ese lugar, hace mucho daño, porque lo que no se puede poner en palabras, se pone en actos”, y, aseguró: “Es difícil salir de ahí, donde el dolor se hace cuerpo para volverlo palabra”, explicó.

“Me sentí despersonalizada. Estaban pasando cosas puertas para adentro en mi cuarto y en mi casa, pero para el afuera tenía que sostenerme de la forma en la que podía con las herramientas que tenía… en esa canción, repito frases que leí y me creí. Yo, no le había dado entidad hasta que no le puse palabras. Estaba en negación; quiero aceptarlo, pero no… es una lucha interna”, confesó Tini.

A raíz de estos dichos, hizo unas fuertes revelaciones acerca de cómo lidió con los comentarios sobre su cuerpo. “Con la crudeza y la maldad con la que se habla del cuerpo, de la cara, de la voz ajena, cuando se tendría que abordar el tema desde otro lugar… Sentía que taparme era la solución; me empecé a vestir grande, ponerme guantes, engordarme en las fotos…Ya lo había normalizado”.

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“Y, después, me di cuenta de todo lo que me afectó. ¿Voy a estar toda la vida esperando la aceptación de todo el mundo? Voy a terminar infeliz toda la vida. En ese proceso, dije “ya no me alcanza estar hablándolo con mis amigos, mi familia, mi psicólogo y mi psiquiatra, necesito sacarlo para afuera’”, reflexionó.

Por último, contó: “Hacía cinco, cuatro años, mucho más después de lo que le pasó a mi papá, no podía dormir sola; ni en un hotel ni en mi casa. Saqué el álbum y, a los tres días, estaba durmiendo sola”.

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