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Guillermo Francos presentó su renuncia como jefe de Gabinete de ministros mediante un mensaje en redes sociales dirigido al presidente. En su carta, Francos expresó: “Ha sido para mí un honor ser parte de un proyecto transformador que tiene por objeto encaminar a nuestro país en una senda de libertad y progreso”.
La decisión se dio luego de diversas versiones de desgaste interno y tras el reciente triunfo oficialista en las elecciones legislativas del 26 de octubre. El relevo inmediato será Manuel Adorni quien —hasta el momento— se desempeñaba como vocero presidencial.
Sin embargo, no fue la única renuncia de este viernes. Poco después de darse a conocer la salida de Francos, presentó la renuncia el ministro del Interior Lisandro Catalán, otro que había tenido protagonismo en la reunión con los gobernadores.

“Señor presidente de la Nación. Me dirijo a usted para presentarle mi renuncia al cargo de Ministro del Interior, que he tenido el honor de desempeñar bajo su conducción. Agradezco profundamente la confianza que ha depositado en mi para iniciar una etapa de dialogo y consensos”, sostuvo el ahora exfuncionario.
“Voy a seguir apoyando esta gestión y a La Libertad Avanza, porque estoy convencido que las ideas de la libertad son las que van a transformar a la Argentina“, expresó en las redes sociales.
¿Qué implica el “superministerio” de Caputo?
Según la información publicada por BAE Negocios, Santiago Caputo asumirá al frente de un nuevo ministerio del Interior con control sobre áreas clave como Obras Públicas y otras dependencias que fortalecen su vínculo directo con los gobernadores.
La estructura recuerda modelos de concentración ministerial de los años noventa, al reunir dentro de una sola cartera funciones que antes estaban distribuidas.
El objetivo —se infiere— es centralizar el vínculo político entre Nación y provincias, además del manejo de la obra pública como herramienta de gobernabilidad.
Efectos políticos: ¿Qué cambios trae para el oficialismo?
El cambio ministerial ocurre en un momento en que el gobierno de Milei busca avanzar en una segunda etapa de gestión tras las legislativas. La reorganización del gabinete —y la creación de este nuevo ministerio más potente— sugiere un ajuste de rumbo más orientado al poder político interno que exclusivamente al perfil técnico.
Para los gobernadores y actores territoriales, la presencia de Caputo al frente de este ministerio puede cambiar la dinámica de negociación con la Casa Rosada: al haber un interlocutor con mayor poder ministerial y acceso directo, podrían verse ajustados los tiempos y modos de diálogo.
Desde el oficialismo, la movida es una señal: consolidar el liderazgo de Milei, renovar su gabinete tras las elecciones y mantener la coherencia programática en áreas clave —sobre todo en obra pública y relaciones federales— antes de la cuenta regresiva hacia el próximo tramo de gestión.
¿Y la oposición y el sistema político?
Para la oposición, estos cambios implican un nuevo escenario de interlocución. Un ministro de Interior con amplias facultades podría acelerar medidas o modificaciones que antes estaban más diluidas, lo que genera preocupación por el balance institucional, la distribución de poderes y la transparencia en la asignación de recursos hacia las provincias.
Asimismo, la salida de Francos —considerado un perfil más moderado o técnico dentro del gabinete— podría interpretarse como un paso hacia una política más marcada o ideológica, que puede tensionar aún más los equilibrios dentro del Congreso y en la relación entre poderes.
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