Por Hugo Ferrer

En una jornada donde los jóvenes fueron los protagonistas, la participación del ministro de las Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, le dio otra relevancia a la 16 Cumbre Internacional de Jóvenes Líderes que se realizó en el Teatro 25 de Mayo de Capital Federal.

La gran convocatoria de “speakers” que logró su presidente Leandro Viotto Romano incluyó a António Guterres,  secretario general de las Naciones Unidas (grabó un video para los jóvenes), Christian Asinelli, vicepresidente del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe; Juan Ignacio Rubiolo, vicepresidente ejecutivo de AES; la fundadora de Crepes & Waffles Beatriz Fernández; los empresarios Adrián Werthein y Ricky Sarkany; Eliana Banchick, CEO de Michelin Argentina; Silvana Bergonzi, CEO de Arredo; Gabriela Renaudo, CEO de VISA ConoSur; el empresario y andinista Juan Pablo Toro; la fundadora de LineUp Agustina Tempesta; el músico Darío Jalfin; Jaime Garbarsky, fundador de Grupo Ecipsa; la geóloga Candela Corredera; Silvia Uranga, directora de Fundación Pescar; Gloria Miguens, enfermera dedicada a acompañar en el final de la vida; Guillermo Francella y Julieta Luz Porta.

El juez Lorenzetti recordó su origen en Rafaela y la anécdota con un profesor: “Me decía: ahí es donde no dobla el viento y al final del mundo no hay nada,  ¿cómo se puede llegar hasta la Corte Suprema?” La verdad es que pensando más profundamente y más viendo un poco lo que está sucediendo, desde el corazón como decía mi abuela, quisiera compartir algunas reflexiones más profundas y más generales con ustedes.”

“Hay una mediocridad generalizada”

“La verdad es que hablar de liderazgo en un mundo donde los liderazgos están casi en crisis generalizada, donde lo que se ve es una ausencia total de idealismo y una crisis vinculada a una mediocridad generalizada, no escuchamos grandes ideas.  Vemos que la dirigencia global habla hacia un mundo que no lo escucha, un discurso antiguo, un escenario vacío. Recuerdo lo que decía Borges: “Es una canción de gesta que se ha perdido en sórdidas crónicas policiales”. Es la crónica policial lo que prevalece sobre los grandes discursos idealistas que escuchábamos de los líderes de hace unos años. Entonces, en un mundo así, es muy importante que pensemos qué significa el liderazgo hoy. ¿Cuál es el sentido? ¿Qué es lo que van a ver ustedes en los próximos años? Lo primero, es la reacción a todo esto: es un rechazo. Es la idea de un fin de ciclo y ese fin de ciclo genera reacciones muy duras, muy difíciles. Por ejemplo, a mí me gusta citar el título de un libro que hace poco se ha editado en Estados Unidos:  Cómo mueren las democracias (NdR: de los autores Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, 2018). Las democracias de ahora ya no se pierden por los Golpes de Estado. Se pierden gradualmente, imperceptiblemente, porque se van aflojando los controles y poco a poco vamos llegando a sistemas autoritarios, a sistemas que reprimen la libertad de las personas. Ese no es el camino, el camino es otro.”

A partir de esto realizó un amplio recorrido con la agudeza de análisis que lo caracteriza. En los casi 15 minutos que expuso ante un auditorio exigente y muy atento a cada palabra, sonó más fuerte que nunca cada frase.

Además, dio cátedra para hablar no sólo de Shakespeare, Platón, Michel Foucault, de Don Quijote y Jorge Luis Borges sino también de Woody Allen para dar ejemplos y fortalecer cada uno de sus conceptos. Un recorrido para hablar de los discursos anacrónicos, la mediocridad que acorrala a la sociedad, el futuro de los jóvenes y quien se hace cargo del liderazgo. La preocupación por el tema ambiental y el impacto de la Inteligencia Artificial.

“Hay una mediocridad generalizada”

“La verdad es que hablar de liderazgo en un mundo donde los liderazgos están casi en crisis generalizada, donde lo que se ve es una ausencia total de idealismo y una crisis vinculada a una mediocridad generalizada, no escuchamos grandes ideas.  Vemos que la dirigencia global habla hacia un mundo que no lo escucha, un discurso antiguo, un escenario vacío. Recuerdo lo que decía Borges: “Es una canción de gesta que se ha perdido en sórdidas crónicas policiales”. Es la crónica policial lo que prevalece sobre los grandes discursos idealistas que escuchábamos de los líderes de hace unos años. Entonces, en un mundo así, es muy importante que pensemos qué significa el liderazgo hoy. ¿Cuál es el sentido? ¿Qué es lo que van a ver ustedes en los próximos años? Lo primero, es la reacción a todo esto: es un rechazo. Es la idea de un fin de ciclo y ese fin de ciclo genera reacciones muy duras, muy difíciles. Por ejemplo, a mí me gusta citar el título de un libro que hace poco se ha editado en Estados Unidos:  Cómo mueren las democracias (NdR: de los autores Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, 2018). Las democracias de ahora ya no se pierden por los Golpes de Estado. Se pierden gradualmente, imperceptiblemente, porque se van aflojando los controles y poco a poco vamos llegando a sistemas autoritarios, a sistemas que reprimen la libertad de las personas.  Ese no es el camino, el camino es otro.”

“Muchos líderes tienen  un discurso sobre algo que ya no existe”

“Entonces, lo que está pasando, y esto es lo que quiero contarles a los futuros líderes, es que está cambiando sustancialmente la dirección en la cual está andando la humanidad. Hasta hace pocos años Íbamos en un sentido y ahora vamos en otro y ese otro sentido es lo que no perciben mucho de los líderes mundiales.  Es un poco lo que sucedía cuando (Michel) Foucault hace muchos años escribió en el libro Las palabras y las cosas, el ejemplo de Don Quijote tratando de mostrarle al mundo algo que ya no existía, que era la caballería.  Y es un poco lo que se nota en muchos líderes actuales tratando de desarrollar un discurso sobre algo que ya no existe.  Es importante que entiendan ustedes que estamos en una época de cambio profundo de la base fundamental sobre la cual se desarrollaron los últimos años la economía, la sociología, la sociedad, la política. ¿Cuáles son esos cambios? ¿Qué es lo más importante? Primero, la naturaleza nos ha mostrado sus límites.  Estamos en un momento en el cual ha cambiado la ecuación entre los costos y los beneficios. Seguir en esta dirección nos lleva a una catástrofe ambiental. Entonces está cambiando aceleradamente la economía en el mundo. Quienes se dediquen al área económica van a ver que muy rápidamente no pueden seguir haciendo lo que seguían haciendo antes. Está cambiando el campo. Porque a lo mejor invierten en el campo y el cambio climático les altera o le frustra lo que están haciendo. Está cambiando la energía, está cambiando el automóvil. Hacer automóviles con el mismo combustible ya es algo del pasado. Está cambiando aceleradamente. Entonces, ir para allá cuando la naturaleza nos ha mostrado sus límites y tenemos que ir en otra dirección, es el fracaso.

De la máquina de escribir a la Inteligencia Artificial: el mundo cambió

El liderazgo tiene que estar muy vinculado a un cambio fundamental en la dirección, que es proteger la naturaleza, desarrollarse de modo sustentable. La tecnología nos está mostrando otro cambio sustantivo en lo que vivimos. Piensen ustedes que el mundo se ha desarrollado tecnológicamente en una línea que ya no se puede mejorar porque cuando nosotros decimos, por ejemplo, que una máquina de escribir que antes era un teclado fue cambiando aceleradamente y se la mejoró para hacer escribir más rápido con la máquina eléctrica o electrónica y surgió la computadora, ahí hubo un salto tecnológico importante. Ya no sirve para nada la máquina de escribir. Ese tipo de saltos tecnológicos nos lleva totalmente a otro escenario. Entonces estamos viendo un cambio de escenario en el mundo de la naturaleza y de la economía. Estamos viendo un cambio de escenario rápido en el mundo tecnológico, un cambio de escenario fundamental en el sistema humano. Así como hace 50 años nosotros empezamos a trabajar sobre la influencia de la acción humana en la naturaleza que fue la conferencia de Estocolmo, ahora se empezó a hablar de la influencia de la acción humana sobre el humano, sobre el cerebro humano y esa es la cuestión de la Inteligencia Artificial (AI). Estamos en un mundo donde la Inteligencia artificial nos lleva a otro estadio, es un salto tecnológico distinto porque vamos a ver que la Inteligencia Artificial puede ser como los humanos y hay una pérdida de identidad de lo humano.  Y es otro tema central: estamos viendo cambios de escenario que no son meros desarrollo de lo que ya conocíamos sino que es saltar a otro nivel; entonces, seguir hablando de lo que hablábamos antes no sirve. Piensen ustedes que, además, estos cambios se desarrollan a una velocidad extraordinaria. Cualquier persona que hoy tenga 30 o 40 años vive en un mundo que no existía en su infancia, no existía internet, no existía Google, no existía YouTube, no existía nada.  No existía el celular, entonces la capacidad de adaptación en tantos cambios acelerados es extraordinaria. Yo le dediqué un libro a mi abuela cuando cumplió 84 años.  Y decía que cuando ella nació no existía nada.  No existía ni siquiera la cocina, ni la heladera, ni el avión. La capacidad de adaptación que necesitamos los humanos frente a estos cambios acelerados y rápidos es extraordinaria.”

LÍDERES. Leandro Viotto Romano, fundador del encuentro, Guillermo Francella, y el Ministro de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti.

“Los grandes cambios nacieron  en las calles”

 “Yo no les voy a desarrollar todos estos temas que son muy complejos pero sí mostrarles que no sirve seguir hablando de lo mismo, no sirve mirar el pasado sino el futuro y el futuro está lleno de incertidumbre para muchos porque no entienden que hay que cambiar la dirección hacia la mayor protección de la naturaleza, hacia una mayor protección del ser humano, de la identidad humana y hacia una mayor reflexión crítica sobre lo que está pasando.  Necesitamos volver a lo que eran narradores morales de la Nación, a los grandes idealistas. Hay cosas que se afirman hoy en el movimiento del cual yo participo hace muchos años, que son muy claras: es la primera generación que es consciente de que estamos en el límite de una crisis de cambio climático y es la última que puede evitarlo. Ustedes son parte de eso. Son la última generación que puede evitar una catástrofe ambiental, que nos va a dejar sin futuro.  Otra de las afirmaciones del movimiento ambientalista global es “Nosotros somos la primera generación en la cual hay una generación anterior que le enseña a la otra”. Fíjense que esto es muy notable. No ocurrió en toda la historia de la humanidad: los niños enseñan a los adultos el manejo de la tecnología; pero este es el conocimiento tecnológico, el técnico, ahora los grandes problemas de la humanidad siguen siendo los mismos.  Si ustedes leen Shakespeare o Platón o los grandes escritores no ha cambiado ni la envidia,  ni las luchas de poder, ni la mediocridad humana, ni las bajezas. A eso solo se responde con idealismo. Para entender, en primer lugar, que el liderazgo de hoy no va a ser el del futuro. Vivimos un verdadero fin de ciclo. Y esta idea de seguir hablando del pasado y de lenguajes que ya nadie entiende y a nadie le interesan, llevan a una situación de gobernabilidad frustrada. Los escenarios del pueblo de nuestro país y del mundo están vacíos porque a nadie le interesa lo que se escucha en los discursos públicos, no mueven, no atraen. ¿Por qué? Porque necesitamos un discurso nuevo, una nueva narrativa Y eso es el idealismo  y ese idealismo está vinculado a las grandes causas. ¿Qué puedo hacer yo? ¿Qué pueden hacer cada uno de ustedes? Yo creo que es mucho lo que podemos hacer porque cada uno de nosotros en su ámbito puede hacer grandes cambios. Fíjense que los grandes cambios en nuestro país y en el mundo no nacieron de la decisión de alguien desde arriba del poder sino nacieron en las calles y en Argentina, por ejemplo, el movimiento de Derechos Humanos nació en las calles, el feminismo nació en las calles. Yo recuerdo hace unos años, eran dos o tres personas.  Tenemos que involucrarnos nosotros en el movimiento global, tratar de actuar cada uno en su ámbito. Lo que necesitamos es esperanza.  Hay un un discurso de Woody Allen a los graduados que ha sido muy citado que dice: “Estamos en una encrucijada: uno de los caminos nos conduce a la desesperanza y la desilusión, el otro a la total extinción.” No es eso lo que necesitamos, no necesitamos gente que nos hable del fracaso, del miedo, de la desesperanza.  Necesitamos idealismo humanista Y eso es el liderazgo del futuro.” 

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