El excombatiente, capitán y piloto de la Fuerza Aérea, Luis Cervera, en comunicación con LU12 AM680 recordó como fue el 24 de mayo de 1982 que atacó a la Fuerza de Tareas británica en Bahía San Carlos.

Asimismo, Luis Cervera destacó la importancia del medio radial AM680, que en aquel momento lo acompañó y fue la guía indispensable para no desviarse del camino aéreo.

Cabe recordar que el capitán Luis Cervera se desempeñó en la Guerra de Malvinas como Jefe de sección de los “Douglas A4” del segundo escuadrón de la quinta brigada aérea de casa Villa Reino de la provincia de San Luis.
El 24 de mayo de 1982 atacó a la Fuerza de Tareas británica, que estaba entre buques de desembarque, fragatas, y destructores en Bahía San Carlos. Entre tantas embarcaciones decidió apuntarle al “grandote”, como denominó él a su objetivo, que habría sido el RFA, Sir Lancelot, o el RFA Sir Tristrán.

El 24 de mayo de 1982 atacó a la Fuerza de Tareas británica en Bahía San Carlos

Luis Cervera se enteró después, que la bomba no explotó debido a que necesitó más tiempo para detonar, antes de hacer el impacto, (según la fuerza Aérea Argentina), el artefacto perforó la nave y quedó en la sala de máquinas; el barco terminó varado y debió ser evacuado, y los ingleses lo perdieron.

En este marco, el excombatiente, capitán y piloto de la Fuerza Aérea, Luis Cervera recordó la vivencia en una entrevista con Radio LU12 AM680. Allí relató paso a paso lo que ocurrió: “A las 10:30 horas habíamos llegado a la Bahía donde nos encontrábamos prácticamente todas las flotas, que eran más o menos 15 barcos, entre barcos y buques de desembarco, fragatas y destructores que estaban en custodia de protección al desembarco”, recordó.

“Entramos a los 5 aviones y la Bahía “hervía”, porque pasaban cañonazos de todos los barcos; lanzaron misiles los buques, misiles que venían desde la costa, estaban las baterías también que nos tiraban desde la costa, desde las fragatas y destructores. Los buques de desembarco traían los camiones, que también tenían los cañones” siguió relatando.

“Nuestros ataques fueron muy importantes -desde el factor sorpresa– porque nosotros venimos volando extremadamente bajo, entrando de este a oeste como si volviéramos para Río gallegos”, continuó y por eso, consideró que “fue una sorpresa para la flota (inglesa), porque podían esperar que viniéramos desde Gallegos del oeste, pero entramos al revés.

De ahí llegamos hasta la Isla Soledad desde Puerto Argentino, y les aparecimos de golpe en la Bahía en la cima de la montaña. Fue un ataque muy rápido, los aviones en este momento pasaban a 900 km/h (casi 1000), se lanzó la bomba e hicimos inmediatamente escape.

Una bomba y un ataque

El capitán y piloto de avión reveló la estrategia que desarrollaron para poder llevar a cabo el ataque con éxito. Remarcó que “lo único que teníamos nosotros era una bomba, así que tiramos esa bomba y no teníamos más nada que hacer en la Bahía”.

“La única defensa nuestra fue volar bajo, porque no teníamos ningún elemento arriba del avión, no teníamos medidas electrónicas, no teníamos absolutamente nada, era lanzar la bomba y escapar”, siguió detallando.

“En el ataque nos pasaban los misiles por el frente nuestro y parecían cañitas voladoras” contó de forma vívida: “La munición que tiraban los buques era munición gruesa, que al no impactar en ningún avión se autodestruye y se veía un humito negro en toda la Bahía”.

Cervera remarcó que no estalló el buque, “pero sí quedó fuera de servicio con una bomba dentro. El día anterior, también de nuestro grupo aéreo, del Grupo 5, habían lanzado la bomba al “Antílope”. La noche del 23 para el 24 estalló el Antílope que es un buque, que estaba explotando en la noche y estaba quebrado en dos, hundiéndose cuando nosotros pasamos”.

Por otra parte, Cervera mencionó su aprecio por la ciudad de Río Gallegos, debido a que estuvo albergado en el Hotel “Santa Cruz”, manifestó tener mucha gente querida en la ciudad y además guarda increíbles y conmovedores recuerdos.

Por último, destacó el acompañamiento de LU12 AM680 y sostuvo: “A mí me servía tener conectada la frecuencia 680 (o sea el medio de ustedes) para llegar a Río Gallegos. Si yo venía de Malvinas perdido, me servía como señal radioeléctrica, estar conectado con la radio”.

“A mí me servía tener conectada la frecuencia 680 para llegar a Río Gallegos”

Otros episodios

El 13 de junio de 1982 realizó un ataque al puesto comando inglés destacado en las proximidades del Monte “Dos Hermanas” próximo a Puerto Argentino.

El comandante Jeremy Moor, fue quien estuvo al frente de las tropas de Malvinas y dijo en un reportaje que esa fue la jornada en la que más miedo tuvo porque lo atacaron 7 Mirage en la cual, uno estaba Cervera; se trataba del 7 A4. En ese momento un helicóptero, A quién Cervera disparó, cubrió el ataque a Moor y este estuvo al borde de la muerte.

Biografía de Luis Cervera

Nació en San Miguel de Tucumán, hijo de Amor Cervera y Luisa Nélida Zárate, es el segundo de cinco hermanos. Estudió en la escuela primaria Paul Groussac, de Barrio Jardín, y cursó la secundaria en el Instituto Técnico Salesiano «Lorenzo Massa” donde se recibió de técnico mecánico.

En febrero de 1974 ingresó a la Escuela de Aviación Militar radicada en Córdoba. En diciembre de 1977 egresó como oficial de la Fuerza Aérea Argentina con el grado de alférez. Desde febrero a diciembre de 1978 en la

Escuela de Aviación Militar realizó el Curso de Aviador Militar (CAM) en aviones Mentor B-45 y Morane Saulnier 760 Paris, completando unas 200 horas de vuelo entre los dos aviones. Por el orden de mérito obtenido fue destinado a la V Brigada Aérea de Caza (Villa Reynolds San Luis) donde realizó el curso de Caza Bombardero en el avión Douglas A4-B Skyhawk desde octubre de 1979 siendo habilitado como piloto etapa III, apto para el combate en septiembre de 1980, terminado el curso quede destinado en dicha Brigada hasta diciembre de 1982, habiendo alcanzado el cargo de jefe de Sección y 500 horas de vuelo en A4-B Skyhawk.

A fines del año 1982 fue destinado a la VIII Brigada Aérea de Caza (Moreno Buenos Aires) donde realizó el curso de Caza Interceptor en avión Mirage III-E, alcanzando el cargo de jefe de Escuadrilla e Instructor de vuelo y 500 horas de vuelo, hasta febrero de 1988 siendo Capitán solicitó su baja voluntaria de la Fuerza Aérea Argentina.

 

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