En el marco del inicio del cónclave donde los cardenales eligen al sucesor de San Pedro, este miércoles al mediodía, el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk, presidió la misa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.

La misa pro eligendo summo pontífice fue concelebrada por Eduardo Taussig, obispo emérito de San Rafael, el presbítero Alejandro Russo, rector de la catedral, y dos sacerdotes. Asistieron congregaciones de religiosas y fieles.

“Recemos con insistencia al Señor para que nos done un nuevo pastor según su corazón”.
MIROSLAW ADAMCZYK

En su homilía, manifestó: “El último domingo, hace tres días, en el Vaticano se cerraron los novendiales. Los nueve días de duelo después del funeral del querido papa Francisco. Este tiempo, ha servido a toda la Iglesia para agradecer a Dios por todo el bien que ha hecho a la Iglesia a través del servicio de la persona y de la obra de Papa Francisco. Estamos celebrando esta Eucaristía en la antigua Catedral del cardenal Bergoglio. Estoy profundamente convencido que la Iglesia en Argentina está llamada a conservar el patrimonio y la enseñanza del Papa argentino. Deben estar orgullosos de su compatriota que, por 12 años, dirigió el rebaño del Señor en la Tierra”.

Luego agregó: “Recemos con insistencia al Señor para que nos done un nuevo pastor según su corazón. Para que nos guíe al conocimiento de Cristo, a su amor y a la verdadera alegría. La Iglesia católica es consciente de haber conservado en fidelidad a la tradición apostólica y a la Fe de los padres el ministerio de sucesor de Pedro”.

Adamczyk continuó diciendo que “la primera misión de Pedro y sus sucesores es justamente la de cuidar y proteger la Iglesia. El obispo de Roma, por su carácter episcopal, se explicita en primer lugar en la transmisión de la Palabra de Dios y por eso esta tarea incluye una responsabilidad específica y particular en la misión evangelizadora en el mundo entero. La tarea episcopal que el romano pontífice tiene con respecto a la transmisión de la Palabra de Dios se extiende también dentro de toda la Iglesia. Como tal, es un oficio magistral, supremo y universal. Es una función que implica un carisma, una asistencia especial del Espíritu Santo al sucesor de Pedro que involucra también, en ciertos casos, la prerrogativa de la infalibilidad”.

“Recemos con insistencia al Señor para que nos done un nuevo pastor”
MIROSLAW ADAMCZYK

Pedimos que la luz del Espíritu Santo ilumine a los cardenales, pero también pedimos la fuerza, para que el elegido acepte. ‘Apacienta mis ovejas’, decía Jesús a Pedro. ‘Te lo aseguro, cuando eres joven, tú mismo te vestías e ibas adonde querías. Cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te atará y te llevará adonde no quieras’. Estas palabras que Jesús dirige a Pedro a la orilla del lago de Tiberíades son válidas para todos los sucesores de Pedro porque ser papa no es sólo un honor, sino que una gran responsabilidad y sacrificio. Sacrificio de su vida, un papa no mantiene la vida privada. Es totalmente dedicado, consagrado a la Iglesia”, manifestó.

 

“Un papa no mantiene la vida privada. Es totalmente dedicado, consagrado a la Iglesia”.
MIROSLAW ADAMCZYK

Para concluir, subrayó: “Señor, danos un pastor que nos lleva a volver la mirada a lo alto y nos haga entender que nuestro destino no es esta tierra, sino en la gloria del cielo, donde reinaremos contigo. Señor, ilumina a los cardenales que huyan de la tentación de la mundanidad y del poder, que busquen sólo tu gloria y el bien de la Iglesia, y que se abren a la inspiración de tu santo espíritu. Que así sea”.

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