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En la medianoche del jueves, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto del exvicepresidente y actual legislador Julio Cobos. La iniciativa, que obtuvo 151 votos afirmativos, 66 negativos y 8 abstenciones, propone modificar la hora oficial en todo el país: retrasar los relojes una hora para ubicarse en el huso horario UTC-4.
La propuesta también habilita retornar al horario de UTC-3 durante los meses de verano, estableciendo un esquema estacional similar al que rigió en la Argentina en distintas décadas del siglo XX y en los años 2007-2009.
El argumento de Cobos y los fundamentos geográficos
“Argentina tiene un desfasaje entre la hora oficial (-3) y el huso horario que realmente nos corresponde (-4) y esto provoca varios inconvenientes”, explicó Cobos.
La mayor parte del territorio argentino se encuentra dentro del huso UTC-4, mientras que sólo la zona cordillerana se aproxima al UTC-5. En cambio, la hora oficial está fijada en UTC-3, lo que genera un corrimiento respecto del mediodía solar.
Además, países vecinos como Brasil, Paraguay, Chile, Bolivia y Venezuela utilizan UTC-4, lo que refuerza el argumento de alinear a la Argentina con la región.
Qué dice el proyecto aprobado
El texto consensuado fija que:
- La hora oficial será UTC-4 en invierno.
- En verano, se volverá a UTC-3.
- El período invernal arrancará el primer domingo de abril a las 00:00, y el estival, el primer domingo de septiembre a la misma hora.
- El Ejecutivo podrá modificar las fechas por circunstancias especiales y coordinar con los países del Mercosur.
- Se deroga la Ley 26.350, que regulaba el horario de verano en 2007 y quedó suspendida en 2009.
¿Se ahorra energía con el cambio de hora?
El informe del Ministerio de Energía y Minería, elaborado en mayo de 2017, analizó el impacto de un cambio de huso horario en la Argentina y concluyó que no hay evidencia de que la medida genere ahorro energético.
Entre sus principales conclusiones se destacan:
- Verano: el pico de demanda eléctrica se concentra entre las 15 y 16 horas debido al uso masivo de aires acondicionados. Cambiar la hora no reduciría este consumo porque se produce en plena tarde, independientemente de la luz solar.
- Invierno: retrasar una hora el reloj (pasar a UTC-4) provocaría que el atardecer ocurra cerca de las 17, cuando aún hay gran actividad laboral y social. Esto elevaría la demanda eléctrica vespertina, sin que el leve ahorro matutino compense el aumento.
- Hábitos culturales: los argentinos cenan tarde y mantienen rutinas nocturnas, lo que impide que se reduzca el pico nocturno de consumo. El informe advierte que difícilmente la población adelante la cena o el descanso solo porque anochece antes.
En conclusión, el estudio señala que el corrimiento horario podría incluso aumentar el consumo en ciertas franjas, en lugar de reducirlo.
El debate sobre el ahorro de energía
Los defensores del proyecto sostienen que alinear el reloj con la luz solar podría incentivar un uso más eficiente de la energía eléctrica, especialmente en hogares y oficinas. Sin embargo, los críticos citan la evidencia del informe oficial y de estudios internacionales, que coinciden en que el impacto en el consumo es mínimo o nulo.
Experimentos en países como Estados Unidos, Australia y Kuwait demostraron que el cambio horario no produjo ahorros significativos, sino que modificó los horarios de los picos de consumo, sin reducir la demanda total.
En la Argentina, los intentos de 2007-2009 dejaron un antecedente negativo: se observó un aumento del consumo en las mañanas y solo una leve caída en la noche, que no compensaba el gasto extra.
Impacto en la vida cotidiana
Más allá de lo energético, el cambio de hora sí afecta la organización social, la salud y las rutinas diarias.
- Salud y descanso: alinear el horario con la luz solar puede mejorar el sueño y reducir el llamado “jet lag social”, causado por la diferencia entre la hora solar y la hora oficial.
- Trabajo y educación: en provincias del oeste, como Mendoza, San Juan, Salta o Catamarca, el corrimiento horario podría traer complicaciones. En invierno, con UTC-4, el sol se pondría alrededor de las 17. Eso implicaría que al salir del trabajo o la escuela, gran parte de la población ya estaría de noche, con un aumento del consumo eléctrico en iluminación y calefacción.
- Seguridad: el anochecer temprano también genera preocupación en materia de seguridad urbana, ya que millones de personas transitarían en la oscuridad durante el regreso a sus hogares.
- Vida social y comercio: actividades como el deporte, el esparcimiento y el comercio vespertino quedarían condicionadas por el ocaso más temprano. En ciudades como Mendoza o San Juan, donde la vida social se extiende hasta entrada la noche, se teme un desajuste cultural.
En cambio, en el noreste argentino, donde el amanecer ocurre más temprano, el cambio podría resultar más beneficioso para aprovechar mejor las horas de luz durante la jornada laboral.
Antecedentes históricos
La Argentina tuvo múltiples cambios de hora en su historia. Entre 2007 y 2009 rigió la Ley 26.350, que alternaba entre UTC-3 y UTC-2 en verano. La medida fue suspendida por las quejas de varias provincias que quedaban con amaneceres demasiado tardíos.
Incluso, Mendoza intentó en 2022 impulsar un cambio a UTC-4 de manera provincial, aunque el gobernador Rodolfo Suárez lo descartó unilateralmente por los problemas que podría generar en vuelos, bancos y transporte.
Qué pasará si el Senado aprueba la ley
Si el Senado convierte en ley el proyecto, el primer cambio se realizará el domingo 1° de septiembre de 2025, cuando los relojes deberán atrasarse una hora para pasar a UTC-4.
Las siguientes modificaciones serán:
- Domingo 5 de abril de 2026: inicio del período invernal (UTC-4). Eso significa que a las 00:00 horas del domingo 5 de abril de 2026 deberías atrasar el reloj una hora (de las 00:00 volverías a las 23:00 del sábado 4 de abril).
- Domingo 6 de septiembre de 2026: inicio del período estival (UTC-3). Eso significa que a las 00:00 horas del domingo 6 de septiembre deberías adelantar el reloj una hora (de las 00:00 pasarías a la 01:00 del mismo domingo).
- Domingo 4 de abril de 2027: regreso al huso horario invernal (UTC-4). Eso significa que a las 00:00 horas del domingo 4 de abril de 2027 deberías atrasar el reloj una hora (de las 00:00 volverías a las 23:00 del sábado 3 de abril).
De este modo, la Argentina volvería a un esquema de alternancia estacional, con el objetivo oficial de aprovechar mejor la luz natural y fomentar un uso más eficiente de la energía.
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