Cristina Castro (42) reconoció que la mochila hallada el sábado en cercanías de la localidad de General Cerri es la que llevaba su hijo Facundo. También identificó la mayoría de los elementos que había en su interior, aunque advirtió que no son todos los que tenía Facundo Astudillo Castro (22) cuando salió el 30 de abril desde Pedro Luro hacia Bahía Blanca.

“Me voy conforme. Sé que es la mochila de mi hijo, pero faltan muchísimas cosas y alguien más las tiene. No voy a parar hasta encontrarlas”, dijo Castro a Clarín en la tarde de este jueves, al salir de la sede de la Región V de la Gendarmería Nacional en Bahía Blanca. Estaba allí desde las 09:00 cuando, según dijo, la convocaron a último momento a que participara de la pericia.

“Se encontró la cédula de conductor, pero no el tarjetero con el documento de identidad de Facundo. Su tarjeta de débito también sigue sin aparecer”, destacó la mujer, antes de regresar a Pedro Luro. Agregó que dentro de la mochila había varias prendas de vestir, “la mayoría de Facundo”, acotó. Citó como ejemplo una gorra visera con la que aparece su hijo en varias fotos.

Mencionó también que le exhibieron un pantalón, al que identificó como el que tenía puesto Facundo cuando dos policías lo demoraron en el acceso a Mayor Buratovich, a las 10:00 del 30 de abril. “Apenas los vi dije ‘es el de la foto’. Y falta el buzo. Por eso, hay que seguir investigando, porque todavía tenemos muchas dudas”, acotó.

Los tiradores de cremallera hallados en el lugar donde apareció una mochila con un carnet de conducir de Facundo Astudillo Castro y dos celulares. FOTO: CLARÍN

“Es duro ver ese pantalón y te hace pensar. Una persona coherente no se va a ir a caminar de noche y por las vías sin pantalón y con una zapatilla. Es más que evidente”, señaló con respecto a que la mochila pudo haber sido plantada en el lugar el que fue hallada por un pescador.

La pericia demandó más de seis horas y tuvo lugar en la sede de Avenida Alem 1352, en Bahía Blanca. Además de Cristina Castro y su abogado Leandro Aparicio (el otro es Luciano Peretto), participó el secretario de la Fiscalía 1 bahiense y fiscal ad hoc para el caso, Rodolfo Murillas, y dos expertos de Gendarmería que llegaron desde Capital Federal y Neuquén, entre otros.

El letrado comentó a Télam que en el marco de la diligencia los efectivos de Gendarmería procedieron a “abrir todo adentro de un camión aislado, con una testigo adentro y otro testigo en la sala donde estábamos nosotros, que lo vimos por un televisor y a través de una cámara que filmaba”.

“Lo que se hizo fue mostrarse, no tocarse mucho”, dijo Aparicio, al agregar que mostraron que “un teléfono no tenía chip y que el otro no se podía abrir”.

Según se indicó, los efectivos colocaron a los celulares granos de silica con el fin de poder absolver la humedad.

El abogado consideró que, a su criterio, la mochila con todos los elementos fueron colocados en el lugar donde fueron hallados “hace un mes, cuando pusieron el cuerpo, pusieron la mochila”. Cabe recordar que la mochila fue hallada el sábado por un pescador en General Daniel Cerri, a cuatro kilómetros de donde habían localizado el cadáver del joven de 22 años, por cuya desaparición está bajo sospecha la Policía Bonaerense.

Lo que pasó con ese DNI sigue siendo un misterio para los investigadores, ya que está acreditado en el marco de la causa, que Facundo le mostró su documento a los policías que lo detuvieron por primera vez en Mayor Buratovich y que, cuando lo volvieron a detener en Teniente Origone, ya no lo tenía y tuvo que mostrar su licencia de conducir.

“Eso está acreditado en el expediente a través de los teléfonos celulares de los policías que participaron de los procedimientos porque en ambos casos le sacaron foto, tanto al DNI como a la licencia de conducir, y esas fotos pudieron ser recuperadas”, dijo a Télam una fuente judicial.

A partir de ahora, los elementos serán peritados en busca de restos orgánicos de Facundo para poder comprobar científicamente si eran suyas.

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