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Bancruz dio un paso rotundo en el Clasificatorio al Torneo Regional Federal Amateur: superó 7–0 a Argentinos del Sur (El Calafate) y se metió en la final. Allí lo espera UPP, que el día anterior dejó en el camino a Boxing tras empatar 1–1 en los 90 minutos y ganar en los penales. El cierre de la llave tendrá, además, un condimento atractivo: Bancruz y UPP ya definieron hace unos meses la final de la Primera de la Liga Sur, con festejo para UPP, por lo que asoma aroma a revancha.
La noche, sin embargo, no se explicó solo en los números. El partido entregó un capítulo emotivo con la vuelta de Maximiliano Cerato, que ingresó en el complemento y redondeó su regreso con un penal convertido: la frutilla del postre en una jornada que el público del Bancario celebró a puro aplauso.
Desde el banco, Esteban Arias vivió el trámite con calma. En diálogo con La Opinión Austral, el entrenador valoró la lectura que hizo su equipo para destrabar el encuentro: “La verdad muy contento. Yo creo que por ahí nos costó los primeros minutos. El primer tiempo… hasta que pudimos hacer el gol y abrir el partido”. Consultado por el cambio de ritmo tras el descanso, explicó: “Paciencia. Yo creo que la paciencia hizo que en el segundo tiempo se abran los espacios, por ahí teníamos el resultado a favor, ellos tenían que salir a buscar un poquitito más y, bueno, los espacios iban a aparecer solos“. Y puso paños fríos pensando en la final: “Todavía falta, ahora vamos con la gente de UPP, otra semana, lindo partido… UPP también tiene un gran plantel, un técnico, así que nada, tiene un gran equipo y, bueno, afrontarlo como lo es: una final”.
El retorno de Cerato se llevó los flashes. Apenas terminado el juego, el refuerzo habló de sensaciones y objetivos personales y colectivos. “La verdad que yo disfruto de cada día desde que llegué acá al sur después de 25 años. El recibimiento fue hermoso… Estoy feliz; viste que cuando uno está feliz lo disfruta”, contó, y agregó un costado afectivo que lo atraviesa en esta etapa: “Estoy al lado de mi hermano también, que hace mucho no lo veía”.
En paralelo, Cerato detalló el proyecto que hoy lo liga al sur argentino con un propósito que trasciende la competencia inmediata: “Estoy trabajando ahora en un proyecto también nuevo, que es tratar de generar la oportunidad a los chicos. Estoy en una empresa de gestión y representación de jugadores junto a Mauro Boselli… lo que queremos en conjunto es tratar de hacer un buen trabajo, de gestionar, de generar oportunidad a los chicos y, bueno, yo una de las grandes cosas por las que vine es por eso“. Su llegada a Bancruz, relató, tuvo algo de casualidad y decisión rápida: “Fue algo muy loco… me lo crucé a Juan Cruz Sanz en el predio de Argentinos Juniors… así fue, se comunicó conmigo nuevamente Juan Cruz donde me dijo, ‘Maxi, te tengo una propuesta muy linda para vos, para todo, para el club, para el sur’… y ni lo dudé“.
El delantero admitió que venía sin ritmo competitivo, pero subrayó su compromiso: “Yo vine acá a dar lo mejor, a entregar lo mío. Ahora me estoy acoplando a los chicos… y tratar de sumar mi granito de arena en este torneo”. También dejó un mensaje para las inferiores de la región, en sintonía con su idea de scouting en la Patagonia: “Una de las grandes cosas por la que vine es generarle oportunidad a los chicos… las condiciones acá están y el material está. Hay que aprovecharlo y llevarlo allá para que se nutran allá“.
Sobre el tránsito formativo y las frustraciones que suelen aparecer en el camino, Cerato fue directo: “Yo lo viví… me fui a los 12 años a River… y a los 18 ya no me tocó jugar más en River… me fui porque quería jugar, yo tenía el sueño de ser jugador profesional, yo no me volví a la casa. Tenés que ser fuerte de mente… si un no en un club es un sí para otro… no hay que bajar los brazos”.
En la previa de esta llave, Bancruz ya había movido el mercado: incorporó, entre otros, a Jerónimo Leyenda, Mariano Velázquez, Mauro Fuentealba y, puntualmente para esta instancia, a Maximiliano Cerato y Román Cárdenas. Arias, por su parte, repitió un mensaje que sostiene desde el inicio del proceso: el equipo se reforzó para competir y crecer, pero “todavía falta”.
Con el 7–0 consumado, la agenda marca lo que viene: Bancruz y UPP se cruzarán en la final del Clasificatorio local y, el que gane, se medirá luego con el representante de Puerto San Julián por el boleto al Torneo Regional Federal Amateur, donde espera el Alacrán. En el horizonte aparece, como desafío mayor, ese pasaje al Regional; en el mientras tanto, el Azzurro se va con una certeza: tiene gol, tiene paciencia y acaba de recuperar a un referente con ambición y voz propia para empujar el proyecto. La definición, ahora, exigirá lo que el propio Arias sintetizó al salir de la cancha: mente fría, equipo corto y espíritu de final.
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