El gobierno de Alberto Fernández cumplió con las metas del último trimestre del 2022 con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El dólar soja II, el ajuste de las cuentas fiscales y la política de frenar el financiamiento directo del Banco Central al Tesoro, le permitirá al organismo gatillar en marzo el primer desembolso del año por 5.000 millones de dólares para la Argentina.

Según estimaron analistas, la cuarta revisión del programa que el FMI mantiene con el país se desarrollará en febrero a nivel técnico, y se espera su aprobación para marzo. Ante ello, habrá que pagar 2.650 millones de dólares en enero y en tres pagos semanales, según el cronograma de vencimientos del programa.

El lunes 9 de enero, el país también deberá afrontar el pago de deuda en dólares a bonistas privados que ingresaron el canje de deuda 2020, por un total de alrededor de 1.000 millones de dólares.

Las metas de financiamiento con el FMI

“Teniendo en cuenta nuestras estimaciones, las metas de financiamiento monetario al Tesoro, de déficit fiscal primario, de stock de deuda flotante y de acumulación de reservas internacionales, principales dentro del acuerdo, se habrían cumplido”, declaró en diálogo con Télam, Claudio Caprarulo, director de Analytica.

En relación a la acumulación de reservas internacionales netas, Caprarulo puntualizó que “luego del ajuste de la meta de 500 millones de dólares que se consideraron pertinentes por el mayor gasto en energía producto de la suba de precios internacionales, la meta se habría sobrecumplido por 495 millones de dólares”.

La situación se desenvolvió de esa forma, según explicó, “gracias a un fuerte freno sobre las importaciones de la mano de las licencias no automáticas, incentivos de precio a las exportaciones mediante el dólar soja y préstamos de libre disponibilidad por parte de organismos internacionales”.

Emiliano Anselmi, economista jefe de la consultora PPI, aseguró que gracias al dólar soja, el cual permitió al BCRA comprar 7.344 millones de dólares, se alcanzó la meta de reservas. “Estimamos que las reservas netas habrían cerrado el año en torno de 7.650 millones de dólares, creciendo en 5.320 millones respecto de fin de 2021. Dado el objetivo requerido, la meta se habría sobrecumplido en 1.070 millones de dólares”, señaló.

En relación a la meta fiscal, el economista expresó que el déficit primario del Sector Público No Financiero de diciembre, cuya cifra real se publicará alrededor del 20 de enero, “tiene un espacio de $563 mil millones (0,7% del PBI) para no desviarse del target anual del Fondo”.

Por el lado de la meta monetaria, según Anselmi “se alcanzó la meta formal de asistencia monetaria del BCRA al Tesoro de 0,8% del PBI, ya que se enviaron Adelantos Transitorios por 0,6% del PBI”.

Sin embargo, el economista jefe de PPI explicó que “el BCRA terminó asistiendo al Tesoro por otras vías indirectas, por lo que la meta resulta estéril” desde el punto de vista del control de la Base Monetaria.

Ignacio Morales, analista de Negocios Financieros de Wise Capital, consideró que “hasta el momento, el Gobierno anunció que dos de las tres metas fueron cumplidas: emisión monetaria y acumulación de reservas. Resta conocer cuál fue el déficit fiscal de diciembre para saber si la meta se cumplió o no, pero lo más probable es que esté dentro del límite, ayudado por la recaudación extra por el dólar soja y el financiamiento neto que obtuvo en las licitaciones del Tesoro”.

Finalmente, Anselmi tiene señala con especial atencion la cuenta de déficit fiscal, al considerar que se llegó gracias a la política de dólar soja y gracias al “artilugio contable” empleado con la colocación de bonos en pesos realizada por el exministro Martín Guzmán en marzo en 2022, que según sus cálculos, sumó 0,3% del PBI.

Tanto Anselmi como Morales advirtieron que si bien se cumplió la meta monetaria de asistencia al Tesoro, “la contracara de esto es una mayor emisión ($585.000 millones, según estimó), que el Banco Central termina esterilizando este dinero, con el aumento de los pasivos remunerados”.

Anselmi concluyó que “si bien en el corto plazo soluciona un problema (falta de dólares), los pasivos remunerados ya representan el doble de la Base Monetaria, y con las tasas en 100% anual, generan una bola de pesos con la que en algún momento tendrán que lidiar”.

Fuente: BAE Negocios.

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