A fines de enero pasado, Darío Barassi contó en sus redes sociales que había dado positivo a coronavirus. Su mujer, Lucía Gómez Centurión también se contagió, y juntos atravesaron el aislamiento, acompañados también de su pequeña hija Emilia (1).

 

 

Y después de 10 días, el conductor de “100 argentinos dicen” usó sus redes sociales para contar las últimas novedades de su caso. “Hola gente, ¿cómo va? Como todas las comunicaciones oficiales, las hago desde el trono, desde el baño, que es mi oficina. Este es un mensaje para todas las personas que me siguen en esta cuanta: para mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo y para todos ustedes. Finalmente, mi familia y yo estamos terminando el tránsito del Covid“, expresó.

 

 

“En mi caso, soy un tipo creyente y soy muy agradecido con Dios y con la vida, y lo transitamos con relativa liviandad, sobre todo mi mujer y mi hija, que gracias a Dios no tuvieron grandes alteraciones. Emilia tuvo unos moquitos, una tos, y nada más. Luli perdió el gusto, el olfato y estuvo cansada por momentos, pero es un toro mi mujer. Se la bancó como una campeona”, continuó.

 

 

Además, con humor, se refirió a cómo habían impactado los síntomas en él: “Yo era una población de riesgo por el tema de mi sobrepeso, me enteré ahora que soy obeso, no lo sabía… Pero arranqué la enfermedad con mucho miedo, muy preocupado. Tuve todos los síntomas del mundo: me quedé sin gusto, sin olfato, me dolía la cabeza, tuve malestar estomacal, tuve fiebre y tuve gripe, pero todo con liviandad”.

“Obviamente hay que esperar un período de tiempo, para ver cómo está todo el sistema pulmonar y el sistema cardiovascular, pero seamos optimistas, ya mañana tenemos el alta. Nos vamos a ir reinsertando socialmente de a poco, porque quedan algunos resabios, como el cansancio. Y si bien la capacidad de contagio es menor, no es nula todavía. Vamos a esperar 2 o 3 días más para salir, para no estar expuestos”, agregó.

 

 

Por último, el humorista agradeció el apoyo recibido: “No quería dejar de mandar saludos porque me sentí muy acompañado y muy querido. Eso lo agradezco y lo valoro mucho. Es uno de mis mayores logros. Quería agradecerte a vos que me bancaste… Y bien yo, que soy tan hipocondríaco y pensé que la iba a pasar para el ojete. ¡Pero me controlé! Estuve sólido. Y tuve muchos médicos cerca”.

 

 

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